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EL IMPERIO BIZANTINO: LA GUARDIA VAREGA
EL IMPERIO BIZANTINO: LA GUARDIA VAREGA
El siglo X fue el cenit de la época vikinga. Los guerreros de Escandinavia, famosos por su ferocidad, astucia y destreza en la lucha eran temidos en toda Europa. En el este los escandinavos eran conocidos como los Rus y durante el siglo IX se habían convertido en la élite militar gobernante en Rusia donde fundaron principados en lugares como Novgorod,Smolensk, Riazán, Chernigov y Kiev. Desde un principio los Rus desarrollaron estrechos lazos comerciales con el Imperio Bizantino y a lo largo del siglo X pequeños contingentes de guerreros escandinavos/Rus comenzaron a servir militarmente a los bizantinos en, la mayor parte de los casos, expediciones navales.
En el 988 el Imperio Bizantino se convulsionaba en una de sus múltiples guerras civiles. El Joven Basilio II, emperador Bizantino, pidió ayuda al príncipe de Kiev, Vladimir el Grande. El príncipe Rus accedió ayudar al emperador y mando en su ayuda a la increíble cantidad de 6000 guerreros a cambio de la mano en matrimonio de Anna, la hermana del emperador. Los belicosos Rus causaron estragos en los ejércitos rebeldes en las batallas de Crisópolis y Abidos. El papel de aquel contingente de guerreros fue crucial para que Basilio II garantizara su reinado.
Sin demasiada confianza en su guardia personal bizantina, Basilio II retuvo a los feroces guerreros Rus para mantener a su persona segura. El emperador no dudo ni un segundo en agasajar a sus brutales invitados a los cuales alojo en el Palacio Imperial de Constantinopla. Basilio bautizo a su nueva guardia de elite como La Guardia Varega o Guardia Varagiana (aunque existe cierta confusión con respecto a cuando comenzó a utilizarse este nombre ya que la primera mención escrita del mismo no se produce hasta 1034, unos cuarenta años más tarde de todo lo ocurrido).
Basilio II Anna Comnena
Pero ¿de donde viene el nombre de Guardia Varega/Varagiana? Se estarán preguntando. Bien, los bizantinos utilizaban la palabra Varego/Varega para referirse a cualquier guerrero escandinavo/Rus. El termino deriva de la antigua palabra escandinava “Var” que significa promesa por lo tanto los Varegos eran La Guardia Juramentada/comprometida del Emperador.
Desde Basilio II todos los emperadores Bizantinos mantuvieron a su servicio a esta guardia vikinga. Eran especialmente apreciados por tres motivos: en primer lugar porque eran formidables guerreros de intimidante aspecto (el historiador contemporáneo Miguel Psellos los describía como “de aspecto terrible y enorme cuerpo”). Su colosal tamaño y brutal apariencia los convertían en una excelente maquina desmoralizadora para cualquiera que intentara atentar en contra del emperador. En segundo lugar eran apreciados por su inquebrantable lealtad hacia sus empleadores (aunque como Alfredo El Grande se entero tiempo después, los vikingos eran unos maestros en la manipulación de la letra pequeña para poner sus contratos a su favor). Por ultimo, la tercera cualidad que los hacia tan preciados a los ojos de los bizantinos era el nulo interés que manifestaban por las intrigas políticas y palaciegas que se arremolinaban entorno al trono.
La Guardia Varega era descrita por las fuentes griegas contemporáneas como: “Los bárbaros porta hachas”. De manera alternativa, y menos halagadora, eran conocidos popularmente como los odres de vino del Emperador por la increíble cantidad de alcohol que podían consumir en las bodegas y tabernas de Constantinopla cuando no estaban de servicio.
Dondequiera que el Emperador fuera La Guardia Varega estaba presente. Lo acompañaban en ceremonias formales; guardaban sus palacios, dependencias y su gran sala de recepciones (donde montaban guardia entorno al trono). Al comandante de la guardia se le conocía como Akolouthos o “El Acolito” debido a su constante proximidad al emperador (su lugar estaba siempre detrás de el en las procesiones o detrás del trono en las audiencias formales).
