Uno de los mayores estafadores de la historia: Frank Abagnale Jr.

Frank William Abagnale, Jr. (Bronxville; 27 de abril de 1948) es un empresario estadounidense, director de Abagnale and Associates, compañía financiera de consultas de fraudes y que durante cinco años en la década de 1960, en su adolescencia, fue un falsificador de cheques e impostor.
Cuando tenía 16 años lo recogieron en el colegio y lo llevaron directo a un juzgado donde estaban sus padres y le comunicaron que sus padres se estaban divorciando y que tenía que decidir con cual de ellos se quería quedar.
A su madre la volvió a ver 7 años después pero a su padre, nunca más, o sea, ese fue el comienzo de un periplo que lo llevó por todo el mundo y lo convirtió en un maestro estafador, falsificador e impostor.
Una vez en la calle su primer paso fue cambiar la fecha de nacimiento del registro de conducir pues la pasó de 1948 a 1938 para tener 26 años y como su padre le había abierto una cuenta corriente empezó a emitir cheques sobre esa cuenta hasta que se quedó sin dinero y luego siguió emitiendo cheques sin fondos.
La policía comenzó a buscarlo por haberse fugado y por fraude bancario y su maniobra consistía en canjear un cheque propio en la ventanilla de un banco diferente en el que estaba radicada su cuenta utilizando para ello su capacidad de seducción.
Un día vio salir de un hotel a una tripulación de Eastern Airlines y pensó que si podía hacerse de uno de esos uniformes podría continuar haciendo cash cheques sin fondos escudado en ese look más profesional.
Vio el edificio de PanAm, y se dijo que esa era la línea aérea que elegiría pues informó que estaba de paso en Nueva York y en el hotel le habían perdido el uniforme de copiloto y necesitaba otro.

Frank William Abagnale, Jr. cuando era piloto
Le dieron una dirección y fue por el uniforme que ni siquiera tuvo que pagar porque se lo descontarían del sueldo y acto seguido se dirigió al aeropuerto de La Guardia y sin saber que hacer fue a un bar y un piloto de TWA le pregunta que hace un piloto de PanAm en La Guardia, si todos sus vuelos salían desde el Kennedy.
Una de las cosas que descubre es que todos los pilotos llevaban colgada una tarjeta de identificación plástica pues buscando en las páginas amarillas descubrió que había una empresa que hacia identificaciones para las líneas aéreas.
Haciéndose pasar por un interesado en comprar equipamiento fue a las oficinas y se hizo hacer una demostración del equipo y consiguió una identificación de muestra con su foto pero sin el logo de PanAm.
Al pasar por delante de una juguetería vio un modelo a escala de avión de PanAm, lo compró y de ahí sacó los stickers que pegó en la identificación pues fue así como comenzó a subirse en los aviones de otras empresas aéreas viajando con los tres tripulantes en la cabina de mando.
Mientras era piloto descubrió que los hoteles canjeaban cheques por cash a los tripulantes, entonces emitía cheques y se llevaba el cash y se enteró que en los aeropuertos también las lineas aéreas canjeaban cheques a su personal de abordo y al de otras lineas aéreas, o sea, recorría cada linea aérea canjeando sus cheques por cash.
Dejó de volar porque se enteró que el FBI estaba tras sus pasos pero la única diferencia era que buscaban a una persona de 30 años.
Ninguno de esos vuelos fueron hechos en PanAm sino en vuelos de cortesía para tripulantes de otras compañías porque podrían descubrir fácilmente que no trabajaba en esa compañía y además la tarjeta de identificación no era exactamente igual.
Poco después se trasladó a Atlanta eligiendo un edificio de solteros y en el formulario de inscripción puso como nombre y ocupación Frank Williams Médico Pediatra.
Esta profesión le permitía una justificación para su buen pasar económico donde conoció al Dr. Gordon y para evitar ser descubierto comenzó a ir a la biblioteca de la Emory University y cada día memorizaba un articulo de una revista médica.

Frank William Abagnale, Jr. cuando era médico
Al cabo de un tiempo recibió una llamada del administrador del hospital diciendo que el Jefe de residentes lo había recomendado para reemplazarlo por dos semanas.
El se opuso al comienzo diciendo que no tenia licencia para practicar la medicina en Georgia y solo podía hacerlo en California y tras recibir un permiso temporal aceptó el desafío durante las dos semanas que estuvo ahí.
Tiempo después se presentó al examen para matricularse como abogado en el estado de Lousiana y lo aprobó trabajando un año en la oficina del Fiscal de Distrito hasta que renunció voluntariamente.
Tiempo después, en Chicago, pasando por un banco vio un cartel que invitaba a abrir una cuenta de cheques y como no podía abrirla con su nombre verdadero lo hizo con la credencial falsa de PanAm y le dijeron que en 10 días le llegaría una chequera con 200 cheques junto a las respectivas boletas de depósito.
Preguntó como tenía que hacerlo pues le señalaron el mostrador con boletas de depósito en blanco y luego se llevó a su casa un fajo de esas boletas.
Tras ello, compró una magnetizadora de cheques, las magnetizó con los datos de su cuenta, las volvió a dejar en el mostrador y a partir de ahí todo aquel que utilizara esas boletas de depósito estaría en realidad depositando dinero en su cuenta.

