Las monedas en la Antigua Roma

Las primeras monedas romanas fueron producidas a finales del siglo IV a.C. en Italia y continuaron usándose durante otros 8 siglos por todo el Imperio Romano.
La denominación y el valor cambiaban constantemente pero algunos tipos de moneda como el Sestercio o el Denario persistieron durante mucho tiempo convirtiéndose en una de las monedas más famosas de la historia.
La moneda romana representaba y garantizaba un reconocible valor que permitía conseguir productos a cambio de ella, o sea, permitía comerciar, trabajar a cambio de monedas y realizar pagos idénticos y de gran valor para hacer posible una nueva escala de comercio.
Las monedas además estaban marcadas con iconos representativos de los Emperadores con lo que se conseguía transmitir la grandeza del Emperador.
Monedas de la República.(211-27 a.C.)
Denario: Es la moneda de la Antigua Roma pues era de plata y equivalía a 2 quinarios, 4 sestercios y 10 ases convertiéndose en la moneda oficial del sistema monetario romano donde su peso rondaba los 4 gramos, tenía una amplitud de más o menos 18 milímetros y se marcaba con una X.
Sestercio: Es otra de las más antiguas monedas romanas, simbolizada con ‘LLX’, que se fabricaba con plata para pasar a bronce en la época del imperio donde su equivalencia estándar era de dos ases y medio.
Dupondio: Es la moneda romana antigua hecha de bronce y equivalente a un quinto de denario y dos ases, marcada con una corona radiada en la cabeza del rostro del emperador para distinguirlas de las otras monedas y dejó de fabricarse en el siglo III d.C.
As: Se trata de la primera moneda del Roma, puesto que durante la Monarquía no habían, desde la República entonces y fueron el resto de subdivisiones, las anteriores, las que las acompañaron en el sistema monetario oficial, era de bronce y se identificaban con los rostros de los máximos mandatarios.
Semis: Otra de las monedas romanas más clásicas, junto a la anterior, y por tanto con las mismas características que se vio afectada por la reforma monetaria de César Augusto en el año 23 a.C. y dejó de funcionar en el siglo III.
Triens, Quadrans y Quincunx: Son monedas de mucho menos valor que el denario: el primero un treintavo, el segundo un cuarentavo, y el tercero una vigésimo cuarta parte.
Monedas durante el reinado de Augusto
Áureo: Es la primera moneda que impuso el primer emperador romano, por tanto desde el siglo I hasta el IV. Equivalía a 25 denarios de plata, era de oro y fue con Marco Aurelio cuando declinó.
Quinarios y repetición de monedas romanas: Aquí entrarían los versionados de áureo y argenteo: el primero valía la mitad de un áureo y el segundo era la cincuentava parte. También hay que sumar la permanencia de denario, sestercio, dupondio, as semis y quadrans.
Del Edicto de Diocleciano (301-305)
Sólido bizantino: Es la moneda que sustituyó al áureo. Era también de oro y fue promovida por el emperador romano Constantino I el Grande, su valor equivalía a 1.000 denarios y tenía un peso de casi 5 gramos y un diámetro de más de 20 milímetros.
Argenteo: Se trata de una moneda de plata del Imperio Romano impuesta por la reforma de Diocleciano donde la forma, el peso y la amplitud son similares al denario de Nerón: correspondía a una décima parte de un sólido.
Radiate: Moneda que variaba entre los 2 y los 3 gramos, de menor valor aún (1/200 parte del sólido) e introducida con la reforma monetaria de Diocleciano.
Laureate y denario: El primero correspondía a una porción de 500 veces el sólido, por ello tenía un valor tan bajo y de nuevo se repetiría el denario, que aquí tenía menos coste aún, una milésima de sólido.
Decadencia del Imperio Romano (337-476)
Sólido y nummus: Se mantendrían como moneda más fuerte y más floja, respectivamente.
Miliarense: Moneda de plata del Bajo Imperio Romano creada bajo el gobierno de Constantino el Grande que variaba entre los 4 y los 6 gramos de peso y rondaba los 23 milímetros de amplitud donde un sólido eran 12 miliarenses.
Siliqua: Era y sigue siendo un término para designar las monedas romanas de pequeño tamaño y escaso valor comercial y solo hace falta saber que era una vigésimo cuarta parte de un sólido.
Follis: Son las monedas romanas y bizantinas de bronce equivalentes a 1/180 de sólido pues se caracterizaban por su gran tamaño, casi siempre rondando los 25 milímetros.
Fuente: https://www.subastasgema.com/monedas-romanas-el-peso-del-poder/