Indumentaria de los guerreros de la guardia varega
La guardia solía estar compuesta por unos 6000 hombres aunque el número de sus guerreros fluctuaban dependiendo de la necesidad y disponibilidad de los reclutas. 6000 Varegos acompañaron a Basilio II en su campaña Armenia en el 999-1000 mientras que en la batalla de Eski Zagra en 1122 el emperador Juan II pudo haber tenido tan pocos a su servicio como 500 (aunque, a pesar de ser pocos, se convirtieron en las tropas de choque que ayudaron a conseguir la victoria para los bizantinos).
Estos brutales guerreros siempre portaban al combate la gran hacha escandinava. Esta peligrosa arma (llamada en ocasiones por los bizantinos “rhomphaia” en honor de la espada curva de los Tracios) era capaz de partir en dos a un hombre, desde el esternón hasta la ingle, o cortar la cabeza a un caballo de un solo tajo siendo idónea para defender un pasillo, un palacio o la borda de un barco. Con respecto a las armaduras, La Guardia Varega fue acomodándose a los adelantos y modas.
El estandarte bajo el cual se agrupaba La Guardia Varega podría haber sido el antiguo símbolo romano “Draco”, una cabeza de bronce sobre un mástil al que se le ataba una manga de seda para formar el cuerpo del dragón (curiosamente El tapiz de Bayeux muestra a los Húsares anglosajones portando el Draco en la Batalla de Hastings). Según algunos historiadores La Guardia Varega sustituye a Los Excubitores, una de las unidades de elite más antiguas, cuya existencia se remonta a finales del Imperio Romano.Se sugiere que los Varegos hicieron suyo este símbolo de los Excubitores (así como los barracones de estos en palacio). En la pared de una iglesia albanesa, hay tallado un Draco, que tal vez fuera realizado por un Varego mientras estuvo allí acuartelado antes de la Batalla de Dirraquio.
El servicio en La Guardia Varega era considerador un honor y un lucrativo negocio a partes iguales. Esta particularidad ayudo a que un flujo constante de escandinavos/Rus viajara hacia el sur con el fin de convertirse en miembro de la guardia. Sus emolumentos eran extraordinariamente altos para la época de tal manera que el saqueo posterior a una conquista era considerado como “un beneficio marginal”. Debido a su importancia, tras una batalla en 1016 el Emperador les decido dar un tercio del botín total, quedándose el con otro y siendo repartido el tercero entre el resto del ejercito. A todas sus ganancias hay que sumar el privilegio, que se otorgaron, de saquear las arcas imperiales cada vez que era un nuevo Emperador llegaba al trono.
En aquella practica cada Varego se llevaría todo el oro y monedas que cupieran en sus manos y nadie podía impedírselo. Se dice que El gigante Harald Sigurdson, príncipe escandinavo (y futuro Rey) quien se desempeñó como oficial de alto rango de la Guardia durante muchos años durante el 1030, amaso tal fortuna mientras sirvió en Constantinopla que regreso a Noruega con la mayor riqueza personal jamás vista en el norte de Europa.
La conquista normanda de Inglaterra tuvo un efecto profundo y duradero en La Guardia Varagiana. En los años siguientes a 1066 la élite militar anglosajona reemplazo a la nobleza Normanda como la unidad guerrera principal. Esto molesto a muchos nobles y herederos normandos lo que llevo a muchos a emigrar y unirse a la guardia. Para el 1100 había más anglos/normandos en la guardia que escandinavos o Rus (aunque muchos de estos anglos eran en realidad anglo-daneses, descendientes de los vikingos que se asentaron en la parte oriental de Inglaterra durante las diversas invasiones danesas del siglo IX al XI). Aun así, los guerreros escandinavos de Noruega, Dinamarca y Suecia continuaron viaje a “Miklagard“, la ciudad de oro, para hacer fortuna como habían hecho sus abuelos.
A pesar de que la fortuna del Imperio Bizantino comenzó a desvanecerse a través de los siglos XIII y XV La GuardiaVarega siguió fiel a sus empleadores. Todavía en 1402, el emperador bizantino Juan VII, escribió al rey Enrique IV(el primero de los reyes Láncaster de Inglaterra) sobre los “hombres porta hachas de raza británica” que guardaban tanto a Constantinopla, como a su persona.
