El origen del juego del monopoly

La historia oficial sobre la invención del Monopoly dice que fue idea de un hombre llamado Charles Darrow, o sea, se le habría ocurrido en medio de la Gran Depresión, época en que Darrow estaba desempleado.
Pero todo eso cambió cuando desarrolló Monopoly, que no sólo se convirtió en el juego de mesa más popular del mundo, sino que terminó salvando a la compañía Parker Brothers de una bancarrota segura.
Se supone que Darrow, un ocasional cuidador de perros y técnico en reparación de radiadores, se inspiró completamente en la ciudad de Atlanta, donde solía pasar las vacaciones con su familia.

George Swinnerton, Charles Hanford y Edward Hegeman
En cierta ocasión, cuando lo entrevistaron sobre el método que había utilizado para administrar la creación del juego, se limitó a responder: “es una monstruosidad. Completamente ilógico e inesperado”.
Aunque era mentira, pues la idea original sobre la que hizo crecer su fortuna había sido patentada 30 años antes, o sea, la patente era propiedad de una mujer llamada Elizabeth Magie, residente de Washington DC.

Charles Darrow
Magie vivía adelantada a su época, parecía más una mujer del siglo XXI atrapada en los albores del 1900 pues trabajaba como estenógrafa, tenía una casa y una finca de su propiedad, no se casó hasta que cumplió 44 años, daba clases de política y en su tiempo libre hacía lecturas.
Con la esperanza de convencer a una mayor cantidad de personas para convertirse a su ideología política, decidió crear un juego de mesa al que llamó The Landlord’s Game (“el juego del propietario”).
Poseía todos los sellos distintivos de lo que conocemos como Monopoly, incluyendo las propiedades, el tablero y la icónica casilla de “Vaya a la cárcel”.
También presentaba casillas con nombre de estaciones de ferrocarril y de servicio, tarjetas de oportunidad y una casilla titulada “Madre Tierra” que recompensaba a los jugadores con $ 100 cada vez que completaban una vuelta al tablero y regresaban a la casilla de partida.
Aquellos que tenían la mala suerte de caer en la cárcel debían pagar una fianza u obtener doble en los dados para poder salir pues el juego se basaba en la filosofía económica de Elizabeth Magie.
Los jugadores competían para acumular riqueza, pero había otro conjunto de reglas a través de las cuales los premios se repartían de forma equitativa.

Elizabeth Magie
Magie estaba en contra de los monopolios, y el juego también condensaba la ideología de uno de sus ídolos políticos, un economista que estaba convencido de que los más ricos deberían hacerse responsables por una mayor cantidad de impuestos.
Magie llegó a patentar su juego en el año de 1903, y sería publicado por la Economic Game Company donde tras ello gozó de cierta popularidad en la época y terminó llamando la atención de Charles Darwin quien lo presentó a Parker Brothers, compañía que compró la patente a Elizabeth Magie por US$ 500.
En un primer momento, se mostró muy emocionada al saber que su juego se iba a vender pero no pasó mucho tiempo hasta que se dio cuenta de que le habían comprado la patente para protegerse.
La versión “oficial” del juego de Darrow que en realidad se basaba en el de Magie simplemente disfrazó al original, diluyó un poco las reglas y resultó un éxito rotundo.
Magie llegó a protestar por el robo y la usurpación de su patente lo que hizo que durante muchos años su nombre se mantuviera en el anonimato y siendo olvidada por completo.

La patente del juego
Murió viuda y sin hijos, pero era recordada por sus conocidos como una persona que solía hablar sobre sus incursiones en la invención de juegos de mesa.
No fue sino hasta el año de 1973 cuando un profesor de economía descubrió que la Parker Brothers la había hecho a un lado de forma bastante conveniente para sus intereses.
Mientras estaba involucrado en un caso ante la Suprema Corte, peleando por el derecho a hacer sus propios juegos anti-monopolio, Ralph Anspach descubrió la historia de Elizabeth Magie.
Durante el pleito legal, el presidente de la compañía Parker Brothers que se hizo con la patente del monopoly de Magie llegó a afirmar que el juego “carecía completamente de valor”.
Anspach no sólo se rehusó a darse por vencido en su propio caso, también tomó la determinación de hacer público el verdadero origen del Monopoly, o sea, era un juego concebido por los ideales políticos de una mujer avanzada a su tiempo que por poco es olvidada por la historia.
Fuente: https://marcianosmx.com/origen-del-monopoly/