El tesoro de la Compañía de Jesús de Pisco

En la década del 1800, cuatro soldados mercenarios que trabajaban para el ejército peruano, de nombres Lucas Barrett Inglés, Diego Álvarez español, Arthur Brown norteamericano y un irlandés Jack Killoreyn, se enteran que en la iglesia de la Compañía de Jesús en la ciudad de Pisco (Perú) existía un gran tesoro y urdieron un plan para averiguar que tesoros se ocultaban en aquella iglesia.
El plan era que Diego Álvarez lograra que los curas entraran ganándose su confianza entrando con él y averiguara sobre el supuesto tesoro escondido en la iglesia de Pisco.
El tesoro era muy grande en oro y joyas pues con el tiempo un cura al que le decían el “Padre Mateo”, es convencido que por los conflictos que tuvieron en el Perú era muy conveniente que el tesoro fuera custodiado y trasladado a la ciudad de Lima y específicamente al puerto de Callao.
Los clérigos hacen caso a Diego Álvarez y por tanto se convencen de viajar hasta Lima con unas catorce toneladas de oro y varios cofres repletos de joyas.
Zarparon los cuatro mercenarios, los curas y la tripulación con destino al Puerto de Callao, pero al poco navegar los mercenarios les dieron muerte a todos los tripulantes y a los curas, degollándolos y tirándolos al mar para ir luego a una isla segura y secreta donde lo enterraron e hicieron un mapa de donde había sido enterrado para volver a encontrarlo.
Siguieron rumbo a Australia llevando una parte del botín, allá lo gastaron y derrocharon hasta quedar sin nada, acontecido esto decidieron volver a la isla secreta donde habían ocultado el resto del tesoro pero como lo habían perdido todo incluida la embarcación, decidieron trabajar en unas minas de oro con el fin de volver a reunir dinero para comprar otra embarcación.
Transcurre el tiempo y Álvarez y Barrett son asesinados en un altercado, y el norteamericano Brown junto al irlandés Jack Killoreyn son apresados y encarcelados por matar a un hombre en una pelea.
Estando en la cárcel muere el norteamericano Brown y el irlandés Killoreyn sobrevivió, pero antes de morir le cuenta lo del robo de la Iglesia de Pisco a Charles Howe, al que le da detalles entregándole el mapa y también le dice cómo llegar.
Howe llegó a la isla y tomó lo que pudo del tesoro porque no iba equipado para poder llevarlo todo y decidió que volvería con equipo para recoger el resto.
Sin embargo, Howe nunca más se volvió a ver, o sea, había desaparecido y los apuntes de Howe con esta historia más el mapa terminaron en poder de George Hamilton, quien finalmente fue a buscar el tesoro, pero no lo pudo encontrar porque no entendía el mapa.
Fuente: https://tesorosnuncaencontrados.blogspot.com/2016/05/el-tesoro-de-la-compania-de-jesus-de.html