Es probable que los últimos miembros de la Guardia Varega murieran luchando en las brechas de los muros de Constantinopla en 1453 tratando de defender al último de los Emperadores Romanos en una última resistencia heroica. Quizás los Varegos y Jenízaros lucharon allí en feroz mano a mano, y mientras lo hacían, se pasó la antorcha de una unidad militar de elite a otra; de los guerreros de élite de la Edad Media, los vikingos, a la élite de vanguardia renacentista del Imperio otomano, los Jenízaros.
Con el final de la Guardia Varega se cerró el ciclo que se inició con los Jomsvikings, continuó con sus descendientes, los Husares anglosajones, y llegó a buen término con la Guardia Varega. Durante 500 años, estos guerreros de élite del Norte no solo fueron los más grandes soldados de infantería en Europa, si no en el mundo entero.
Fuente: http://cincodays.com/
EL NIÑO COMPADRITO DE CUZCO
EL NIÑO COMPADRITO DE CUZCO
La leyenda del Niño del Cusco, o niño compadrito, es objeto de culto en Perú. Se trata de una momia de 50 centímetros, envuelta en un manto con filigranas doradas y rematada por un cráneo.
El siniestro cráneo posee ojos de vidrio pintados de celeste, una peluca y una corona de plata. Los curas católicos aseguran que el cráneo no es de un humano sino de un simio y que la corona es de latón. Una figura que produce escalofrios. Algo que inspira terror como todo lo que se relaciona con lo diabólico, según la descripción que hizo el padre Jorge Huaman, desde el púlpito de la Iglesia de la Merced.
La amenaza de que los idólatras se consumirán en el infierno no provoca la menor impresión entre aquellos que le atribuyen al Niño compadrito o niño de Cusco el poder de sanar a los desahuciados o de provocar la muerte a sus enemigos.
Los martes y los viernes que es cuando se le rinde culto, alrededor de 400 personas le llevan las más diversas ofrendas caramelos, billetes, cirios, flores, joyas, para que atienda a sus pedidos, algunos de los cuales es la muerte de sus enemigos. Pues, dicen que El Niño solo habla en sueños. Según la leyenda, el cráneo y el esqueleto pertenecen al hijo de un malvado virrey español y de una bondadosa princesa incaica, de ahí su facultad de hacer el mal o el bien.
En 1975, monseñor Luís Vallejos, obispo de Cusco prohibió el culto aduciendo que fomentaba y pertenecía la oscuridad. La imagen fue trasladada a un escondite cerca del pueblo de Huayllabamba, al sur de Machu Picchu, donde se le siguió venerando de forma clandestina. Además, el accidente automovilístico en que perdió la vida monseñor Vallejos, en 1982, fue visto como una venganza divina y el Niño Compadrito ganó miles de nuevos adeptos, incluso entre la gente ilustrada.
El culto al Niño Compadrito se remonta a la época del Virreinato, cuando los españoles dominaban el antiguo imperio de los incas. Documentalistas argentinos que realizaron un video del caso, cuentan que durante las filmaciones las cámaras dejaban de filmar, y un corte de luz afectó la zona en los alrededores. Más que odiarlo y combatirlo, el niño compadrito debe ser tratado con respeto, ya que según cuentan los creyentes sus poderes han sido probados varias veces.
Fuente: http://www.todomisterios.com/
La historia del “auto maldito” en que se desató la Primera Guerra Mundial
La historia del “auto maldito” en que se desencadenó la Primera Guerra Mundial
Todos los historiadores coinciden en que los siguientes hechos cambiaron para siempre la historia de la humanidad. El domingo 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando, heredero del imperio Austro-Húngaro, junto a su esposa, la archiduquesa Sofía de Hohenberg, visitaban la ciudad de Sarajevo, la capital de la provincia imperial de Bosnia y Herzegovina, anexada años antes. El matrimonio imperial había decidido pasear en un bonito coche de época de seis plazas y motor de 4 cilindros, de color rojo, construido en 1910 por la marca austriaca Grâf und Stift.
Pero la pareja jamás pudo terminar el paseo. Fueron asesinados a tiros por Gavrilo Princip, un joven nacionalista miembro del grupo radical “La joven Bosnia”, lo que provocó una serie de hechos en cadena. Austria le declaró la guerra a Serbia y consecuentemente echó a correr el complicado engranaje de la política de alianzas de la Paz Armada, lo que dio inicio a la Primera Guerra Mundial, conflagración que devastó a casi toda Europa y dejó más de 9 millones de muertos.
