Leyendas de la ciudad de Munich

En la ciudad de Munich podemos encontrar infinidad de leyendas o curiosidades y entre ellas podemos destacar las siguientes:
La nariz de la suerte

Antes de la entrada de la residencia nos encontramos con cuatro leones de bronce que sostienen cada uno con sus garras un escudo y en la parte inferior de dichos escudos podemos observar unas narices brillante.
Según la tradición al pasar por aquí uno debe acariciar estas narices para que la suerte nos acompañe durante todo el día pues se trata de una típica costumbre Muniqiuesa que se remonta a una leyenda que tiene que ver con la relación amorosa del Rey Ludwig I y la hermosa bailarina Lola Montez.
En 1848 un estudiante escribió una carta insultante acerca de la bailarina y su relación con el rey pues para que la carta llegara a manos del Rey, el estudiante el mismo la puso en la puerta de la Residencia Real.
Al leer la carta, el rey se puso furioso y ofreció una recompensa por la captura del autor y el estudiante se enfureció porque las acciones de su búsqueda no eran ejecutados por el mismo Rey, sino por su grupo de subordinados.
El joven estudiante escribió de nuevo otra carta y cuando la puso en la puerta de la Residencia esta vez fue capturado pues el rey quedó impresionado por el coraje y la valentía del joven.
Le perdono la vida y le dio la recompensa – al fin y al cabo el autor de la carta había contribuido a su propia detención. Al salir de la residencia, el estudiante lleno de alegría acarició la nariz de bronce y dejo su suerte en ella para compartirla con todos los que hacen lo mismo.
El Wurmeck

En la esquina occidental del nuevo ayuntamiento de Múnich, podemos ver que sube un demonio de bronce con el nombre de “Wurmeck” pues cuenta la leyenda que en el tiempo de la peste, un dragón gigante volaba sobre Múnich tratando de arrojar su aliento venenoso sobre los habitantes de la ciudad.
Es en este punto de la leyenda donde exactamente se representa la escena: el dragón esta llegando a la plaza de la ciudad Marienplatz pues para entonces el monstruo no contaba con el arrojo de los Muniqueses quienes trajeron un gran cañón y mataron al animal de un solo tiro y salvaron a la ciudad de la peste.
La fuente del dinero

Dicen que si uno lava su cartera vacía en el agua helada de la fuente de los Pescados en Miércoles de Ceniza, uno no se quedará sin dinero durante todo el año.
Muchos Muniqueses sigue la vieja tradición en este día; especialmente el alcalde y el tesorero de la ciudad, quien es siempre el primero en meter el bolso al agua.
Los cuatro valientes querubines

Por ejemplo los cuatro pequeños y valientes héroes, que se sientan en las cuatro esquinas de la columna de María, se defienden con espadas y lanzas contra todo tipo de criaturas extrañas.
Los valientes querubines intentan derrotar desde hace siglos los cuatro males de la humanidad: La serpiente representa la herejía, el dragón el hambre, el león la guerra y el basilisco (la serpiente con cabeza de gallo) la peste.
La huella del diablo

La Frauenkirche (Iglesia de Nuestra Señora) es todo un símbolo para la ciudad de Múnich.
Esta Iglesia, coronada por cúpulas bulbosas, fue construida entre 1468 y 1488, es la basílica gótica más grande del sur de Alemania. En su interior destacan las figuras del coro, de Erasmus Grasser, y la tumba de Luis IV de Baviera.
También en el interior de esta Iglesia podemos encontrar “La huella del diablo” (Der Teufelstritt).
Cuenta la leyenda, que Jörg von Halspach (maestro de obra) hizo un pacto con el diablo, por el cual, el diablo le concedería sus favores a cambio de construir una iglesia sin ventanas.
Tras la finalización de las obras el maestro condujo al diablo a un punto de la iglesia desde el cual no se veía ninguna ventana pero cuando el diablo dio un paso hacia adelante y se dio cuenta que había sido engañado, enfureció tanto que su huella quedó grabada en el pavimento y aún hoy se puede ver.
Fuente: https://josealbertoalamo.wixsite.com/alpha-lyrae/single-post/2017/09/03/Historias-curiosas-Munich-Alemania