La historia del Orient Express

En 1872, Georges Nagelmackers, hijo de un banquero belga, crea la primera compañía francesa de trenes que incorpora coche-cama y vagón restaurante.
Será este visionario el que ponga en marcha en 1883 el tren bautizado como Express d’Orient con la idea de ofrecer a los viajeros la posibilidad de llegar desde París hasta Constantinopla.
Así, el 4 de octubre de 1883 el ferrocarril realizó su primer trayecto, o sea, partió de la Gare de l’Est de la capital francesa pero se debían hacer varios transbordos para llegar al destino final.
El recorrido pasaba por Múnich y Viena hasta Giorgiou, en Rumanía donde los pasajeros cruzaban el Danubio hasta Bulgaria y una vez en la ciudad de Ruse, otro tren los llevaba hasta Varna para llegar a Estambul en ferry.
No será hasta seis años mas tarde cuando se completará la línea ferroviaria, o sea, se hacía posible realizar el trayecto completo con un solo tren y en el año 1891 se cambiará el nombre de la compañía a Orient Express.

Las diferentes rutas del Orient Express
Con el inicio de la Primera Guerra Mundial, la ruta quedó suspendida hasta que en 1918 los servicios se reanudaron y al año siguiente se inaugura el túnel Simplon donde lugar a un nuevo viaje que pasa a través de Milán, Venecia y Trieste para evitar cruzar Alemania.
El Simplon Orient Express se convertirá en el itinerario más destacado, uniendo París y Estambul pues la década de 1930 supondrá el auge para la compañía, que contará con tres recorridos diferentes:
- El primer Orient Express, que mantenía la ruta original.
- El Simplon Orient Express, que realizaba el viaje por el sur.
- El Arberg Orient Express, que pasaba por Zúrich y llegaba hasta Bucarest o Atenas.
En estos momentos, Londres ya recibe los servicios del ferrocarril, o sea, era posible salir desde la estación de Victoria para coger un ferry en Dover hasta Calais donde los viajeros llegaban a la Gare de Lyon, donde se iniciaba la ruta del Simplon.
Con este amplio recorrido y con su fama en aumento, el lujo que ofrecía el Orient Express a sus ocupantes alcanzó nuevas cotas gracias al confort del que disponían sus clientes con los coches-cama: . la realeza, los nobles y los altos diplomáticos.
Desgraciadamente, y como había ocurrido unas décadas antes, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial los servicios vuelven a quedar en suspenso hasta el final de la contienda.

El interior del Orient Express en 1900
En 1945 se reanudaron de nuevo las rutas, pero no sin obstáculos. ya que diversas fronteras estaban cerradas y esto hacía imposible llegar a Estambul sobre todo debido al Telón de Acero.
En la década de los años 60 el único servicio activo, el Simplon, se sustituye por otro itinerario que resulta mas lento y los trayectos van disminuyendo hasta que en 1977, el 19 de mayo, se realiza la última ruta entre París y Estambul.
A pesar de todo, el Orient Express sigue en funcionamiento con partes de la vía original, viajando entre París y Budapest.
Con la llegada del tren de alta velocidad se van limitando demasiado los destinos provocando que el mítico ferrocarril realizará su último viaje entre París y Viena el 10 de diciembre de 2009.
Antes, en 1982, se inauguraba el servicio Venice Simpson-Orient-Express y adquiere algunos de los vagones originales de la compañía y comenzará a ofrecer trayectos de lujo entre Londres y Venecia.
Pese a todo, la fama y la leyenda que rodea al Orient Express está más que merecida. Sus lujosos vagones, diseñados por René Lalique, han vivido momentos únicos pues agunos de ellos han pasado a la historia.

Uno de los vagones del Orient Express
La ruta original pasaba por lugares tan peligrosos entonces como los Balcanes pues el Orient Express sufrió diversos asaltos, o sea, se llegó a aconsejar a los pasajeros que llevaran armas y las enseñaran por la ventana en ciertos momento, hubo bloqueos por la nieve o cuarentenas por brotes de cólera.
Sin embargo, muchos de los vagones del Orient Express también fueron testigos de importantes hitos. Uno de sus coches, el Foch, fue el elegido para firmar la rendición alemana tras una ardua negociación para poner fin a la Primera Guerra Mundial.
Este vagón se convirtió en todo un símbolo y se expuso como pieza de museo. Irónicamente, años después sería Francia la que firmará su rendición durante la Segunda Guerra Mundial en el mismo lugar, el bautizado como vagón del Armisticio.
Otro de sus famosos coches, el Persus, hizo las veces de vehículo fúnebre tras la muerte de Winston Churchill en 1965 y también ha sido escenario de libros, películas y anuncios.
Ágatha Christie inmortalizó su leyenda para siempre en Asesinato en el Orient Express y otros escritores como Graham Greene o Bram Stoker se inspiraron en este tren para sus novelas.
Fuente: https://miviaje.com/descubre-la-historia-del-mitico-orient-express/