La guerra de la tajada de sandía entre Los Estados Unidos y Panamá

La denominada guerra de la sandía fue un incidente que tuvo lugar el 15 de abril de 1856 cuando Jack Olivier salió a caminar con sus amigos tras una noche de juerga.
Totalmente alcoholizado y con una actitud prepotente tomó una tajada de sandía del puesto de José Manuel Luna y tras ello el comerciante le pidió los 5 centavos que costaba la tajada, a lo que Jack Olivier respondió con un insulto
Esto generaría un gran alboroto, ya que Olivier y sus amigos desenfundaron una pistola y un cuchillo pero la población local al ser conscientes de la situación se apresuraron a defender a José Manuel Luna.
Justo en ese instante llegaba a la estación ferroviaria del istmo de Panamá un tren proveniente de la ciudad de Colón con aproximadamente mil estadounidenses que salieron en defensa de Olivier y sus amigos.
La trifulca se convertiría en una batalla campal de disparos y piedras pues los estadounidenses viéndose superados en número se parapetaron en la estación de ferrocarril, y los panameños, enfurecidos, los seguirían incendiando todos los lugares donde se guarecían.
Pronto esto dejaría de ser una pelea entre civiles, ya que se terminaron involucrando la gendarmería panameña, que se unió con los granadinos, y un pequeño destacamento militar de los Estados Unidos con base en la región que se unió a sus compatriotas.
Debido a lo bien armados que estaban ambos bandos -los estadounidenses incluso contaban con un cañón liviano- ello supuso que el conflicto duraría tres días.
Esto provocó que los disturbios fueran a más, o sea, los panameños empezaron a incendiar las casas de los estadounidenses no sólo en esa ciudad sino que también en Colón y como resultado quedarían 18 muertos y 28 heridos entre ambos bandos.
Tras una fuerte mediación los estadounidenses consiguieron obtener un salvoconducto para retirarse pacíficamente y una vez se marcharon pronto se dio inicio a una fuerte serie de problemas internacionales.
Si bien ambos gobiernos se echaban culpas mutuamente, dos meses más tarde el comisionado estadounidense Amos Corwine sugeriría que una invasión al istmo de Nueva Granada.
En septiembre de ese año una fuerza invasora tomaría el control de la estación de ferrocarril y la invasión duraría sólo tres días ya que las autoridades locales accederían a una mediación.
Un año más tarde se firmaría el Tratado Herrán-Cass, donde Nueva Granada debió declararse como culpable, pagar 412 mil dólares estadounidenses en oro a Estados Unidos y ceder el control de varias islas costeras para que Estados Unidos pudiera instalar bases navales.
Conjuntamente a esto, Estados Unidos citó el artículo 35 del Tratado Mallarino-Bidlack, por lo que Nueva Granada debió, de allí en más, permitir la intervención militar estadounidense en la región que se extenderían incluso hasta el siglo XX.
Fuente: https://www.anfrix.com/2009/08/la-tajada-de-sandia-que-desato-una-invasion-estadounidense-a-panama/