La Turbie– El trofeo de Augusto

La localidad de La Turbie está situada en la Costa azul, a escasos kilómetros de famosos centros turísticos como Menton, Mónaco o Niza.
En La Turbie se encuentra un colosal monumento construido, entre el 7 y 6 a.C., por el Senado y el pueblo de Roma en honor del emperador Augusto: el Trofeo de los Alpes o de Augusto.
Se levantó en honor de la conquista de las tierras de los Alpes Marítimos y el sometimiento de las cuarenta y cinco tribus ligures que se resistían al poder de Roma.
Entre los años 25 y 14 a.C. Augusto llevó a cabo diversas campañas para pacificar la zona de los Alpes. Las tribus celto-ligures que aquí habitaban se resistían al poder de las legiones romanas gracias a la protección que les ofrecían las montañas alpinas.
Su presencia hacía además que la estrecha vía de comunicación de la Via Aureliana, que comunicaba con las provincias occidentales de la Galia Narbonense e Hispania, no fuera segura.
Tras la pacificación de estas tierras, Augusto creó la provincia romana de los Alpes Marítimos, designando a Cemenelum (Cimiez) como la capital provincial.
En el siglo V d.C. las estatuas de Augusto y los generales fueron destruidos por los monjes de Lerins por ver en ellos un símbolo pagano y finales del siglo V d.C., el Trofeo de Augusto volvió a sufrió daños por las devastaciones provocadas por los bárbaros.
Durante la Edad Media fue convertido en fortaleza y en 1705, en el marco de la guerra entre Francia y Saboya, la fortaleza de La Turbie fue demolida y con ella los vestigios del Trofeo augustal, utilizados además como cantera para nuevas construcciones.
A finales del siglo XIX comienza a despertar interés las ruinas de La Turbie y en la primera mitad del siglo XX es reconstruido por el arquitecto francés Jules Formigé, siguiendo las líneas arquitectónicas de Vitrubio.
El monumento original se alzaba a una altura de cuarenta y nueve metros sobre el suelo, siendo visible a gran distancia donde se encuentra situado en el punto más alto de la Via Iulia Augusta, o sea, era un homenaje al gran inconmensurable poder de Roma y un recordatorio para todos aquellos que se oponían al mismo.
Se cree que la base tenía una longitud de 35m. en cada cara. La primera plataforma se elevaba a 12m. sobre el suelo y, sobre ella, se hallaba situada una rotonda con 24 columnas de caliza.
En este nivel, entre las columnas se hallarían las estatuas de los generales que combatieron bajo Augusto. La tercera parte del monumento, de forma piramidal, estaría coronada por una estatua del emperador Augusto.
Fuente: https://viatorimperi.es/la-turbie/