La tumba de Nachito el niño fantasma
La familia Torres Altamirano estaba esperando un hijo, al dar a luz la madre, los médicos se impactaron de tan peculiar caso, pues en su vida profesional nunca habían visto algún caso así, resulta que el niño tenía una aversión a la oscuridad y a los lugares cerrados.
Para que pudiera descansar sus padres abrían las puertas y ventanas y a falta de luz eléctrica e iluminaban su habitación con velas pues ante esta extrañeza los padres intentaron encontrar alguna respuesta tal enfermedad, pero todo fue en vano.
Se dice que unos pocos días después de haber cumplido el año de edad, una ráfaga de viento se coló por las ventanas abiertas apagando las velas, dejando a Nachito en total oscuridad, el pobre pequeño no puedo resistir el terror de encontrarse a oscuras y murió de un infarto.
Al día siguiente, el velador del cementerio, completamente horrorizado, le contó a las autoridades correspondientes que en la noche habían desenterrado el ataúd del niño y que lo había encontrado sobre la loza de su tumba. Lo volvieron a colocar en su lugar pero durante diez días consecutivos sucedía lo mismo, y todas aquellas mañanas la gente se reunía para ver tal espectáculo cosa que a la familia Altamirano no veía con buenos ojos.
Un día el velador fue a hablar con los padres de Nachito para ponerle solución al problema, dada la enfermedad que sufría su hijo en vida decidieron dejarlo sobre la superficie de su tumba.
Varias personas que han visitado el panteón comentan que han sentido la presencia del niño, que el simple hecho de ver la foto y la tumba en persona sientes algo extraño. En un programa de televisión retransmitieron la grabación de la voz del niño diciendo: “Oye encontraste mi tumba, me das un chocolatito”, por lo que ahora la gente que visita su tumba le deja caramelos y juguetes como regalos para el niño.
Fuente: https://es.toluna.com/