El misterio del caso Olson: la CIA acusada de asesinar al científico que experimentó con el LSD con fines militares

Frank Olson (17 de julio de 1910 – 28 de noviembre de 1953) fue un científico del Ejército de los Estados Unidos que murió bajo misteriosas circunstancias mientras realizaba una investigación de guerra biológica.
Posteriormente el Gobierno de los Estados Unidos admitió la administración de grandes dosis de LSD sin su conocimiento. Su familia fue indemnizada. La muerte de Olson fue calificada inicialmente como suicidio, pero el veredicto fue controvertido y el gobierno reconoció la administración de LSD en grandes dosis.
Olson trabajaba como químico en un departamento del ejército, la División de Operaciones Especiales de Fort Detrick, en Frederick (Maryland). Sus investigaciones siguen siendo secretas, aunque se sabe estaba involucrado en el desarrollo de armas biológicas.
Durante mayo y diciembre de 1950, es testigo de como la CIA realiza experimentos terminales en Alemania, donde los individuos se administran agentes biológicos y químicos durante interrogatorios, siempre con resultado de muerte. Por ello, el objetivo es ampliar el conocimiento de la CIA de fármacos útiles para los asesinatos, interrogatorios y el control mental.
En agosto de 1951, Olson viaja a Pont-Saint-Esprit (Francia), participando en un experimento secreto MKDELTA conocido como Proyecto SPAM. Se trataba de un componente ergot LSD que se rociaba de forma encubierta a la población francesa provocando la psicosis de masas y siete muertes.
En mayo de 1953, Olson fue testigo de como en Porton Down (Reino Unido) se realizaron experimentos terminales sobre los soldados a los que se les administraba dosis cada vez mayores de gas nervioso sarín provocando la muerte. Pues el objetivo era comprobar la reacción de la LD50 y ED50 del gas nervioso sarín en el hombre.
En 1953, como Jefe de Operaciones Especiales de la CIA, se asoció con William Sargant, que investigaba drogas psicoactivas en el Centro de Guerra Biológico de Gran Bretaña, en Porton Down.
Sin embargo, en Alemania fue testigo de brutales interrogatorios en los que veía cómo administraban alucinógenos a los detenidos para torturarlos y asesinarlos.
Manifestó su desacuerdo a Sargant y le comentó que pensaba abandonar el espionaje. A su vez, Sargant informó al espionaje británico, a quien aseguró que Olson era un riesgo para la seguridad. Las críticas llegaron a oídos de la CIA, que envío a Olson a uno de sus psiquiatras, quien recomendó que fuera internado en un siquiátrico.
Le intoxicaron con LSD sin su conocimiento, lo que le provocó una severa paranoia y una grave crisis nerviosa. En su última noche en Manhattan, le lanzaron desde el undécimo piso de su habitación del Hotel Pennsylvania, falleciendo inmediatamente. Como es costumbre, la CIA mintió. Dijo que Olson se había suicidado.
Su familia nunca tuvo detalles de la muerte hasta que en 1975 la Comisión Rockefeller empezó a desvelar ciertas actividades de la Operación MK-Ultra. La CIA admitió que le había suministrado grandes dosis de LSD sin su consentimiento y para tapar el crimen pagaron 750.000 dólares a la familia.
En 1994 su hijo Eric exigió que el cuerpo fuera exhumado. El forense determinó que Olson había sufrido un golpe en la sien izquierda previo a ser arrojado a través de los cristales rotos de la ventana de la habitación. Las heridas y laceraciones producidas por el paso a través de los vidrios no habían sangrado, lo que implicaba una lesión “postmortem”.
La prueba indica que fue asesinado y luego arrojado al vacío. Basándose en estos hallazgos, en 1996 el fiscal de Manhattan abrió una investigación, pero los culpables no aparecieron.
En 2002 la familia hizo una declaración pública en la que acusaba al gobierno estadounidense de mentir a sus ciudadanos y haber asesinado a su padre.
Frank Olson no se suicidó. Es un caso en el que la CIA mató a uno de los suyos.
Fuente: https://movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com/