Frank William Abagnale, Jr. cuando era abogado
En otra ocasión, estando en el aeropuerto de Boston al no poder coger un vuelo a última hora observó que los empleados de las lineas aéreas y empresas rentadoras de autos recogían la recaudación del día, la ponían en una bolsa y la depositaban por una caja nocturna que se abría con una llave en el banco del aeropuerto.
Al día siguiente se alquiló un traje de agente de seguridad y puso un cartel en la caja de depósito nocturno que decía “Caja nocturna descompuesta – dejar depósito con el Agente” e increíblemente las empresas le dejaron las bolsas.
Con el tiempo Frank llegó a falsificar todo tipo de cheques, incluyendo salariales, casi a la perfección, haciendo circular cheques por todos los países que visitaba.
Para ello se convirtió en un experto en impresión primero en maquinas de imprimir pequeñas y luego en las más grandes de 4 colores pues todo ese conocimiento adquirido le serviría luego para su futuro negocio.

Frank William Abagnale, Jr. cuando era profesor
Estudió al detalle el procedimiento y recorrido del cheque una vez depositado, o sea, cuando creaba un cheque falso, modificaba el codificado magnético que permite rutear el cheque desde el momento del depósito hasta el proceso de clearing, haciendo que el cheque se perdiera en el camino.
Eso hacia que el banco demorara días en darse cuenta de que era falso y una vez que conseguía hacer cash en ventanilla un cheque salarial de PanAm volvía varias veces a repetir el procedimiento porque sabía que tenia una ventana de tiempo hasta que el cheque efectivamente rebotara.
Su aventura terminó a los 21 años cuando fue arrestado en Francia por la interpol a petición de la policía Sueca (denunciado por una azafata con la que había salido que lo reconoció en un vuelo de Air France).
Rápidamente los franceses se dieron cuenta que había emitido cheques sin fondos por todo su país y no le concedieron la extradición por lo que tuvo que cumplir la sentencia de 1 año en Francia primero.
Inmediatamente fue extraditado a Suecia en donde cumplió también su condena de 1 año y los suecos le pidieron a Estados Unidos que revocara su pasaporte.
Sin pasaporte no podían extraditarlo a Italia y debían deportarlo inmediatamente a su país de origen pues de ese modo fue entregado a las autoridades de Estados Unidos en donde fue condenado a 12 años de prisión.
De esos 12 cumplió 4 pues a los 26 años el gobierno le ofreció la libertad condicional a cambio de que trabajara para el FBI por el resto de su sentencia, asesorándolos en temas relacionados con el fraude bancario.
Un día se acercó a un banco, les contó sobre su pasado y le propuso dar una charla a sus funcionarios sobre fraude y estafas bancarias, o sea, ese fue el comienzo de su carrera como consultor en seguridad bancaria.
Más tarde fundó Abagnale & Associates y desde entonces ha asesorado a mas de 14000 empresas, bancos y agencias gubernamentales en temas relacionados con la prevención del fraude.
Abagnale emitió cheques por USD 2.5 millones (de los 60’s) pues todo el dinero no gastado fue guardado en diferentes cajas de seguridad y cuando lo llevaron ante el fiscal en USA este le dijo que quería todo el dinero.
De no ser así. lo juzgarían por evasión fiscal y le sumarían otros 20 años a su condena pues para evitar esto reveló la ubicación de cada una de las cajas.
En sus propias palabras:
“Muchos me han dicho que era un genio, era brillante, talentoso. Yo sólo les digo que era un adolescente quebrando la ley. Un adolescente que estaba sólo. Que pasaba cada navidad, año nuevo, día del padre, día de la madre en una habitación de hotel rodeado de gente que ni siquiera hablaba mi idioma y ni siquiera tenía mi edad. He llorado cada noche desde los 16 a los 19 años…”
…A medida que crecía y maduraba comencé a darme cuenta de que cada cheque que me pagaban podía hacerle perder el trabajo al cajero que erróneamente lo había hecho. Eso comenzó a pesarme Mi objetivo siempre fueron las corporaciones, pero esas posibles victimas me afectaban cada vez más. Por eso la detención fue una especie de alivio, había un deseo de parar porque estaba cansado de escapar…
Fuente: https://www.linkedin.com/pulse/la-extraordinaria-historia-de-frank-abagnale-guillermo-varona