Himilce, la princesa íbera

Tras la pérdida de Sicilia, en la primera guerra Púnica, Cartago necesitaba mejorar su débil economía pues el caudillo Amílcar Barca, organizó una serie de expediciones a la península Ibérica para obtener las riquezas del territorio.
Al morir Amílcar en la batalla de Illici, Asdrúbal el Bello su yerno, con diplomacia y a través de diferentes alianzas con muchas tribus de la península, se hace con el mando y funda Cartago Nova la actual Cartagena.
Al morir asesinado Asdrúbal alrededor del año 221 a.C. es nombrado como caudillo cartaginés Aníbal Barca.
Ante el temor de la invasión cartaginesa muchos reyes y jefes de las tribus del sur, pidieron protección al rey de Cástulo (Mucro), importante ciudad íbera del siglo III a.C. situada en el sur de la península ibérica, ya que temían que una vez muerto Asdrúbal se terminaría la época de paz que habían disfrutado.
Entonces, cuenta la leyenda que Aníbal se mostró muy ofendido ante los temores que le manifestó el rey Mucro, ya que tenía la intención de mantener y respetar el tratado que Asdrúbal había acordado con el rey de Cástulo y para sellar el pacto de paz y evitar nuevos enfrentamientos con los cartagineses, el rey Mucro ofreció a su hija Himilce como esposa de Aníbal.
Con este enlace la ciudad de Cástulo selló una alianza con Cartago al comienzo de la Segunda guerra Púnica.
Se cuenta que Aníbal y la princesa se conocieron en el santuario de Auringis (Jaén), se casaron en la primavera del año 221-220 a.C. en el templo de la diosas Tanit en Qart Hadasht la actual Cartagena, ciudad a la que se desplazó junto Aníbal y fue así donde permaneció mientras el Caudillo se adentró en la península Itálica, camino de Roma.
Los Oretanos ayudaron a Roma a cambio de sustanciosos privilegios, así que no cumplieron con el pacto.
Sobre la boda hay noticias contradictorias, se dice que la boda fue muy breve y que Aníbal apenas miro a la princesa, ya que la boda era solo un trámite político y también se comenta que fruto de ese matrimonio, nació un hijo llamado Aspar.
Cuando las cosas no le iban bien a Aníbal, Himilce marchó junto a su hijo hacia Cartago, donde se perdió la pista de ambos y se cree que la princesa fue enterrada en Cástulo, se le erigió una estatua funeraria en la plaza del Populo de Baeza en Linares.
El poeta Silio Itálico en su Púnica (Lib. III) narra la boda Himilce con Aníbal, nombra a su hijo Aspar y de cómo Himilce quiso evitar la guerra con Roma y, una vez declarada, la princesa quiso acompañar a su esposo a Italia, pero Aníbal se negó y la dejó en Cartago, donde murió por causa de una epidemia.
Según Tito Livio, Aníbal no tuvo ningún hijo y tampoco menciona el nombre de la princesa, parece que alude a ella cuando escribe que Cástulo, fuerte y célebre ciudad de Hispania, tan estrechamente unida a los cartagineses que la esposa del propio Aníbal era de allí, se pasó a los romanos. (XXIV, 41, 7).
Fuente: https://gladiatrixenlaarena.blogspot.com/2020/10/himilce-la-princesa-ibera.html