Persépolis y García de Silva y Figueroa

Nació el 29 de diciembre de 1551 en Zafra y era hijo de Gómez de Silva y de María de Figueroa pues su familia parece que estaba emparentada con la nobleza española.
Estudió Derecho en la Universidad de Salamanca y participó en las guerras de Flandes, llegando a alcanzar el grado de capitán y luego ocupó diversos puestos en la Administración como corregidor bajo el reinado de Felipe II.
Como corregidor, fue destinatario de dos Cédulas Reales, una con fecha del 2 de julio de 1596 y otra con fecha del 19 de diciembre de 1596, con orden expresa de reclutar gente y mandarla lo antes posible bajo las órdenes del duque de Medina Sidonia, capitán general de Andalucía, para la defensa de las costas españolas contra los ataques de la Armada inglesa.
Tras finalizar su misión como corregidor fue elegido por el Consejo de Estado (12 de octubre de 1612) para dirigir una embajada a la Corte de sah Abbás I el Grande en Persia bajo el reinado de Felipe III.
Ambas embajadas persas habían llegado en 1611 a Madrid pero los planes se vieron modificados cuando a finales de 1613 llegaron a Madrid desde Persia dos agustinos con una carta de sah Abbás I para Felipe III, donde le proponía una alianza militar contra los turcos.
Las diversas vicisitudes tras su nombramiento y el retraso que sufrieron los preparativos obligaron a García de Silva y Figueroa a permanecer durante dos años en España, hasta que el 8 de abril de 1614 lograron zarpar desde Lisboa hacia Goa, y desde allí (21 de marzo de 1617) a Ormuz, llegando a su destino aproximadamente el 29 de abril de 1617.
Luego fue a Persia, donde permaneció durante dos años en un viaje que duró un total de diez años, desde 1614 a 1624 y durante su estancia en Irán, visitó las ciudades de Lar (Lara), Shiraz, Isfahán, Kashan, Qom y Qazvin entre otras, y se presentó ante sah Abbás I el 15 de junio de 1618. P
Pese al interés que tenía Silva y Figueroa de acabar su misión, no le fue permitido pues quería hacerle entrega de los presentes que portaba como regalos de Felipe III y tratar sobre el tema de la guerra contra el imperio otomano.
Sah Abbás I no quería oír las quejas referidas a la toma de la fortaleza de Bander (Bander Abbás), la isla de Queshm ni las hostilidades que sufría Ormuz.

Felipe III y Sah Abbás I
Lo que sí hizo don García fue oír las quejas que el mismo sah Abbás I le expuso sobre la pretendida pasividad de los Reinos cristianos frente al Imperio otomano y al final sah Abbás I ordenó a Silva y Figueroa que volviera a Isfahán, con lo que no puedo finalizar su misión diplomática.
Salió el 27 de julio de 1618 de Qazvin hacia Isfahán y esta circunstancia retrasó más su vuelta a España: el 13 de agosto de 1618 entraba en Isfahán y a partir de aquí realizó descripciones de Persia y de las ciudades que había visitado.
Cabe reseñar su descripción de Persépolis, conservada también en una carta enviada al embajador en Venecia, el marqués de Bedmar. También describe la vida y costumbres de las gentes de Isfahán, entre las que cabe destacar las conmemoraciones chiítas de ashura.
Después de casi un año, llegó a Isfahán sah Abbás I, el 19 de junio de 1619, y el día 2 de agosto de 1619 se dio audiencia oficial a don García donde expuso las reclamaciones sobre las islas de Qeshm, Bahrain y la fortaleza de Bander, posesiones portuguesas que se habían perdido a manos de los persas y los árabes, junto a otros temas referidos a las alianzas contra los otomanos y diversas preguntas sobre los ingleses.

Mapa del Viaje de Garcia Silva que duró 10 años en realizarlo
Al final, obtuvo el permiso para regresar a Ormuz y de allí a España, o sea, la salida de Isfahán se produjo el 25 de agosto de 1619, llegando a Ormuz el 19 de octubre de 1619 donde tuvo que esperar a que partieran navíos hacia Goa y de esta forma volver a España.
Mientras tanto, tuvo tiempo de enviar a Felipe III informes de las pretensiones que tenían sah Abbás I y los ingleses de conquistar el enclave portugués de Ormuz y terminar así con su presencia en el Golfo Pérsico.
Por fin zarpó de Ormuz el 7 de abril de 1620 llegando a Goa, no sin antes sufrir una fuerte tempestad y el 19 de diciembre de 1620 partió hacia España en la carabela Nuestra Señora de Nazareth pero tuvo que regresar de nuevo a Goa al no poder cruzar el cabo de Buena Esperanza, llegando a principios de junio de 1621.
Mientras tanto, el Rey de España había muerto el 31 de marzo de 1621, noticia que no llegaría a Goa hasta 1622 y durante los años que pasó en Goa, fue testigo del bloqueo marítimo que ingleses y holandeses hacían a las naves que intentaban llegar a Goa en la ruta de África, o las reticencias que recibía por parte de las autoridades portuguesas en Goa y el recelo que hacia su persona mostraban.

Manuscrito de García de Silva y Figueroa del 7 de abril de 1618
De todo ello dejó interesantes notas en sus Comentarios y tal como había vaticinado, en 1622 cayó la fortaleza de Ormuz tras un ataque de persas e ingleses, exponiendo las causas de aquella perdida.
Finalmente y tras muchos impedimentos por parte del virrey Francisco de Gama para que partiera hacia España, zarpó el 1 de febrero de 1624 pero durante la travesía y habiendo rebasado el cabo de Buena Esperanza con dirección hacia Lisboa falleció el día 22 de julio de 1624.
Según el prólogo de los Comentarios dejó una gran suma de dinero para edificar la capilla del Cristo que sus padres construyeron en la iglesia del Convento de San Benito, en Zafra.
El libro de García de Silva y Figueroa Comentarios de D. García de Silva y Figueroa de la embajada que de parte del Rey de España Don Felipe III hizo al rey Xa Abas de Persia es una crónica de la embajada a Persia, en la que se puede encontrar una gran cantidad de datos fielmente recogidos, como la descripción de Persépolis y de la lengua cuneiforme que supone una información muy valiosa, pues es la primera vez que se describe la lengua cuneiforme como una escritura.
Pero no sólo se limita a describir monumentos, ciudades, y jornadas de viaje ya que también habla de las gentes de Persia, de sus costumbres, fiestas, etc.
Se trata de una obra imprescindible para entender la percepción que se tenía de Persia entre los siglos XVI y XVII y del entramado político-militar que constituían las dificultosas relaciones de Persia, España y el imperio turco otomano.
Fuente: http://dbe.rah.es/biografias/8254/garcia-de-silva-y-figueroa