Leyendas de Costa Rica

Las leyendas de Costa Rica son una serie de relatos y tradiciones folclóricas de Costa Rica referidas a algún suceso maravilloso irreal referentes a temas heroicos, de seres mitológicos, de almas en pena, de seres sobrenaturales o sobre los orígenes de hechos o lugares y destacan:
El tesoro de la isla del Coco
Según la leyenda, durante las guerras de independencia americana, cuando las tropas de Simón Bolívar se aproximaban a la ciudad de Lima debido a ello las autoridades eclesiásticas y políticas españolas solicitaron al capitán inglés William Thompson que se llevara en su barco, el Mary Dear, o sea, un tesoro de inmensas proporciones que fue acumulado cerca de tres siglos de ocupación española en el antiguo Imperio Inca.
Este tesoro estaba conformado por toneladas de lingotes y monedas de oro y plata, láminas de oro que cubrían las cúpulas de las iglesias, junto a unos utensilios e imágenes del mismo material, incluida una imagen de la Virgen María y el Niño Jesús hechas en oro macizo, de tamaño natural.
Thompson zarpó de Lima el 19 de octubre de 1820 y se dice que, una vez en altamar, la codicia pudo más y acordó con su tripulación ocultar este tesoro en la isla del Coco, en ese momento, una isla solitaria y sin dueño.
Allí, escondió el grueso del botín en una cueva y repartió el resto entre sus hombres. Los españoles, desconfiando del inglés, enviaron una fragata para seguir al Mary Dear, el cual interceptaron en Panamá, y en donde fusilaron a toda la tripulación, excepto a Thompson y a otro marinero, con el objetivo de que les revelara el destino del tesoro.
Ambos lograron escapar, pero el marinero murió pronto, por lo que dejó a Thompson como la única persona que sabía la localización exacta de donde se encontraba el tesoro.
Desde esa época, más de 300 exploraciones se han realizado en la isla para hallar el tesoro, la última en 1994, y bajo el gobierno de José María Figueres Olsen prohibió las expediciones a la isla para buscarlo, con el objetivo de salvaguardar su ecología.
Según otras versiones, en la isla del Coco no solo estaría oculto el tesoro de Lima, sino también otro tesoro robado del puerto mexicano de Acapulco por el pirata portugués Benito Bonito, y otro tesoro por el corsario inglés Sir Francis Drake. De ninguno de los tres tesoros se tiene noticia hasta la fecha.
Las minas de Tisingal
La leyenda de las minas de Tisingal se refiere a una antigua creencia por los primeros conquistadores españoles de Costa Rica, acerca de la existencia de unas minas de oro ubicadas en algún lugar entre el valle de La Estrella y la cordillera de Talamanca, en el Caribe sur costarricense.
La leyenda está aunada al propio origen del nombre del país, puesto que los españoles creían que en esas tierras abundaba el oro, pensando así que los indígenas obtenían de vetas auríferas ubicadas en los ríos, sobre todo en la zona del Pacífico sur.
El promotor del origen de la leyenda fue Juan Vázquez de Coronado, quien localizaba esta mina fabulosa en algún lugar de lo que luego fue llamada la provincia del Duy y Mexicanos.
Coronado equiparaba la riqueza de esta minas con las de Potosí, en Bolivia, y sus expediciones a territorio nacional tenían la esperanza de encontrar los lavaderos de oro del río La Estrella y las minas de oro ubicadas en algún lugar entre las montañas de Talamanca, en los alrededores del río Coén.
La leyenda sobre la existencia de estas minas se hizo muy popular durante el siglo XIX, cuando se organizaron una decena de expediciones para salir en su búsqueda, pero las legendarias minas nunca se encontraron.
La leyenda de Tapezco
El cerro Tapezco es un monte ubicado en la provincia de Alajuela, entre los cantones de Zarcero y San Carlos donde según la leyenda su nombre deriva de un cacique indígena de la etnia de los botos o de los huetares, que habitó en el territorio que hoy conforman las llanuras del río San Carlos.
Dice esta historia que Tapezco estaba en guerra con los toris, o sea, pueblo indígena que habitaba en las llanuras del río San Juan pues un día, Tapezco subió a la cima del volcán Poás.
En el volcán habitaba una dabaiba, para consultarla, pero cuando volvió, se encontró a su pueblo desolado, con mucha gente muerta y Tapezco subió a una colina, desde la cual divisó a los enemigos que huían, por lo que llamó a la dabaiba para que le ayudase a vengarlo.
La bruja hizo que el volcán entrara en erupción, destruyendo todo a su paso hasta llegar a la corriente del río San Juan, donde formó el delta donde está la desembocadura del río San Carlos.
En el proceso, tanto Tapezco como sus enemigos perecieron, pero la colina desde donde el cacique Tapezco invocó a la bruja quedó bautizada con su nombre.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Leyendas_de_Costa_Rica