El asesinato del alcalde de Chicago Anton Cermak

Giuseppe Zangara (7 de septiembre de 1900 – 20 de marzo de 1933) fue el asesino del alcalde de Chicago Anton Cermak, aunque es posible que el objetivo fuese el presidente electo de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt.
El 15 de febrero de 1933, Roosevelt se encontraba improvisando un discurso desde la parte trasera de un automóvil abierto en el área de Bayfront Park en Miami, Florida, donde Zangara vivía.
Zangara se unió a la multitud armado con una pistola calibre 32 que había comprado en una casa de empeños pero debido a su baja estatura tuvo que subirse a una tambaleante silla de metal desplegable, tratando de mirar por encima del sombrero de Lillian Cross para apuntarle a su objetivo.
Después del primer disparo, Cross y otros sujetaron su arma, y él realizó otros cuatro disparos sin apuntar donde cinco personas resultaron heridas, incluyendo al alcalde de Chicago Anton Cermak, que se encontraba parado en el estribo del automóvil al lado de Roosevelt.
Camino al hospital, Cermak le habría dicho a Roosevelt: «Me alegro de que haya sido yo y no tu, Sr. Presidente», palabras ahora escritas en una placa en Bayfront Park.
En la celda del juzgado del condado de Miami-Dade, Zangara confesó: «Tengo el arma en mi mano. Mato reyes y presidentes primero y luego a todos los capitalistas».
Se declaró culpable de cuatro intentos de asesinato y fue sentenciado a 80 años en prisión pues cuando era sacado de la corte, Zangara le dijo al juez: «Cuatro veces 20 es 80. Oh, juez, no sea tacaño. Déme cien años». El juez, consciente de que Cermak podría no sobrevivir, contestó: «Quizá luego habrá más».

Ficha policial de Giuseppe Zangara
Cermak murió de peritonitis 19 días más tarde, el 6 de marzo de 1933, dos días después de la toma de posesión de Roosevelt y de inmediato se acusó a Zangara de asesinato en primer grado (asesinato premeditado) por la muerte de Cermak.
Debido a que Zangara había intentado cometer un asesinato, resultaba irrelevante que su objetivo no fuese el hombre que finalmente asesinaría, o sea, todavía sería culpable según la ley de transferred intent.
Zangara se declaró culpable del cargo adicional de asesinato, y fue condenado a la pena de muerte y después de escuchar la sentencia, Zangara dijo: «Dame la silla eléctrica. ¡No le tengo miedo a esa silla! Capitalistas. Ustedes son criminales también. Ponganme en la silla eléctrica. ¡No me importa!»
Según las leyes de Florida un asesino convicto no podía compartir la celda con otro prisionero antes de su ejecución, pero otro asesino convicto ya estaba esperando a ser ejecutado en Raiford.
La sentencia de Zangara requirió que los oficiales de la prisión expandieran el área de espera, y la «celda de la muerte» se transformó en «corredor de la muerte».
El 20 de marzo de 1933, después de pasar solo 10 días en el corredor de la muerte, Zangara fue ejecutado en la silla eléctrica en la Prisión Estatal de Florida en Raiford.
Zangara se enfureció cuando se enteró de que no habría cámaras de noticiarios filmando sus últimos momentos y las últimas palabras de Zangara fueron: «¡Viva Italia! ¡Adiós a toda la gente pobre de todo el mundo! […] ¡Presiona el botón!».
Raymond Moley, quien entrevistó a Zangara, creía que este no era parte de ninguna trama más grande, o sea, que el principal objetivo era el asesinato de Roosevelt.

Giuseppe Zangara durante una de las sesiones del juicio
Han circulado teorías alternativas, especialmente en Chicago, donde huvo rumores de que Zangara era un asesino a sueldo que trabajaba para Frank Nitti, cabeza del Chicago Outfit (la mayor organización criminal de Chicago).
Supuestamente, el alcalde Cermak era el verdadero objetivo debido a su compromiso a acabar con la desenfrenada violencia de gangsters en Chicago y otra especulación es que Cermak estaba conectado con los rivales del Outfit en los bajos fondos.
Algunas versiones de la historia afirman que Zangara fue una distracción para que un segundo atacante le disparara a Cermak; pero este segundo atacante armado nunca fue visto.
Otro argumento dice que Zangara había sido un tirador experto en el ejército italiano (aunque no con una pistola desde grandes distancias), y supuestamente acertaría a su objetivo, de esta forma, quizá, Cermak era la víctima deseada.
Fuente: https://criminalia.es/asesino/giuseppe-zangara/