Asesinato de John Lennon

En la mañana del 8 de diciembre de 1980, la fotógrafa Annie Leibovitz fue al apartamento de Ono y Lennon para realizar una sesión fotográfica para la revista Rolling Stone. La misma había prometido a Lennon que una fotografía con Ono sería la portada, pero inicialmente trató de obtener una imagen del artista solo.
Leibovitz recordó que «nadie quería a Ono en la portada» pero entonces Lennon insistió en que tanto él como su esposa debían estar en la portada, y después de capturar las imágenes, Leibovitz abandonó el apartamento del matrimonio.
Después de esto, Lennon dio la que sería su última entrevista al DJ de San Francisco, Dave Sholin, para un programa musical en la RKO Radio Network y las 5 p. m., Lennon y Ono abandonaron su apartamento.
Mientras Lennon y Ono caminaban hacia su limusina, fueron rodeados por varias personas que buscaban autógrafos; entre estas, se encontraba Mark David Chapman.
Chapman, un empleado de hospital de 25 años de edad y proveniente de Honolulu, Hawaii, había ido en una primera ocasión a Nueva York para matar a Lennon en noviembre, pero había cambiado de opinión y regresó a su hogar.
Silenciosamente, le entregó a Lennon una copia de Double Fantasy, y el músico lo firmó. Tras hacerlo, Lennon cortésmente le preguntó, «¿Es todo lo que quieres?», y Chapman asintió. El fotógrafo Paul Goresh tomó una foto del encuentro.
La pareja pasó varias horas en el estudio antes de regresar al edificio Dakota a las 10:50 p. m. Lennon no quiso comer fuera para poder estar en casa a tiempo para dar las buenas noches a su hijo de cinco años, Sean, antes de que este fuese a dormir.

Lennon firmado un autografo a su asesino Mark Chapman
El portero del edificio Dakota, José Sanjenís Perdomo, y un conductor de un taxi, vieron a Chapman parado en la sombra del arco Ono caminó delante de Lennon hacia la recepción y mientras este pasaba, Chapman le disparó cinco balas de punta hueca con un revólver .38 Special de Charter Arms.
En la radio, televisión, y periódicos se reportó que, antes de los disparos, Chapman habría gritado «Sr. Lennon para, posteriormente, dejarse caer en una «posición de combate», no se menciona en las audiencias judiciales ni en las entrevistas con los testigos.
Chapman ha dicho que no recuerda haber gritado el nombre de Lennon antes de dispararle pues un tiro falló, pasando por encima de la cabeza de Lennon e impactando en una ventana del edificio Dakota.
Sin embargo, dos tiros le dieron en el lado izquierdo de su espalda y dos más penetraron a través del hombro izquierdo y las cuatro balas infligieron graves heridas, con al menos una de ellas perforando su aorta.
Lennon subió cinco peldaños hacia el área de seguridad, dijo: «me dispararon», y se desplomó pues tras ello el conserje Jay Hastings cubrió al músico con su uniforme, y le quitó las gafas; luego llamó a la policía.
En el exterior, el portero Perdomo quitó la pistola de la mano a Chapman y la pateó lejos de la acera pues este último, a continuación, se quitó el abrigo y sombrero para prepararse a la llegada de la policía para mostrar el que no llevaba ningún tipo de arma oculta, y se sentó en la acera.

La multitud frente al edificio Dakota tras el asesinato de John Lennon.
El portero le gritó a Chapman: «¿Te das cuenta de lo que has hecho?», a lo cual este, con mucha calma, le dijo: «Sí, acabo de disparar a John Lennon».
Los primeros policías en llegar fueron Steve Spiro y Peter Cullen, quienes estaban en la Calle 72 junto a calle con Broadway cuando escucharon un reporte de disparos ocurridos en el edificio Dakota.
Cuando los oficiales llegaron encontraron a Chapman sentado «muy calmado» en la acera e informaron que Chapman había dejado caer el revólver al suelo y sostenía un libro de bolsillo, The Catcher in the Rye, de J.D. Salinger.
Chapman había escrito un mensaje en la parte interior de la tapa del libro: «Para Holden Caulfield. De Holden Caulfield. Ésta es mi declaración». Más tarde diría que su vida reflejaba la de Holden Caulfield, el protagonista del libro.
El segundo equipo de policías en llegar unos pocos minutos después estuvo compuesto por James Moran y Bill Gamble que inmediatamente cargaron a Lennon en su coche patrulla y le llevaron rápidamente al St. Luke’s-Roosevelt Hospital Center.
El oficial Moran dijo que colocaron al cantante en el asiento trasero y luego le preguntó «¿Sabes quién eres?»; hay versiones contradictorias sobre lo que sucedió después.
En una de ellas, se dice que Lennon asintió ligeramente y trató de hablar, pero solo fue capaz de emitir un sonido de gorgoteo y perdió el conocimiento poco después.
El Dr. Stephan Lynn recibió a Lennon en la sala de emergencias del nosocomio pues cuando Lennon llegó, este no tenía pulso y no respiraba.

Ficha policial de Chapman el día de su detención
Lynn y otros doctores trabajaron durante 20 minutos, abriendo el pecho de Lennon e intentando hacer un masaje cardíaco manual para restablecer la circulación, pero el daño en los vasos sanguíneos alrededor del corazón era inconmensurable.
Lennon fue declarado muerto a la llegada a la sala de emergencias del Roosevelt Hospital a las 11:15 p. m. por el Dr. Lynn y la causa de la muerte se reportó como una hipovolemia, causada por la pérdida de más del 80 % del volumen sanguíneo.
El Dr. Elliott M. Gross, jefe del Servicio Médico Forense, dijo que nadie podría haber vivido más de unos pocos minutos con tales heridas múltiples de bala, pues Lennon había sido herido con cuatro balas de punta hueca, que se expanden al entrar en el objetivo.
Ono, llorando mientras decía: «Ay no, no, no, no… díganme que no es verdad», fue llevada de inmediato al Roosevelt Hospital y entró en estado de shock después de saber que su marido había muerto.
El día siguiente, Ono emitió una declaración: «No hay ningún funeral para John. John amó y rezó por la raza humana. Por favor, hagan lo mismo por él. Con cariño, Yoko y Sean».
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_John_Lennon