Tiroteo de Tucson de 2011

El Tiroteo en Tucson de 2011 fue un ataque perpetrado el 8 de enero de 2011 en el estacionamiento de un supermercado Safeway en Casas Adobes, cerca de la localidad estadounidense de Tucson (Arizona) en el cual murieron seis personas, entre ellas el juez federal John McCarthy Roll.
Otras 18 personas fueron heridas y entre los heridos estaba la representante por el 8.º distrito congresional de Arizona Gabrielle Giffords que recibió un disparo en la cabeza, dejándola en estado crítico. y el sospechoso fue identificado como Jared Lee Loughner.
El tiroteo ocurrió poco después de las 10 a. m. MST cuando la Representante de Arizona, Gabrielle Giffords, atendía una reunión llamada «Congress on Your Corner» en un supermercado Safeway en Tucson.
La primera llamada del 9-1-1 fue hecha a las 10:11 a m donde un testigo afirmó haber escuchado entre «15 a 20 disparos» y mientras se informó que Giffords había recibido un disparo en la cabeza el juez federal John McCarthy Roll falleció en el tiroteo.

El supermercado Safeway con la policía y los sanitarios
La supervivencia de la congresista demócrata Gabrielle Giffords y la de varias personas están ligadas a Daniel Hernández, un joven de origen latino de 20 años de edad.
Este corrió hacia donde se encontraba la congresista Giffords, y empezó a revisar el pulso de las personas que se encontraban tiradas en el suelo.
Al ver a la congresista con una herida crítica en la cabeza (por la cual emanaba mucha sangre), le acomodó la cabeza, la levantó hacia su pecho para que no se ahogara con la sangre e hizo presión sobre la herida para así reducir el sangrado.

Jared Lee Lougner
La Agencia Federal de Prisiones detuvo a Loughner tras el tiroteo sin posibilidad de poder pagar fianza en la Institución Correccional Federal de Phoenix.
Loughner fue acusado en la corte federal de un cargo de intento de asesinato de un miembro del Congreso, dos cargos de asesinato de un empleado federal (incluyendo el juez federal John Roll), y dos cargos de intento de asesinato de un empleado federal.
La abogada Judy Clarke fue designada para representar a Loughner ante la corte federal que le acusa y dado que uno de los asesinados fue el juez de la localidad, el 10 de enero de 2011 los jueces federales en Tucson se auto-descalificaron del caso, el resto del poder judicial federal del estado de Arizona haciendo lo mismo al día siguiente para evadir el sesgo del caso.
Los fiscales que representan al Estado de Arizona, con jurisdicción concurrente en el asunto, anunciaron su intención de presentar cargos de homicidio e intento de asesinato en nombre de las víctimas que no eran empleados federales.
En mayo de 2011 el juez Larry Burns explicó que Jared Loughner, de 22 años, «estába gravemente enfermo mental» y que es incapaz de entender el proceso en su contra y ayudar a su propia defensa.
La decisión del juez se produce poco después de que Loughner, que se ha comportado en todo momento de un modo confuso e ilógico, fuera expulsado de la sala por un altercado.
Tras este incidente, el joven fue claramente sometido a diversas evaluaciones psiquiátricas durante un total de cinco semanas en la prisión federal de Misuri.
El procedimiento a seguir era someter al joven a un tratamiento de ocho meses para ver si mejora su estado mental y así poder comenzar de nuevo el proceso judicial.
«Creemos que con la medicación y el tratamiento adecuado puede recuperar la competencia», ha explicado Robbie Sherwood, portavoz de la fiscalía.
El martes 7 de agosto de 2012, el juez Larry Alan Burns, encontró a Loughner apto para ser juzgado sobre la base de las evaluaciones médicas y se declaró culpable de 19 cargos en la audiencia, lo que le salvó de la pena de muerte.

La congresista Gabrielle Giffords
La audiencia comenzó con Loughner escuchando con calma el testimonio de la Dra. Christina Pietz, psicóloga forense de Loughner, quien declaró que había mostrado síntomas depresivos en 2006 y le fue diagnosticado formalmente con esquizofrenia en 2011.
La sentencia se fijó para el 15 de noviembre de 2012 a las 10 a. m. hora local pero no podría incluir la pena de muerte, debido a que el acuerdo con el fiscal de culpababilidad acordaron una setencia de cadena perpetua y sin posibilidad de libertad condicional.
Al declararse culpable en el trato, Loughner renunció automáticamente su derecho a más apelaciones por lo que Loughner debía pagar una indemnización de 19 millones de dólares, 1 millón de dólares para cada una de las víctimas.
Loughner calmadamente respondió que entendía cada cargo, y firmado con sus iniciales después de cada una de las páginas del acuerdo y temblorosamente firmó su nombre a la misma, en la fecha del 6 de agosto.
El 8 de noviembre de 2012, Loughner apareció frente a la Corte de Distrito de los Estados Unidos, el juez Larry Alan Burns, del tribunal de Tucson, lo sentencio a siete cadenas perpetuas consecutivas (140 años) sin libertad condicional.
A pesar de que fue condenado y sentenciado en un tribunal federal, aún cabía la posibilidad de que Loughner podría ser juzgado por asesinato y otros delitos en corte de Arizona pero finalmente la fiscal del Condado de Pima Barbara Lawall declaró más tarde que no le iba a procesar.
Lawall dijo que, después de hablar y consultar personalmente con cada una de las víctimas sobrevivientes y los familiares de los fallecidos, estaba claro que no iban a ser beneficiados por una fiscalía estatal.
Las víctimas sobrevivientes y los miembros de las familias, dijo Lawall, están «completamente satisfechos con la fiscalía federal», que «se ha hecho justicia», y que la sentencia federal es «suficientemente severa».
En este momento está cumpliendo sus siete cadenas perpetuas, o sea, 140 años en el centro médico de EE.UU. para prisioneros federales en Springfield, Misuri.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Jared_Lee_Loughner