Ley de las XII Tablas

Las XII Tablas son el cuerpo normativo más conocido, y probablemente el más importante, del Derecho de la antigua Roma.
La elaboración de la Ley de las XII Tablas se produjo hacia mediados del siglo V a.C., cuando el Senado republicano decidió enviar una comisión de tres magistrados a Atenas para conocer la legislación del gobernante griego Solón, inspirada por el principio de igualdad ante la ley.
A la vuelta de esta comisión el Senado decidió constituir otra comisión integrada por diez magistrados patricios y presidida por un cónsul para la elaboración de la Ley. El trabajo de la comisión duró un año elaborándose las diez primeras tablas en el año 451 a.C.
En el año 450 a.C. se crea otra comisión, esta vez formada por patricios y plebeyos, que elabora las tablas once y doce, o sea, a estas tablas se las denominó injustas porque mantuvieron la prohibición de contraer matrimonios mixtos entre patricios y plebeyos.
Las XII Tablas serían ratificadas por el Senado y definitivamente aprobadas por las asambleas populares en los comicios centuriados.
Aunque no se sabe con certeza el contenido exacto que tuvieron las XII Tablas debido a las referencias así que hay hacia ellas en la historiografía romana se puede decir que contendrían lo siguiente:
Tablas I, II, III
Las Tablas I, II, III contendrían el Derecho procesal privado, o sea, el procedimiento que regulan es el de las acciones de la ley, acciones judiciales en que en virtud de la Ley de las XII Tablas podrían ejercer pues los ciudadanos romanos para la defensa de sus derechos.
El proceso se caracterizaba por su excesivo formalismo, las partes debían pronunciar pues determinadas palabras, a veces muy complicadas, obligatoriamente si querían tener posibilidades de ganar el litigio o debían realizar ritos y detrás de este formalismo estaba la impronta religiosa.
El pretor era el magistrado que presidía el proceso, encauzándolo y fijando la controversia, pero el juez (arbitro privado) que dictaba sentencia era un ciudadano elegido de común acuerdo por las partes.
La ejecución de la sentencia condenatoria de un deudor se regulaba muy detalladamente pues aunque resulta morbosa por ser personal y cruel, es fruto del consenso que tuvo la elaboración de las XII Tablas por parte de patricios y plebeyos; como los deudores solían ser los plebeyos, esta regulación constituía un principio de seguridad jurídica, el plebeyo podía saber lo que le esperaba en el caso de ser insolvente.
Tablas IV, V
Las Tablas IV, V contendrían Derecho de Familia y Sucesiones, o sea, regulan normas relativas a la tutela de menores de edad no sujetos a patria potestad al haber fallecido su padre o bien, las normas relativas a la curatela, para administrar los bienes de aquellas personas pródigos, enfermos mentales o incluso los discapacitados. También habría normas para tutelar a las mujeres solteras una vez fallecido el padre pues de ellas se harían cargo familiares próximos.
En estas tablas por primera vez se limita legalmente el poder absoluto del paterfamilias sobre su familia y en relación con la mujer se estableció el divorcio a favor a la mujer, la mujer se divorciaba ausentándose durante tres días del domicilio conyugal con ese propósito.
En relación con los hijos, el paterfamilias perdía la patria potestad de sus hijos si los explotaba de forma comercial en tres ocasiones, ya que el hijo quedaba emancipado.
En materia de sucesiones se da preferencia a la sucesión testada en relación con la intestada pues si la sucesión era intestada la ley establecía como primeros herederos a los herederos sui, de derecho propio, esto es los hijos y la mujer como una hija mas.
Si no había herederos sui, heredaba el agnado mas próximo al fallecido; aquellos parientes que estuvieron sujetos con el fallecido a la potestad de un ascendiente común.
Si tampoco existían herederos agnados, heredaban los gentiles, aquellas personas con el mismo gentilicio o apellido que derivaban de la misma gens que el fallecido.
Tablas VI, VII
Las Tablas VI, VII contendrían negocios jurídicos de la época, serían Derecho de obligaciones y Derechos reales que regulan el negocio jurídico del nexum, en la que el deudor asume así la obligación de hacer la prestación al acreedor, en caso de incumplir quedaría sometido a la potestad del acreedor sin necesidad de sentencia judicial, o sea, el nexum fue derogado por la ley Poeteliae-Papiliae.
También regulan la stipulatio o sponsi, en la que el deudor asume la obligación de hacer la prestación al acreedor y en caso de incumplimiento el acreedor podía ejercitar una acción judicial para obtener así una sentencia tras el juicio.
En el campo de los derechos reales se regularían la mancipatio y la in iure cessio, negocios jurídicos que hacían posible la transmisión de la propiedad de las res mancipi (medios de producción; capital, trabajo –fincas, edificios, esclavos, animales de tiro y carga, etc.–).
Estos negocios estaban rodeados de solemnidades. El mero contrato de compraventa no bastaba para transmitir la propiedad de cosas importantes, por lo que había que realizar uno de estos dos negocios para que la propiedad se transmitiera de modo pleno.
La mancipatio consistía en realizar el negocio jurídico ante un libripens (el que portaba la balanza) y con 5 testigos, ciudadanos romanos varones y mayores de edad. La in iure cessio se realizaba ante el pretor, que actuaba como el actual notario, dando fe pública del negocio.
La usucapio consistía en la adquisición de la propiedad de buena fe por el paso del tiempo y además con justo titulo (dos años para bienes inmuebles, un año para bienes muebles).
En la Tabla VII además se contendrían normas relativas a relaciones de vecindad entre fincas colindantes.
Tablas VIII, IX
Las Tablas VIII y IX contendrían el Derecho Público y el Derecho penal de la época pues resulta así que se caracterizan porque contienen tanto normas muy arcaicas como normas modernas, lo que refleja de una forma clara un periodo de transición.
El público se ocuparía de los crimina o ilícitos penales que eran atentados contra el pueblo romano, como el perduleio o traición al pueblo romano y de los ilícitos más graves como el parricidium o homicidio. Con ello, los crimina eran perseguibles de oficio y sancionados con la pena capital o en su caso el exilio.
El privado se ocuparía de los delicta, ilícitos privados, de menos gravedad y de persecución a instancia de la víctima o de sus familiares.
Estos ilícitos eran castigados con pena pecuniaria a favor de la víctima, pero siempre dependiendo de la gravedad de mismo y Delicta serían delitos de daños a bienes de terceros, el furtum o robo y la inuria o delito de lesiones.
En la Tabla IX se establece la prohibición de concesión de privilegios por lo que todos los ciudadanos son iguales ante la ley.
Tabla X
Recoge una serie de normas que se refieren al orden de la vida interna de la ciudad, o sea, que se prohíbe la incineración e inhumación de los cadáveres en la ciudad, se intenta así evitar incendios, o incluso que la presencia de un cadáver atente contra la salubridad pública y se prohibía también el excesivo lujo en los funerales.
Tablas XI, XII
Contiene la prohibición del connubium (matrimonio entre patricios y plebeyos) y poco después resulta así que esta prohibición fue derogada por la Ley Canuleia.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_las_XII_Tablas