La absurda muerte del Rey de Grecia tras ser mordido por un mono

En 1920, un mono pondría de cabeza el destino de Grecia; el Rey Alejandro I de los Helenos fue atacado por un pequeño primate, causándole a los pocos días una dolorosa muerte.
Alejandro I se encontraba paseando por las fincas del Palacio Totoi con su perro cuando repentinamente un simio rabioso se lanzó contra la mascota del Monarca.
Sin pensarlo dos veces, éste acudió al auxilio de su fiel amigo peludo y en el intento de apartar a su mascota fue alcanzado por un mordisco del mono y ello le causaría sepsis y una dolorosa muerte días más tarde.

Diario de la época haciéndose eco de la noticia
Todo sucedió el 2-10-1920 a causa de una imprudencia del administrador de las fincas del Palacio Tatoi donde uno de sus monos se escapó de la jaula y fue a parar hasta donde se encontraban Alejandro I y su perro.
El Monarca fue asistido por los trabajadores de los viñedos que dispararon al mono y luego le realizaron las curas que creían convenientes en la pierna donde recibió la mordedura.
Poco después, el rey Alejandro pidió máxima discreción sobre el infortunio, o sea, continuó el resto del día con su no hubiera pasado nada y malherido por el salvaje animal.
Al caer la tarde, la fiebre comenzaría a manifestarse peligrosa y la herida se había gangrenado pero ningún médico se sentía lo suficientemente valiente para realizar la mutilación a un miembro de la realeza.

Aspasia Manos y Alejandro I de Grecia
Como consecuencia de ello, al no amputarle la pierna, la salud de Alejandro I cada era más grave, o sea, quedaba a la espera de un milagro pero nunca ocurrió.
Durante un poco más de dos semanas, no hubo ningún tipo de mejoría y su familia -la cual se encontraba exiliada- no fue autorizada estar presente en los últimos momentos de Alejandro, quien moriría solo.
Además, durante su entierro solo pudieron estar presentes su abuela, Olga de Grecia, y su amada esposa Aspasia Manos .
Fuente: https://www.wikiwand.com/es/Alejandro_I_de_Grecia