Sin embargo, el auto en que se movilizaba el asesinado heredero del imperio Austro-Húngaro también escribió su propia y sangrienta historia. Después del asesinato del archiduque Francisco Fernando y su esposa, todos sus futuros propietarios fueron víctimas de infaustos sucesos, que incluyen accidentes y algunas inexplicables muertes.
El siguiente dueño del automóvil Grâf und Stift fue el general Oskar Portiorek quien, después de una dura derrota militar y un amargo viaje a Viena, terminó sus días recluido en un manicomio aquejado de problemas mentales. El coche pasó entonces a un capitán del ejército, quien falleció mientras lo conducía. Al parecer, este oficial habría hecho una arriesgada maniobra para no atropellar a dos transeúntes que se cruzaron en su camino, pero habría terminado estrellándose contra un árbol.
El automóvil llegó entonces a poder del gobernador de Yugoslavia, quien sufriría cuatro accidentes mientras iba en el coche, en el último de los cuales perdió un brazo. Convencido que el auto traía mala suerte, este funcionario le vendió el coche a uno de sus amigos, un escéptico doctor de apellido Srikis, quien se burló de la supuesta mala fama del auto. El galeno moriría seis meses después, al volcar mientras manejaba el mentado vehículo.
Con posterioridad, el coche fue adquirido por Simón Mantharides, un reputado joyero y coleccionista de antigüedades. Este sujeto, al contrario de los anteriores propietarios, no perdió la vida a bordo del coche, pero se suicidó por causas desconocidas. El Grâf und Stift pasó a continuación a manos de otro coleccionista, un exitoso doctor que de la noche a la mañana comenzó a experimentar graves problemas económicos y a perder pacientes. Este galeno, convencido que el auto le había traído mala suerte, lo revendió a un corredor de nacionalidad suiza, quien increíblemente falleció a los pocos días, mientras lo conducía a gran velocidad en una carretera de Europa.
La leyenda popular afirma que, a continuación, el carro pasó a manos de un rico terrateniente de Sarajevo. Pero, mientras éste paseaba feliz conduciendo su nueva adquisición, el Graef und Stift se quedó parado sin motivo aparente. Se cuenta que cuando estaban atándolo a un carro de bueyes para transportarlo al taller de reparaciones, el auto, convertido ya a esas alturas en un verdadero vehículo infernal, se puso en marcha súbitamente, atropellando a su nuevo dueño y cayendo por un barranco.
La leyenda negra del Grâf Und Stift no terminó aquí. Pese a estar parcialmente destrozado, Tiber Hirshfield, propietario de un negocio de vehículos de alquiler, lo adquirió y lo restauró, ya que por sus características –se lo llamaba el Rolls Royce de Austria- parecía un coche perfecto para ser usado en eventos formales como matrimonios y fiestas de gala. Hirshfield, además, pintó su carrocería de color azul, pues pensaba que la triste fama de la que gozaba el auto estaba relacionada con su infernal color rojo. Pero, para su desgracia, el Grâf und Stift seguiría dejando una estela de muerte, entrando con todos los merecimientos en la funesta galería de fierros endemoniados. La primera vez que fue utilizado para transportar a los invitados de una boda, mientras intentaba pasar una larga fila de coches, el auto misteriosamente se salió de control y se estrelló. Cuatro de los cinco ocupantes del coche murieron en el acto. Hirshfield, quien hacía las veces de chofer, fue uno de ellos.
Algunos historiadores afirman hoy que esta increíble cadena de sucesos trágicos sólo es una curiosa leyenda urbana que ha crecido con el tiempo en Internet sin mayores pruebas. Pero, lo único cierto es que el supuesto “automóvil maldito”, el mismo que estuvo presente en el estadillo de la Primera Guerra Mundial y desató posteriormente una inexplicable ola de muertes, fue comprado más tarde por el gobierno de Austria y trasladado –junto al uniforme ensangrentado que usaba el archiduque Francisco Fernando el día de su asesinato- al Museo de Historia Militar de Viena, lugar donde permanece en la actualidad. Curiosamente, durante la Segunda Guerra Mundial, este museo fue intensamente bombardeado por la aviación aliada, lo que significó que una gran parte de su valiosa colección resultara destruida. Pero, curiosamente, el “auto maldito” no recibió ni un sólo rasguño.
