Secuestro a punta de pistola de plástico

El 7 de enero de 1970, el joven Mariano Ventura Rodríguez intenta secuestrar un avión de Iberia que realizaba un vuelo Madrid-Zaragoza y sería el primer intento de secuestro de un vuelo en España.
A las 20:15 horas embarcaron los tripulantes y pasajeros en el avión regular que Iberia fletaba entre Madrid y Zaragoza, el vuelo IB 032 del Convair Metropolitan 440.
Tras cincuenta minutos de vuelo, el joven estudiante de Informática sacó una pistola de plástico tomando como rehén a una de las azafatas mientras se dirigían hacia la cabina.
Según relataron algunos testigos del vuelo y los periódicos de la época, el secuestrador ordenó ir a Cuba o a Tirana, trayectos imposibles de llevar a cabo dada la falta de combustible y debido a la negativa dada por los pilotos amenaza a todo el pasaje: «Tienen que hacerlo ya, de lo contrario, comenzaré a disparar sobre los pasajeros».

Títular del Heraldo de Aragón haciéndose eco del secuestro del avión
A las 21:15 horas y ya sobrevolando el aeropuerto de Zaragoza, el comandante del vuelo, Luis Arias Bernal, dio el aviso de lo que estaba sucediendo dentro del avión para alertar a la Comandancia de la región militar.
Las intenciones del secuestrador pasaban por efectuar una parada en el aeropuerto de Zaragoza, repostar el combustible, y reemprender el camino hacia la capital albanesa efectuando paradas en Marsella y Roma.
Desde la Jefatura militar se dieron varias órdenes para llevar a cabo la operación que pusiera fin al secuestro del avión, entre ellas, se pide al comandante que entretenga a Ventura para ganar tiempo.
Al aterrizar, la nave es rodeada por vehículos militares y policía, quienes inician un diálogo por megafonía para tratar de reducir al secuestrador: “Si se entregan, les pueden salir un par de años de cárcel, pero si les ocurre el más mínimo percance a los pasajeros o tripulación, al amanecer serán fusilados”. Manuel Ventura, finalmente, desciende por una de las escaleras auxiliares del avión y se entrega.
Tras ser detenido e interrogado, pasaría algunos años en la prisión de Carabanchel, siendo pues uno de los principales atenuantes que la pistola no fuera real.

Un avión de Iberia similar al del vuelo IB 032 del Convair Metropolitan 440
Sin embargo, algunos de los pasajeros, a causa de la tensión vivida en el interior del avión, tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos y además beria se vio obligada a pagar 100.000 pesetas por toos los daños ocasionados al avión y 200 millones más por el encarecimiento de sus primas de seguros.
Al día siguiente llegó a España, casualmente por motivos de agenda, el director del servicio de seguridad de IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo), Anthony R. Stephens, quien comentó que se habían computado 105 secuestros aéreos en los últimos tres años, y éste era el primero notificado en España.
Sin embargo, en los Estados Unidos comenzaban a estar tan habituados que se había impuesto recientemente una condena de 20 años de reclusión a un delincuente aéreo y la pena de muerte era factible para un «pirata del aire».
Fuente: https://www.newtral.es/secuestro-a-punta-de-pistola-de-plastico/20200107/