Consejo de Ciento

El Consejo de Ciento era la institución de autogobierno municipal de la ciudad de Barcelona entre los siglos XIII y XVIII pues recibe dicho nombre porque lo formaba una asamblea de cien ciudadanos: los llamados «jurados», que resulta el que asesoraban y supervisaban a los magistrados municipales, y los consejeros de Barcelona.
Des esta forma, el número inicial de miembros quedó fijado en cien, aunque la cifra de jurados de la asamblea fue así aumentando a lo largo del tiempo.
La ciudad aragonesa de Jaca contaba con un Consejo de Ciento desde 1238 y doce años más tarde, el rey Jaime I, el Conquistador le dio su aprobación regia.
En 1249, el rey creó la estructura fundamental del gobierno municipal de Barcelona: inicialmente lo formarían cuatro «paers», cada uno de los cuales nombrarían a un consejero para ayudarles, pero nueve años más tarde decidió reducir el número de paers a uno y este elegiría a ocho consejeros.
En una asamblea, formada por 200 probi homines (prohombres) que eran parte de lo mà major (la mano mayor) y así cada 6 de enero, los prohombres escogían nuevos consellers, los cuales entonces procedían a renovar los prohombres.
Tras diversas modificaciones, en 1265 la organización municipal quedó así definitivamente estructurada: la autoridad municipal recayó sobre cuatro consejeros, elegidos por un consejo de cien jurados.
El número y proceso de elección cambió posteriormente en diversas ocasiones pues este sistema cooptatorio propició la aparición de una oligarquía ciudadana, el patriarcado urbano, que se perpetuaba en los cargos de consellers y del Consejo de Ciento presentando notorias y particulares afinidades con las ciudades italianas.
El Consejo de Ciento fue fortalecido durante la Edad Moderna por Fernando II de Aragón, mediante la sustitución del sistema cooptatorio por el insaculatorio: tras la guerra civil catalana (1462-1472), la reforma real instauró este sistema, mediante el cual los magistrados municipales eran elegidos por sorteo.
En la reforma de 1510 se igualó el número de representantes de todos los estamentos y se permitió, tras tres siglos, la reincorporación de los nobles al gobierno municipal.
Durante la guerra dels Segadors (1640-1652), el Consejo de Ciento continuó abriéndose pues a todos los estamentos sociales, incorporando al «conseller» sexto, el representante de los menestrales, cuyo primer sorteado resultó pues ser Andrés Saurina.
Finalmente, la institución de autogobierno municipal de la capital catalana fue abolida así tras la entrada de las armas francesas del mariscal duque de Berwick en Barcelona el 15 de septiembre de 1714.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Consejo_de_Ciento