La batalla de Gravelinas

Tras la brillante actuación de Manuel Filiberto de Saboya en la batalla de San Quintín, Enrique II de Francia preparó su desquite, o sea, pidió ayuda naval al sultán otomano y alentó a los escoceses para invadir Inglaterra por el norte.
Tras ello, reclutó un nuevo ejército en la Picardía, que puso en manos de Luis Gonzaga, duque de Nevers, y otro ejército que lo puso bajo el mando del duque de Guisa.
Lo primero que hizo fue llamar al duque de Guisa, que se encontraba operando en Italia contra el general español, el gran duque de Alba y una vez en Francia le ordenó la conquista de Calais, la última posesión inglesa importante en el norte de Francia.
Tras solo siete días de asedio, las tropas inglesas se rindieron y entregaron la ciudad a Guisa pero se cree que los defensores habían pactado entregar la ciudad con el único pretexto de desprestigiar a la reina María Tudor, que estaba casada con Felipe II y por ello aliada con España.
Tras la conquista de Calais, dejó al señor de Termes como gobernador de la ciudad, y avanzó hacia la ciudad de Thionville que tomó el 22 de junio de 1.558.
La pérdida de Calais dejó el flanco derecho, la costa de Flandes, a merced de los franceses y fue entonces cuando ambos ejércitos pusieron sus ojos en Gravelinas, una posición clave en la entrada occidental a Flandes que fue rápidamente reforzada con tropas españolas y valonas.
Mientras Guisa siguió atacando las posesiones inglesas en Francia y el duque de Nevers lanzaba nuevas acciones de distracción, el señor de Termes, gobernador de Calais, avanzó sin oposición al frente de 12.000 infantes, 1.200 jinetes ligeros, 500 gendarmes (caballería pesada) y 300 arcabuceros a caballo, y mucha artillería, por la costa arrasando las poblaciones que encontró en dirección a Flandes.

Batalla de Gravelinas 1558. Despliegue inicial
Al toparse con Gravelinas (25 km de Calais), Termes ordenó en un primer momento asediar la plaza, pero, al percatarse de que estaba bien defendida se limitó a bloquear la ciudad con una pequeña fuerza y siguió avanzando con el grueso del ejército.
Tras pasar el río Aa por su desembocadura, conquistó Dunkerque y Nieuport (actual Nieuwpoort en Bélgica, a 75 km de Calais), amenazando Brujas y Bruselas.
Felipe II levantó con los escasos recursos económicos que aún tenía a su disposición un ejército para hacer frente a la tercera incursión francesa donde Manuel Filiberto de Saboya, vencedor de San Quintín, estaba ocupado siguiendo los movimientos del duque de Guisa.
Por tanto, el mando del nuevo ejército recayó en Lamoral, conde Egmont, primo de Felipe II que había mandado la caballería ligera en la batalla de San Quintín.
Sus efectivos eran 12.500 infantes (1.000 infantes españoles, 2.000 milicianos alistados en las localidades cercanas, 7.500 mercenarios alemanes y 2.000 infantes flamencos y valones) y 3.000. jinetes (500 herreruelos o jinetes con pistolas, 2.000 jinetes flamencos, 500 reiters alemanes).
Las ordenes dadas a Egmont eran hostigar la retaguardia francesa evitando el enfrentamiento directo, ya que las fuerzas francesas se suponía que eran muy superiores.

