La Máquina Analítica de Charles Babbage

Charles Babbage concibió una máquina de propósito general, que podía ser programada por el usuario para ejecutar un repertorio de instrucciones en el orden deseado.
El diseño de la denominada “Máquina Analítica”, de naturaleza mecánica, incluye la mayoría de las partes lógicas de un ordenador actual donde era capaz de almacenar 1000 números de 50 dígitos cada uno, nunca pudo ser construida por Babbage, dado que en esa época la tecnología disponible no estaba a la altura del proyecto.
El matemático Charles Babbage nació en Gran Bretaña el 26 de diciembre de 1791 dedicó casi toda su vida al desarrollo de un mecanismo capaz de elaborar de forma automática las tablas de números -similares a las tablas de logaritmos– que se utilizaban en aquella época como instrumentos para facilitar los cálculos.

La Máquina Analítica en el Museo de Ciencias de Londres
Babbage sabía que las tablas disponibles contenían errores y para evitar que esto continuara ideó una máquina, aunque su diseño y construcción presentase una dificultad muy elevada, con el objetivo de poner fin a estos problemas.
Lejos de desanimarse Babbage se basó en los trabajos anteriores de Blaise Pascal y Gottfried Leibniz, quienes años atrás habían construido máquinas calculadoras para diseñar sus dispositivos.
El primer gran proyecto de Charles Babbage fue un “ordenador mecánico” llamado “Máquina Diferencial” pues a pesar de que nunca fue construida -principalmente por motivos económicos- su diseño era capaz de construir tablas de logaritmos y de funciones trigonométricas mediante un método que utilizaba polinomios.
Sin embargo, la Máquina Diferencial no podía utilizarse para hacer cálculos diferentes a los mencionados por lo que Babbage se dio cuenta que para ser útil la máquina debía ser “programable”.
Babbage comenzó a dar forma a una máquina de propósito general, a la que llamaría “Máquina Analítica” a la que dedicó años y para ello tuvo que hacer cálculos y dibujando planos.
El modelo final necesitaba para funcionar la potencia de un motor a vapor, y media unos diez metros de ancho por treinta de largo pues además de ser completamente mecánica, podía ser programada en un lenguaje similar al “ensamblador” que utilizan los ordenadores modernos.
Babbage había previsto una unidad capaz de leer tarjetas perforadas (que ya se utilizaban en telares y otros equipos similares) y una más destinada a perforar tarjetas con los resultados.
Era capaz de retener en su “memoria” 1000 números de 50 dígitos cada uno, y que disponía de una “unidad aritmética” capaz de realizar las operaciones aritméticas comunes.
Además de perforar tarjetas, la Máquina Analítica iba acompañada de una impresora y una campana que anunciaba que el artefacto había terminado su trabajo.

Plano de la Máquina Analítica de Charles Babbage
El diseño de esta impresora basta para considerar a Charles Babbage como un genio pues un siglo y medio después de que fuese diseñada, el Museo de Ciencias de Londres utilizó los planos de Babbage para construir un modelo funcional de la misma, con más de 8000 piezas y pesa unas 2.5 toneladas.
A pesar de ser simplemente uno de los periféricos de la Máquina Analítica, el artefacto permite modificar parámetros como el espaciado entre líneas, la tipografía y el número de columnas de las tablas impresas.
Pero lo que hace de la Máquina Analítica algo completamente diferente a todas las máquinas diseñadas hasta ese momento es su capacidad para alterar el funcionamiento interno en base a los dictados de un programa.
Este “lenguaje de programación” permitía realizar bucles y también la de tomar decisiones (al estilo del If-Then) ya que Babbage había previsto el uso de tres clases diferentes de tarjetas perforadas: una para las operaciones de tipo aritmética, una para la introducción de las constantes numéricas y otra para operaciones que utilizasen la memoria de datos, o sea, disponía de tres lectores diferentes, uno por cada tipo de tarjeta.
Pero tal como ocurrió con la Máquina Diferencial, Babbage nunca pudo ver construido su genial invento pero su hijo Henry P. Babbage realizó en 1910 la construcción de una parte de la Máquina Analítica, que si bien carecía de memoria y no era reprogramable, si que fue capaz de calcular una lista con los múltiplos de PI.
La lista pese a que contenía algunos errores, demostraba de forma práctica que los diseños eran correctos y hoy en día se considera a Charles Babbage como uno de los padres de la informática.
Fuente: https://www.neoteo.com/la-maquina-analitica-de-babbage/