La industria farmaceútica: los medicamentos la tercera causa de muerte en el mundo

Según Peter Gotzsche, profesor de farmacología de la Universidad de Copenhague, la industria esconde que los fármacos son la tercera causa de muerte del mundo, o sea, se cifra en 197.000 los muertos al año en Europa por culpa de los fármacos y en España, el 95% de la formación de médicos depende pues de esta industria.
Según expone este científico en su libro Medicamentos que matan y crimen organizado, las empresas que fabrican los fármacos corrompen los sistemas de salud y esconden que los fármacos son la tercera causa de muerte del mundo, tras las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Gøtzsche, director y profesor del Nordic Cochrane Center, compara así a las farmacéuticas con el crimen organizado porque, en su opinión, capitalismo y salud casan mal. «No trabajan para mejorar la salud, sino para obtener los máximos beneficios» y para ello «extorsionan, cometen fraude, violan la legislación y mienten», denuncia.
El libro, editado por Los Libros del Lince, cifra en 200.000 los muertos en EE UU al año por fármacos y, así según el farmacólogo Joan Ramón Laporte, que introduce la edición española, en Europa resulta así que al menos 197.000 personas fallecen anualmente por esta causa.
Gøtzsche es conocido por criticar las mamografías sistemáticas a partir de los 40 años porque, según el, generan más daño que beneficios ya que asegura que dos de cada tres cánceres de mama cuando son así detectados son falsos llevando a la mujer a la quimioterapia y unos tratamientos con importantes efectos adversos.
El experto danés ha sido especialmente crítico con los antipsicóticos y antidepresivos, de los que ha dicho que «deberían estar prohibidos en adolescentes y jóvenes».
El autor y Laporte, remarcan que los antidepresivos no son efectivos contra la depresión, «sino que más bien aumentan la tasa de suicidios del 2 al 4,5% anual».
Además, Gøtzsche recuerda que la fluoxetina se aprobó por primera vez en Suecia con sobornos donde la agencia reguladora alemana la consideró totalmente inadecuada contra la depresión.
Los expertos han denunciado que empresas como Pfizer, Glaxo o Lilly, en psiquiatría, y otras compañías, han vendido fluoxetina y antidepresivos ocultando así que incrementan la tasa de suicidios en lugar de reducirla y Merck no dijo que su antiinflamatorio Vioxx producía infartos antes de tener que retirarlo del mercado.
Como consecuencia de todo ello, para Laporte el problema es que el 95% no los receta un psiquiatra, sino un médico generalista a personas que no están deprimidas, sino tristes.
Los expertos son muy críticos con la invención de nuevas enfermedades para vender tratamientos, como el TDAH (Transtorno por Déficit de Atención) que apareció tras las quejas de los maestros de niños que no atienden en clase.
En EE UU, el 11% de los escolares están diagnosticados de TDAH; los fármacos que toman actúan como la anfetamina y la cocaína y sólo mejoran el comportamiento en clase, pero no su rendimiento escolar pues además producen lesiones cerebrales.
También han alertado contra la polimedicación y han citado como ejemplo Dinamarca, un país con 5,5 millones habitantes donde se toman ocho millones de dosis diarias y una de cada 8 personas toma sobre unos 5 medicamentos o más al día.
Cuando un médico extiende una receta los pacientes deben preguntar al médico –según han coincidido en señalar los dos expertos– para qué sirve, qué beneficios se esperan, cuánto tiempo hay que tomarlo, si se puede esperar para ver si hay una mejoría espontánea y si es compatible con otros medicamentos.
También defienden que hay que luchar para que la formación continuada de los médicos sea de forma independiente y no la financien los laboratorios, como ocurre en España, en donde el 95% depende de la industria.
Otro logro de esta industria es ser el principal actor de su propia regulación, o sea, hasta el punto de que las agencias reguladoras son servidoras de la industria, según denuncian los dos expertos.
La industria farmacéutica es el tercer sector de la economía, tras el armamento y el narcotráfico, pues en EE.UU tiene unos beneficios cuatro veces más altos que los otros sectores industriales, además de ser el sector que acumula más delitos por estafa al Gobierno.
Fuente: https://www.20minutos.es/noticia/2233098/0/medicamentos/tercera-causa-muerte/industria-farmaceutica/