Los asesinatos de Maria Catherina Swanenburg
Maria Swanenburg era la hija de Clemens Swanenburg y Johanna Dingjan y después de que las dos primeras hijas de María murieron a una edad temprana, se casó con Johannes van der Linden el 13 de mayo de 1868.
Tuvieron cinco hijos y dos hijas pero el matrimonio duró hasta el 29 de enero de 1886 y tras su separación recibió el apodo de «Goeie Mie» porque se encargaba del cuidado de niños y ancianos enfermos de Leiden.
Se cree que la carrera criminal de la «buena Mie» comenzó en 1879, aunque sólo se pudieron probar los asesinatos que cometió a partir de 1880 pues su «devoción» por cuidar a las personas más necesitadas se debía a motivos económicos y hereditarios.
Cuando se ponía al servicio de estas personas se ganaba su confianza con el fin de ser la heredera testamental y/o beneficiaria de las pólizas de seguro de vida que poseían sus víctimas, por lo que las asesinaba envenenándolas con arsénico.
Su propia familia tampoco se libró: el 30 de mayo de 1881 envenenó a su hermana Cornelia a un primo suyo, a su hermano Arend y los mismo hizo con sus padres y una tía suya.
Al principio nadie sospechaba de ella ya que cuando las personas enfermaban ella ponía alguna excusa para que la familia no avisara a ningún médico, así se aseguraba de que no la descubrieran.
A finales de 1883, la asesina envenenó a una hermana suya, al marido de esta y al hijo de ambos, o sea, Maria añadió arsénico en una sopa de cebada y se marchó.
Cuando comenzaron a encontrarse mal, acudieron a un vecino y este avisó al médico que al sospechar que podía tratarse de un envenenamiento avisó a la policía.
El testimonio del vecino fue clave para detener a la criminal, puesto que declaró a los investigadores que ella fue la única persona que acudió al domicilio de la familia Frankhuizen en las horas anteriores desde que empezaron a sentirse indispuestos.
Durante la investigación, se descubrió la conexión de lo sucedido entre goeie Mie y el dinero que había cobrado de los seguros -un total de 3000 florines de la época-.
Dibujo donde se ve a Maria Swanenburg envenenando el puchero
Ante tal hallazgo se exhumaron numerosos cuerpos de personas que habían recibido los cuidados de Maria y descubrieron que todas ellas presentaban restos de arsénico.
El juicio se celebró durante los meses de abril y mayo de 1885 donde fue declarada culpable de 27 muertes, aunque se sospecha que pudo haber asesinado a unas 90 personas.
Algunas víctimas sobrevivieron quedando tullidas de por vida y a pesar de ello Maria nunca tuvo remordimientos por lo que fue condenada a cadena perpetua, muriendo de una larga enfermedad en la cárcel de mujeres de Gorinchem, el 11 de abril de 1915, a la edad de 75 años.
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