La leyenda de la campana de Velilla de Ebro

Cuentan que la campana vino flotando por el mar con dos velas encendidas y que arribó al delta del Ebro, más cuando intentaron sacarla de allí, esta se hundía impidiendo su extracción hasta que se detuvo en Velilla de Ebro.
Nadie consiguió ni siquiera alejarla de la orilla hasta que dos jóvenes doncellas se acercaron a ella y como si no pesara nada, la sacaron y la depositaron en tierra, justo en el lugar en el que se alzaba la Ermita de San Nicolás.
Se dice que en el año 711 la campana comenzó a tañer sola y poco tiempo después se anunciaba la llegada de los árabes a España y hacia 1435 volvió a tocar dos veces: la primera avisó de que la flota de Alfonso V el Magnánimo había sido derrotada en Ponza (Italia) y la segunda de que el rey había obtenido la libertad tras la batalla.
Repicó el 17 de septiembre de 1485, anunciando el asesinato del inquisidor de Zaragoza, Pedro Arbués; el 22 de enero de 1516, con motivo de la muerte de Fernando el Católico; en 1539, pregonando el fallecimiento de la emperatriz Isabel de Portugal; y en 1578, proclamando la defunción del rey Manuel de Portugal.
La última vez que se oyó tañer a esta singular campana fue el 12 de abril de 1686, durante el reinado de Carlos II, tal vez presagiando el fin de la Casa de los Austrias en España.
Hay quienes creen que la campana tocaba sola porque entre los metales que la componían había una de las monedas que recibió Judas tras entregar a Cristo, porque llevaba escrito un verso de la Sibila de Cumas o porque había sido maldecida por el Diablo.
Sin embargo, eso es algo que ya nunca sabremos porque la campana fue refundida a mediados del siglo XIX y desde entonces jamás ha vuelto a tañer.
Fuente: http://latierradelasleyendas.blogspot.com/2009/10/la-campana-de-velilla.html