Batalla de Gravelinas 1558. Primeros movimientos
Tras atacar Nieuport, las tropas francesas creyeron oportuno regresar sobre sus pasos, posiblemente se habían enterado de la llegada de Egmont, en parte por estimar que habían estirado mucho su línea de abastecimiento y, en parte, por la salud de Termes, que sufría de gota y estaba paralizado de las cuatro extremidades.
Al enterarse de la retirada, el conde de Egmont abandonó los bagajes y las máquinas de guerra y se dirigió a marchas forzadas para cortar la retirada al francés.
Egmont se presentó en Gravelinas el 13 de julio de 1.558 y sorprendido por la rapidez de la maniobra imperial, Termes no tuvo mas remedio que presentar batalla, se encontraba con el río Aa a su espalda, el mar a su izquierda y su derecha totalmente atestada por la columna de bagajes de su propio ejército.
Los franceses disponían de 10.000 infantes (4.000 gascones, 5.500 mercenarios alemanes), 2.000 jinetes (300 arcabuceros a caballo, 1.200 jinetes ligeros, 500 gendarmes) y 9 piezas de artillería (6 culebrinas y 3 falconetes). Desplegaron de en dos líneas de la siguiente manera:
- Primera línea la caballería; en el centro situó los 500 gendarmes o caballería pesada, en los flancos la caballería ligera (800 en el izquierdo y 400 en el derecho) y en las alas los arcabuceros 150 en cada una, también intercaló la artillería.
- En segunda línea la infantería: en el centro los 5.500 mercenarios alemanes; y 2.000 gascones en cada flanco.
- Reserva 500 infantes y en el flanco izquierdo situó los carruajes para proteger el flanco.
Los imperiales incomprensiblemente desplegó de forma similar:
- Primera línea la caballería: en el centro Egmont con 500 reiters, en los flancos los jinetes flamencos, (500 en cada flanco), ala izquierda 500 herreruelos, ala derecha 1.000 flamencos.
- Segunda línea infantería: en el centro 4.500 mercenarios alemanes bajo el mando de Schuwendi, flanco izquierdo 3.000 mercenarios alemanes mandados por Mümchausen, flanco derecho 3.000 infantes españoles y valones mandados por Carvajal.
- Reserva: 2.000 infantes milicianos, no desplegó artillería porque la había dejado atrás.
Egmont en una acción poco meditada inició la batalla al frente de su caballería pesada cargando contra el centro francés, seguido del resto de la caballería imperial.
La caballería ligera imperial formada por los herreruelos y los lanceros sufrieron grandes pérdidas y debido a ello se retiraron colocándose detrás de la infantería.
Mientras el en el centro, la artillería francesa concentra sus fuegos contra Egmont, y los gendarmes franceses cargan contra él, que se retiró tras la infantería imperial.
Los gendarmes persiguieron a los jinetes imperiales y Termes viendo a toda la caballería imperial en fuga, mandó avanzar a la infantería y tras ello los gendarmes chocaron contra la infantería imperial y además los arcabuces acribillaron a la caballería francesa, causándoles numerosas bajas.
La caballería francesa se retiró y chocó contra su propia infantería que avanzaba, creando desconcierto pues ante esta situación Egmont ordenó avanzar a la infantería imperial.
Una vez confrontadas las infanterías, la batalla pareció sumida en una lenta sangría sin que ninguno de los bandos fuera capaz de decidir el vencedor, sobre todo en las posiciones dominadas por los mercenarios alemanes, que se mostraron poco dispuestos a matarse entre sí.

Asedio de Gravelinas 1558. Vista del campo de batalla
La contienda solo cambió de color cuando el capitán Luis de Carvajal, que mandaba el flanco derecho imperial, ordenó a una compañía de 200 arcabuceros colarse por el flanco enemigo con la intención de disparar desde la línea de carruajes que protegía el campamento francés.
Como consecuencia de esta decisión, entonces los españoles abrieron fuego sobre la retaguardia francesa buscando poner en fuga al grueso de la infantería.
Pero el golpe de gracia a los franceses lo causaron los disparos de cañon de una flotilla, probablemente la flota guipuzcoana, aunque se cree que eran barcos ingleses, que apareció por sorpresa en la retaguardia gala.
Toda la línea enemiga se vino abajo y Egmont fue incapaz de frenar el sucesivo baño de sangre pues sin escapatoria y con el océano a la espalda, el número de bajas francesas fue muy elevado.
La población local, afín al Imperio español, se recreó en la persecución con más de 7.000 muertos franceses, 3.000 fueron hechos prisioneros y tan solo 1.500 hombres consiguieron huir, el resto yacía muerto o prisionero en el campo de batalla, el señor de Termes, fue hecho prisionero. Los franceses se vieron obligados a replegarse a sus fronteras. Los imperiales tuvieron 700 muertos y 1.000 heridos.
Tras esta nueva derrota, que se sumaba a la de San Quintín, Enrique II de Francia se vio obligado a firmar la paz con Felipe II en la llamada paz de Cateau-Cambrésis en 1.559.
Fue precisamente a raíz de ese tratado que Felipe II contrajo matrimonio con Isabel de Valois, hija de Enrique, mientras que Manuel Filiberto hizo lo propio con Margarita de Valois , hermana del rey e hija de Francisco I de Francia.
Fuente: https://arrecaballo.es/edad-moderna/el-imperio-espanol/guerras-con-francia/