Wilhelm Conrad Röntgen y los Rayos X

Wilhelm Röntgen (1845 – 1923) fue un ingeniero mecánico y físico alemán conocido por producir y detectar la radiación electromagnética en un rango de longitud de onda conocido como rayos X o rayos Röntgen.
Esto le valió para ser galardonado con el Premio Nobel de Física en 1901, así como otras distinciones importantes como la presidencia en la Sociedad mexicana de radiología e imagen (1915).
Gracias a Röntgen, la medicina pudo observar el interior de los cuerpos y con ello poder elaborarse el diagnóstico por imagen revolucionando con ello la medicina diagnóstica y dio paso a la física moderna.
Wilhelm Conrad Röntgen nació un 27 de marzo de 1845 en Lennep y era hijo de un tejedor alemán y una madre holandesa que se mudó con su familia a una temprana edad a los Países Bajos.
Concretamente se asentaron en Apeldoorn, donde comenzó sus estudios en el Instituto Martinus Herman van Doorn mostrando ciertas dotes para la fabricación y manipulación de aparatos mecánicos, así como un cierto amor por la naturaleza.

Anna Bertha Ludwing y Wilhelm Conrad Röntgen
Cuando el joven físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen se enamoró de Anna Bertha Ludwig su familia se opuso hasta tal punto de quitarle todo apoyo financiero para continuar con sus investigaciones.
El amor pudo más, y Röntgen no solo se casó con Anna Bertha pues además usó la mano derecha de su esposa para realizar uno de los descubrimientos más extraordinarios del siglo XIX que le reportó fama y riquezas, y que bautizó como «Rayos X».
Sucedió en la tarde del viernes 8 de noviembre de 1895 cuando el joven físico ensayaba con la fluorescencia violeta que producían los rayos catódicos en el pequeño laboratorio que había armado en una habitación de la humilde casa que compartía con Anna.

El laboratorio de Wilhem Conrad Röentgen
Luego de una serie de experimentos, concluyó que estos rayos creaban una radiación invisible y que podían traspasar el papel y algunos metales pues mediante el uso de placas fotográficas, vio que los materiales eran transparentes a los rayos y que estos dejaban su huella en las películas fotográficas.
Fue entonces cuando llamó a su mujer para que, literalmente, le diera una mano con el experimento, o sea, le pidió que se quedara quieta durante 15 minutos y logró la imagen difusa de los huesos de su mano, e incluso su anillo de casada, que se convertiría en la primera radiografía de la historia.

La mano de la esposa
Röntgen comprendía la mecánica del experimento pero como no sabía bien qué eran, los llamó «rayos X» o «rayos incógnita», y aun cuando más tarde se determinó la naturaleza del fenómeno, los rayos todavía conservan ese nombre.
Tras conocerse la noticia de su hallazgo, Röntgen fue reconocido por el emperador Guillermo II con una serie de beneficios impensados y premiado por la Real Sociedad de Londres.
A pesar de que todos sus colegas le recomendaron que patentara su hallazgo, él se negó y donó el dinero en premios a la Universidad que lo había formado y seis años después de haber radiografiado la mano de su esposa, en 1901, recibiría el Premio Nobel de Física.
Cuando Anna Bertha Ludwig de Röntgen murió en Munich, su marido cayó en una profunda depresión, de que la ya no se recuperó jamás, hasta el día de su fallecimiento, cuatro años después, en 1923.
Fuente: https://www.eldiario24.com/nota/mundo/437987/porque-se-celebra-8-noviembre-dia-mundial-radiologia.html