Fuente: http://www.guioteca.com/
La historia de Roma: Fundación, expansión y declive
Una expedición arqueológica halla 22 pecios en el archipiélago de Fourni (Grecia)
Una expedición arqueológica halla 22 pecios en el archipiélago de Fourni (Grecia)
Una expedición arqueológica greco-norteamericana ha localizado los restos de 22 barcos naufragados, del 700 a.C. al siglo XVI, en el archipiélago de Fourni, situado entre las islas de Icaria y de Samos, junto a la costa oeste de Turquía, según informan los responsables del proyecto, una colaboración entre el Eforato de Antigüedades Subacuáticas de Grecia y la Fundación Náutica RPM.
“Preveíamos una temporada exitosa, pero nadie estaba preparado para esto. Los pecios se encontraban, literalmente, por todas partes”, explica George Koutsouflakis, el director griego de la primera expedición de arqueología subacuática en el archipiélago de Fourni. El emplazamiento subacuático, que sólo ocupa unos 44 kilómetros cuadrados, podría convertirse en “la capital mundial de barcos naufragados antiguos”, según el comunicado.
Las naves han sido halladas en el transcurso de trece días en algún lugar indeterminado de Fourni. El archipiélago se localiza en medio de dos rutas antiguas del mar Egeo oriental: una que va de este a oeste y otra de norte a sur, esta última conectando el Egeo con el Levante mediterráneo, en Oriente Próximo.
Los pecios han sido fechados entre la Época Arcaica (700-480 a.C.) y finales de la Edad Media (siglo XVI). Varios de ellos datan de la Época Clásica (480-323 a.C.) y de la Época Helenística (323-31 a.C.), pero más de la mitad se remontan al Bajo Imperio romano (300-600 d.C.). “El volumen de barcos hundidos en Fourni, una isla sin grandes ciudades ni puertos, habla sobre su importancia en la navegación y los peligros que entrañaba el Egeo oriental”, expresa Peter Campbell, codirector del proyecto, de la Universidad de Southampton.
El cargamento que transportaban las naves ofrece información valiosa sobre las rutas marítimas antiguas. “No sólo resulta asombroso el número de pecios, sino también la variedad de sus mercancías, algunas de las cuales se han hallado por primera vez”, revela Koutsouflakis en relación a las ánforas u otros recipientes, completamente inéditos en tres de los pecios.
Se han recuperado ánforas de Samos de la Época Arcaica; ánforas de Sinope del Bajo Imperio romano, con forma de zanahoria; y grandes ánforas del mar Negro, fechadas en el siglo II d.C., para almacenar salsa de pescado. Los arqueólogos han mapeado el yacimiento con fotogrametría, para obtener imágenes en 3D, y han rescatado algunos de los objetos más representativos de cada barco, que serán analizados y exhibidos en museos. Las exploraciones subacuáticas continuarán el año que viene.
Fuente: http://www.historiayarqueologia.com/
Majapahit: El efímero Imperio que derrotó a los Mongoles
Majapahit: El efímero Imperio que derrotó a los Mongoles
Los Mongoles son conocidos en gran medida por ser unos de los pueblos más conquistadores de la historia. Al extender sus fronteras, muchos otros imperios fueron destruidos y sus dinastías reemplazadas. Pero quizás no sea tan conocida la expedición Mongola a Java (enviada cuando reinaba la dinastía Yuan de Kublai Khan en China). Esta expedición finalizó con la derrota de los Mongoles, y dio lugar al nacimiento de una de las últimas grandes potencias del Sudeste Asiático, el Imperio Majapahit.
La historia del Imperio Majapahit comienza a finales del siglo XIII en el reino Singhasari, con Raden Wijaya, fundador del Imperio, y Jayakatwang, último monarca del reino Singhasari. Kertanegara era el suegro de Raden Wijaya, cuyo trono había sido usurpado por Jayakatwang. Raden Wijaya, sin embargo, fue perdonado, y se le concedió Trowulan, al Este de Java. Esta ciudad sería más tarde la capital del Imperio Majapahit.
