La leyenda del árbol de Amate
Cuenta la leyenda que las noches de cada viernes en este árbol se aparecía el diablo, dejando siempre un olor a azufre. Las personas que sabían de dicho acontecimiento se acercaban al árbol para invocarlo y hacerle alguna petición o una brujería. Tal fue el caso de un joven ambicioso que siempre quería tener más de lo que podía.
Un día alguien le dijo a este joven que fuera al árbol de Amate, que allí se aparecía el diablo y que le concedería todo lo que él le pidiera. Sin dudar, un sábado por la noche el joven se decidió ir al Amate e invocar al diablo llamándolo tres veces, el chamuco se le apareció y le preguntó qué quería, a lo que el joven respondió: dinero y mujeres. El chamuco le dijo que le daría todo lo que deseaba con la única condición de que fuera a visitarlo todos los viernes a las 9 de la noche. El joven aceptó y desde entonces empezó a tener mucho dinero y las mujeres lo buscaban.
Al pasar el tiempo el joven empezó a sentir un profundo arrepentimiento, por lo que ya no quiso ir más a ver al diablo, se dice que el diablo empezó a aparecérsele por todas partes, así que él recurrió a un fraile de San Francisco, y aunque el fraile logro curarlo, el joven quedo loco para siempre.
El árbol de Amate, fue sembrado en 1779, en la unión de vías, que en aquellos tiempos se conocía como »Las Cinco Calles», y lo que hoy en día los guatemaltecos conocen como »Plaza el Amate».
Fuente: http://www.deguate.com/