El asesinato de Jacqueline Moore

Jacqueline Moore, británica de 49 años, relató en Internet cómo mató a su marido, cómo descuartizó su cuerpo y cómo procedió a su incineración en un bidón de su vivienda, situada en la localidad cartagenera de Tallante.
Jacqueline Moore dijo en el juicio que era víctima de malos tratos por parte de su esposo pero finalmente fue condenada a pasar diez años entre rejas mientras que su hijo George –que pegó al hombre, Brian Moore, hasta dejarlo inconsciente y facilitó que ella lo matase– fue absuelto porque sólo se le acusaba de una falta de lesiones y esta, cuando salió el juicio, ya había prescrito.
El crimen impactaba a la opinión allá por 2004, pero tuvo lugar el 10 de octubre de 2002 pues todo comenzó como una pelea en casa en la que el esposo pegó a su esposa Jacqueline que decidió martarlo para librarse de el.
Tras ser agredida, la mujer no avisó a la Guardia Civil para que arrestase al maltratador. Sin embargo, llamó a su hijo –fruto de una anterior relación sentimental– y le pidió ayuda.
El hijo –que tenía entonces apenas 18 años de edad– llegó a la vivienda en la que había tenido lugar el episodio de malos tratos y arremetió contra el hombre que había golpeado a su madre.
Tras ello, el joven pegó tanto y tan fuerte al marido de su madre ya que llevaba unas botas con la puntera reforzada por chapas de metal y una inconsciente en el suelo Jacqueline actuó.
La mujer –según considera probado en la sentencia que posteriormente la condenaría a diez años de cárcel– agarró una almohada, la colocó sobre la cabeza de su marido y se sentó encima hasta que él dejó de respirar.
El cadáver del hombre fue trasladado a un patio exterior de la casa y ocultado bajo una lona sujeta con varias piedras de granito y transcurridos tres meses Jacqueline introdujo los restos en un bidón metálico y les prendió fuego para hacerlos desaparecer pues seguramente lo habría conseguido si no le hubiese perdido la lengua.
De hecho, Jacqueline no fue detenida hasta casi dos años después de la muerte de Brian, o sea, ella misma se delató al relatar su crimen por las redes sociales.
La familia de Brian Moore había denunciado su desaparición pocos meses después del crimen a la Policía británica que pidió ayuda a la española ya que residían en Tallante (Murcia).
Un periodista inglés, Roger Insall, se interesó por el caso y fue por su cuenta tras la pista de la que aún era una supuesta parricida, cuya confesión consiguió grabar de forma encubierta y ella se lo dijo en un chat.
Encontraron los huesos de la víctima enterrados en la casa y Jacqueline, una vez en el banquillo, cambió su declaración varias veces hasta el punto de llegar a culpar del crimen a su hijo, llegó a decir que Brian murió por accidente al caerse cuando iba borracho.
Fuente: https://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2016/08/28/mato-marido-metio-bidon-pillaron/763062.html