Vuelo 610 de Lion Air

El Vuelo 610 de Lion Air fue un vuelo de pasajeros doméstico operado por la aerolínea indonesia donde el trayecto previsto desde el Aeropuerto Internacional Soekarno-Hatta en Yakarta hasta el Aeropuerto Depati Amir en Pangkal Pinang no llegó a completarse.
Unos trece minutos después del despegue realizado el 29 de octubre de 2018, el Boeing 737 MAX 8 que cubría la ruta impactó en el mar de Java en las cercanías de la isla de Java.
Es el accidente más letal que involucra a un Boeing 737, superando el vuelo 812 de Air India Express y el segundo más grave de 2018, tras el accidente del Il-76 de la Fuerza Aérea de Argelia en el que murieron 257 personas.
Las investigaciones preliminares revelaron problemas de control de vuelo en el vuelo anterior de la aeronave, así como señales de fallos en el sensor de ángulo de ataque (AoA) y otros instrumentos en ese y en vuelos anteriores, vinculados a un posible defecto de diseño relacionado con el sistema automático de estabilización (MCAS) de la serie 737 MAX.
Como resultado, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos y Boeing emitieron advertencias y avisos de capacitación a todos los operadores de la serie 737 MAX para evitar que el MCAS provocara una inmersión abrupta similar al vuelo de Lion Air.
Sin embargo, estas advertencias no se implementaron en su totalidad y se sospecha que los problemas de ese diseño están involucrados en el accidente del 10 de marzo de 2019 del Vuelo 302 de Ethiopian Airlines, también operado por un Boeing 737 MAX 8 que se estrelló poco después del despegue.
Las 157 personas que viajaban a bordo fallecieron en el accidente y planteó más dudas sobre la seguridad del modelo de aeronave, dada la similitud con el accidente del vuelo de Lion Air, y provocó pues que varios países suspendieran los vuelos con este modelo.
Un resumen del informe final de octubre de 2019 decía que «el MCAS fue la causa principal del accidente, un sensor defectuoso, un mantenimiento inadecuado, una formación deficiente de los pilotos y una clara falta de atención a los problemas anteriores con la misma aeronave fueron factores contribuyentes».
El avión utilizado era un Boeing 737 MAX 8 con registro PK-LQP, impulsado por dos motores LEAP CFM International. y adquirido por Lion Air el 13 de agosto de 2018 enviándose a Indonesia dos meses antes del accidente pues solo había realizado unas 800 horas en servicio.
El mismo aparato sufrió cambios inusuales de velocidad y altitud en un vuelo realizado el día anterior, o sea, seis horas antes del accidente, además de un retraso de tres horas y problemas en cabina relacionados con la iluminación y el aire acondicionado.
Según el consejero delegado de Lion Air, los problemas técnicos sufridos por la aeronave fueron solucionados pues de acuerdo con los protocolos establecidos antes del accidente.
El vuelo despegó de Yakarta a las 6:20 a. m. del 29 de octubre hora local (11:20 p. m. del 28 de octubre UTC) y así su aterrizaje en el aeropuerto Depati Amir en Pangkal Pinang, Indonesia, estaba programado a las 7:20 a. m.

El avión siniestrado en el lugar del accidente
Despegó en dirección oeste y poco después se reorientó con rumbo noreste, que mantuvo hasta que se estrelló en alta mar aproximadamente a las 6:33 a. m. al noreste de Yakarta, en una zona con una profundidad estimada de 35 metros.
La aeronave alcanzó una altitud máxima de aproximadamente 5000 pies (1500 m) y su transmisión final mostró así una altura de aproximadamente 3650 pies (1110 m) con una velocidad de 345 nudos (639 km/h).
Según un funcionario de la oficina de búsqueda y rescate de Pangkal Pinang, la tripulación de vuelo había solicitado la autorización para regresar al aeropuerto de origen en algún momento durante el vuelo y el lugar del accidente tuvo así lugar a 34 millas náuticas (63 km) de la costa de la Regencia de Karawang, en la isla de Java.
A bordo de la aeronave viajaban 181 pasajeros, de ellos tres eran menores, seis tripulantes de cabina y dos pilotos de Lion Air, veinte empleados del Ministerio de Finanzas, siete miembros del Consejo del Representante Popular Regional de Bangka Belitung y tres jueces de tribunales superiores y nacionales se encontraban entre los pasajeros.
La Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate de Indonesia (Basarnas) inició una operación de búsqueda y rescate, con la asistencia de la Fuerza Aérea de Indonesia.

Una de las cajas negras encontradas tras el accidente
Basarnas envió barcos y helicópteros junto con unas 150 personas al lugar del accidente y también participaron navíos civiles en respuesta a la noticia del siniestro de la aeronave, entre los que se encontraba el remolcador AS Jaya II, que informó a las autoridades en Tanjung Priok ya que había presenciado el accidente de un avión a las 6:45 a. m. y localizó restos del aparato en el agua a las 7:15 a. m pues también se encontraron restos de la aeronave en una refinería en la zona de la costa próxima al lugar del accidente.
Un portavoz de la agencia confirmó a la prensa que el avión se había estrellado, aunque a las 9:00 a. m. un funcionario de Tanjung Priok dijo que no había surgido información sobre el estado de los pasajeros y luego Muhammad Syaugi, jefe de Basarnas, confirmó más tarde que había habido víctimas, sin especificar un número.
El 30 de octubre se encontró una de las cajas negras de la aeronave siniestrada, en concreto el registrador de datos de vuelo, pero no aún la de las grabaciones de voz de cabina. y así el 31 de octubre se identificó a la primera víctima del accidente.
El 28 de noviembre, la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte (KNKT) publicó la versión preliminar así de su informe sobre el accidente, en la que exponen que la aeronave debería haberse declarado no apta para volar después de las incidencias registradas en el vuelo anterior y que se repitieron en el vuelo accidentado.
Estas incidencias consistieron en la entrada en funcionamiento del sistema automático de prevención de entrada en pérdida pese a no ser necesario. Sin embargo, el informe no concluyó que esta o ninguna otra pudiera ser considerada la causa definitiva del siniestro, para lo cual sería necesario recuperar la otra caja negra de la aeronave, que era pues la que contenía las grabaciones en cabina.
El 14 de enero de 2019, buzos de la Marina de Indonesia encontraron la grabadora de voz de cabina enterrada bajo la profundidad de ocho metros de lodo en el fondo del mar de Java, dentro del área de búsqueda de 500 a 1000 metros desde el sitio del accidente.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Vuelo_610_de_Lion_Air