Según las fuentes chinas, con anterioridad a la traición de Jayakatwang, Kertanegara había provocado las iras de Kublai Khan. Kertanegara se había negado a pagar tributo a la Dinastía Yuan, había maltratado al enviado Yuan y se había atrevido incluso a desafiar a Kublai Khan. En consecuencia, el Emperador decidió castigar a Kertanegara enviando 1000 barcos para someter a su reino. Las fuentes javanesas, sin embargo, nos pintan un cuadro diferente. En lugar de mostrarnos a Kertanegara negándose a pagar tributo a los Mongoles, se nos dice que el rey había sido un fiel vasallo de los Yuan. De este modo, la expedición enviada a Java por Kublai Khan no tendría como misión castigar a Kertanegara, sino auxiliar a Raden Wijaya. Ésta se debería a que Raden Wijaya había enviado un mensajero urgentemente al Emperador solicitando ayuda en su guerra contra Jayakatwang. No solo eso, sino que Raden Wijaya además habría prometido ofrecer a cambio a Kublai Khan poder elegir entre las más bellas princesas del Reino Singhasari.
Las Puertas de Bajang Ratu y Wringin Lawang (Trowulan, Java Oriental, Indonesia)
Independientemente de las diferentes versiones de los hechos, una expedición Mongola comandada por Shi-bi, Ike Mese y Gaoxing, fue enviada a Java en el año 1293. Por su parte, Raden Wijaya no dudó en aliarse con las fuerzas mongolas y derrotó a Jayakatwang. Tras la victoria, se permitió a Raden Wijaya regresar a su capital con el supuesto propósito de disponer el tributo debido a la dinastía Yuan. Pero Raden Vijaya no tenía intención de convertirse en vasallo de los Mongoles y decidió expulsar a la fuerza expedicionaria Mongola de Java. Lo consiguió lanzando un ataque por sorpresa sobre el campamento enemigo. Los desmoralizados Mongoles se retiraron a sus barcos y emprendieron el viaje de vuelta a China tras haber perdido 3.000 hombres.
El Nacimiento del Rico y Poderoso Imperio Majapahit Raden Wijaya fue coronado Emperador Majapahit, y el Imperio comenzó a expandirse lentamente. Por otro lado, debido a su posición estratégica en la ruta comercial de las especias, el Imperio Majapahit se hizo inmensamente rico gravando con derechos de aduana las mercancías que se transportaban a través de su territorio. La edad dorada del Imperio Majapahit, sin embargo, parece que tuvo lugar durante el reinado de Hayam Wuruk, que ocupó el trono desde 1350 hasta 1389 y fue asistido por un primer ministro igualmente formidable, Gajah Mada.
Mapa que muestra los territorios que abarca el Imperio Majapahit en el siglo XIV
Durante el tiempo que ejerció su cargo, Gajah Mada incorporó Bali, Java y Sumatra al Imperio Majapahit. Aunque Gajah Mada murió en torno al 1364, la expansión del imperio continuó. Para 1365, todo el Archipiélago Malayo, con la excepción de Sri-Vijaya y dos de sus colonias, había sido conquistado por el Imperio Majapahit. En 1377, Palembang, capital de Sri-Vijaya, se rindió a las tropas de Hayam Wuruk. El reino de Singapura, satélite de Sri-Vijaya, también fue conquistado poco tiempo después. No obstante, no había sido destruido por completo, y sus descendientes volverían en el futuro para ocasionar más problemas al Imperio Majapahit
El Imperio Majapahit solo pudo gozar de una corta vida, ya que su poder empezó a declinar poco después de la muerte de Hayam Wuruk. Al mismo tiempo, el Islam se estaba expandiendo en la región, y muchos reinos se estaban convirtiendo a la nueva fe. Entre ellos se encontraba el reciente Sultanato de Malacca, fundado por el último Rajá de Singapura.
Al mantenerse fiel a la religión Hindú-Budista, el Imperio Majapahit no fue capaz de competir con sus vecinos musulmanes, y continuó desintegrándose hasta colapsar entre el año 1478 y principios del siglo XVI.
Fuente: http://squitel.blogspot.com.es/
Alonso de Ercilla, poeta, soldado y héroe del Imperio Español
Alonso de Ercilla, poeta, soldado y héroe del Imperio Español
Nuestros gloriosos, pero a menudo olvidados méritos imperiales fructificaron a menudo en una figura que es casi única en la historia militar y literaria europea, acaso incluso mundial, la del poeta soldado. Vayan por delante y en formación acaso los más ilustres, como Garcilaso de la Vega y Francisco de Aldana, héroes de nuestra siempre fiel infantería, y dos más que excelentísimos poetas.
No olvidemos a muchísimos otros y hasta Lope de Vega, nuestro Fénix de los Ingenios, tuvo las agallas de alistarse como voluntario en la que fuera desvencijada por el Atlántico en las costas de Irlanda ese Armada Invencible (así la denominaron cun cruel sarna los ingleses, apóstatas de renombre que siempre han hecho del insulto y la burla de Nuestra Nación una de sus más esforzadas industrias, aunque en tantas industrias debieran poner pies en polvososa y con el rabio entre las piernas ante nuestro salvaje coraje). Pero sepan que entre nosotros, de siempre se la conoció como la Gran Armada.
Uno de estos alféreces y vates fue Don Alonso de Ercilla y Zúñiga (Madrid, 7 de agosto de 1533-29 de noviembre de 1594) fue un poeta y soldado español, que fuera conocido y reconocido principalmente por ser el autor de La Araucana, gigantesco poema épico sobre la Conquista de Chile, texto arrebatador y que daba cuenta de las innúmeras y cruentísimas a los indígenas propios del país, los mapuches.
Al año, Alonso de Ercilla, quedó huérfano de padre y su hermano mayor también murió muy joven y pronto, la familia Ercilla pasó de ser una familia con posibles a convertirse en un clan acuciado por la necesidad. De modo y manera que muerto el mayor de los hijos, Alonso fue remitido a la Iglesia, en tanto que ya principiaba con un puñado de sus atrevidos versos, comenzaba a afilar el acero toledanao de su espafda y era aagraciado por el favor del Emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Se aposentó, pues, Don Alonso, allende la Mar Océana cuando en 1556 llega al Perú y acompaña a García Hurtado de Mendoza, a la sazón recién nombrado gobernador y capitán general de Chile, donde se habían sublevado los araucanos. En el alargadísimo país andino estuvo algo más de año y medio batalló en lides como las deLagunillas, Quiapo y Millarapue con los indígenes araucanos, siendo testigo de la muerte de Caupolicán, protagonista de su poema: La Araucana, poema épico de exaltación militar en 37 cantos, donde narra los hechos más significativos de la guerra de Arauco contra los citados araucanos o mapuches).
La Araucana, el libro que le dio fama y gloria a Don Alonso de Ercilla para los siglos de los siglos fue considerada por el mismísimo Miguel de Cervantes como una de las mejores obras épicas en verso castellano que haya producido España, e incluso, el Manco de Lepanto y la salva novelísticamente del fuego a que fue sometida la biblioteca de don Quijote.
Después de residir en el Perú, Ercilla volvió a España en 1562, donde publicó su gran obra (1569), dedicada a Su Majestad Católica Felipe II y fue nombrado gentilhombre de la Corte y Caballero de Santiago, la mayor distinción de la época, ey comenzó, igualmente, una fructífera tarea diplomática. En el año de gracia de 1570 se casó con María de Bazán y se instaló en Madrid, donde terminó las partes segunda (1578) y tercera de su poema (1589).
El gran vate, soldado y diplomático murió a los 61 años en 1594. Sus restos reposan en el Convento de San José situado en la ciudad de Ocaña en Toledo.
Fuente: http://www.abc.es/
El mito de que la bandera confederada americana está inspirada en el Imperio español
El mito de que la bandera confederada americana está inspirada en el Imperio español
En los últimos días, la bandera identificada con el bando confederado durante la Guerra de Secesión americana (1861-1865), que sigue ondeando en algunos edificios oficiales del estado de Carolina del Sur, ha centrado el debate en EE.UU. por sus connotaciones racistas. Pero más allá de la polémica actual, existe la creencia equivocada de que «la Cruz Sureña» está inspirada, como las de muchos estados norteamericanos con herencia hispánica, en la Cruz de San Andrés usada por el Imperio español. Otro error común es creer que la famosa bandera «rebelde» tuvo la categoría de oficial durante la guerra.
La primera bandera oficial de la Confederación, llamada de «Barras y Estrellas», se inspiró en las armas del Archiducado de Austria, que acabarían originando más tarde la actual enseña nacional de Austria, y fue diseñada por el artista prusiano Nicola Marschallen Marion, Alabama. Sin embargo, el gran parecido de esta bandera –incluso con las posteriores modificaciones– con la empleada por la Unión, el bando norteño, hizo imposible que pudiera ser usado en el combate. Las tropas tenían muchos problemas en distinguir quién era el enemigo y quién el amigo.
Para remediar la confusión de la bandera «Barras y Estrellas» con la de la Unión, el general del ejército de Virginia P.G.T. Beauregard, entre otros, adoptó la Bandera de Batalla con la famosa cruz diagonal para encabezar a sus tropas. La «Navy Jack» confederada, también llamada «Cruz sureña», fue la precursora de esta enseña, salvo porque empleaba un azul más pálido. El diseño fue obra original del congresista de Carolina del SurWilliam Porcher Miles –muy posiblemente inspirado en la bandera de la Unión Jack– con la intención de convertirla en bandera nacional, pero fue desechada por el Gobierno confederado por parecerse demasiado a unos tirantes cruzados. El número de sus estrellas blancas fue evolucionando conforme avanzaba el conflicto hasta que finalmente tuvo un total de 13, que representan a los 13 estados de los Estados Confederados de América.
La «Cruz sureña» se usó en batalla desde noviembre de 1861 hasta la derrota final. Tras la guerra, se convirtió en el símbolo más universalmente reconocido del sur de Estados Unidos, donde se la denomina familiarmente como bandera «rebelde», y es, entre otras cosas, un icono de la música country y el movimiento rockabilly, de raíces afroamericanas, que no la consideran ni mucho menos un símbolo racista ni xenófobo. A nivel oficial, la bandera sudista sigue presente en las enseñas de Georgia y Misisipi, y, además, ondea enel Capitolio de la ciudad de Columbia, Carolina del Sur, desde 1961, en honor a los caídos en aquella guerra.
España, presente en la simbología de EE.UU.
La creencia de que esta cruz, que guarda gran similitud con la cruz de San Andrés, está inspirada en la bandera del Imperio español nace de la profunda herencia hispánica todavía presente en la simbología de EE.UU, sobre todo en la zona del sur del país. Los conquistadores españoles fueron los primeros europeos en recorrer la mayor parte del territorio de lo que son los actuales EE.UU. Así, el conquistador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue el primer europeo que pisó territorio texano el 6 de noviembre de 1528. El reverso actual del escudo de Texas, que incorpora las seis banderas de las naciones que ejercieron su soberanía sobre dicho territorio, reserva un importante hueco a España. En concreto, la bandera española está representada por la actual rojigualda con el escudo de Castilla y León en su interior.
Además del escudo, Texas sigue conservando su herencia hispana en los nombres españoles de cientos de pueblos, ciudades, condados y zonas geográficas de su territorio. Cuarenta y dos de los 254 condadostienen nombres o españoles o derivaciones anglicanizadas tales como «Galveston». Lo mismo ocurre con los nombres de algunos accidentes geográficos como «Llano Estacado», «Montañas Guadalupe» e «Isla Padre» que sirven como recordatorio de los exploradores yconquistadores españoles que cruzaron Texas mucho antes de que los ingleses se establecieran en la costa del Atlántico de Norteamérica.
Cuando los actuales estados de Alabama y Floridacrearon sus banderas oficiales a finales del siglo XIX y principios del XX quisieron reconocer su pasado hispánico a través de la cruz diagonal roja, que algunos identifican de forma errónea con la cruz sudista, pero que fue usada por el Imperio Español en el periodo de los Habsburgo. Nada que ver con la bandera que William Porcher Miles diseñó con la vista puesta en la del Reino Unido, que también cuenta con una Cruz de San Andrés, pero, en su caso, en referencia a la bandera de Escocia e Irlanda.
Fuente: http://www.abc.es/