El duelo entre “Wild Bill” Hickok y Davis Tutt

El Duelo entre “Wild Bill” Hickok y Davis Tutt fue un tiroteo que ocurrió el 21 de julio de 1865 en la plaza mayor de Springfield (Missouri) entre “Wild Bill Hickok” y un vaquero local llamado Davis Tutt.
Tutt y Hickok eran jugadores consumados, que frecuentaban los mismos salones y en determinado momento habían sido hasta amigos, a pesar de haber combatido en bandos opuestos durante la Guerra Civil de los Estados Unidos.
Hacia el 20 de julio de 1865 los dos hombres eran encarnizados enemigos ya que Hickok se negaba a jugar en cualquier partida en la que Tutt participase, y éste a su vez proporcionaba ayuda económica y consejo a los oponentes de Hickok, con la intención de causarle a largo plazo la ruina.
El conflicto estalló durante una partida de póker en el Old Southern Hotel cuando “Wild Bill” jugaba contra algunos oponentes locales mientras Tutt rondaba la mesa, prestando dinero y “animándoles y aconsejándoles sobre cómo ganar a Hickok”.
Las apuestas eran bastante elevadas, y Hickok jugó con habilidad, ganando cerca de 200 dólares (unos 2.680 dólares actuales), que provenían principalmente del bolsillo de Tutt.
Irritado por las pérdidas y poco dispuesto a reconocer su derrota, Tutt decidió recordarle repentinamente a Hickok una deuda de 40 dólares que éste le debía por un trato previo sobre caballos.
Hickok se encogió de hombros y le pagó su dinero, pero Tutt seguía molesto pues le exigió a Hickok el pago de otros 35 dólares como préstamos para jugar, petición que hizo que Hickok se volviese lentamente y le dijese: “Creo que te equivocas, Dave. Son sólo 25 dólares, tengo el recibo en el bolsillo”.
Tutt, viendo su ocasión, tomó una de las posesiones más apreciadas de Hickok de la mesa: su reloj de oro Waltham Watch Company, replicándole: “¡Bien, me quedaré tu reloj hasta que me pagues esos 35 dólares!”.

Los dos pistoleros que se enfrentaron en el duelo
Hickok se puso lívido, pero todos los presentes estaban del lado de Tutt, de modo que no podía hacer nada pues humillado advirtió a Tutt que no llevase ese reloj en público.
Tutt le contestó ácidamente:“¡Va a ser lo primero que me ponga por la mañana!” y ello acabó con la paciencia de Hickok: “Si lo haces, te dispararé”, dijo tranquilamente. “Te advierto aquí que mejor no vengas a la ciudad con el reloj puesto”.
Hickok recogió inmediatamente sus ganancias y se marchó sin añadir palabra. El escenario estaba dispuesto para los acontecimientos del día siguiente.
Aunque Tutt había ganado la primera mano, humillando a Hickok en público, el ultimatum de Hickok había vuelto las tornas pues echarse atrás después de su declaración de intenciones habría hecho pensar a todos que tenía miedo de Hickok, y mientras estuviese en la ciudad, Tutt no podía permitirse mostrar ni un asomo de cobardía.
Al día siguiente, apareció en la plaza mayor sobre las 10 de la mañana, luciendo el reloj de oro en el bolsillo del chaleco para humillar a Hickok, y éste lo supo antes de una hora.
Según el testimonio de Eli Armstrong, respaldado por la declaración de otros dos testigos -John Orr y Oliver Scott- Hickok se encontró con Tutt en la plaza, y se sentó junto a ellos para discutir los términos de devolución del reloj.
Tutt ahora pedía 45 dólares, mientras que Armstrong le aconsejaba ceñirse a los 35 dólares iniciales y Hickok, por su parte, afirmó que no le daría más de los 25 dólares acordados por escrito.
Tutt sostuvo el reloj ante la cara de Hickok y le dijo que ahora no aceptaría menos de 45 dólares y ambos declararon que no querían pelear sobre el tema, se fueron y luego Tutt volvió al establo y finalmente regresó a la plaza.
Unos minutos antes de las 6 de la tarde, Hickok fue visto acercándose tranquilamente a la plaza desde el sur, con su Colt en la mano lo que hizo que la multitud se refugiase en los edificios más próximos.
Tan sólo Tutt permaneció en la esquina noroeste de la plaza a una distancia de unos 6,8 metros, Hickok se detuvo, se volvió hacia Tutt y le dijo en voz alta:“Dave, aquí estoy”.
Enfundó su pistola, y le dio una última advertencia:“No se te ocurra venir hacia aquí con ese reloj” a lo que Tutt no contestó, pero se mantuvo firme, con el revólver visible en su funda.
A pesar de que el duelo inminente lanzaría la fama de Hickok como pistolero, Davis Tutt tenía fama de ser mejor tirador y ambos mostraban el mismo valor insensato.
Estáticos, cada uno en un rincón de la plaza, los dos dudaban qué hacer cuando Tutt inició el gesto de coger su pistola a lo que Hickok sacó su revólver y lo afirmó sobre el antebrazo opuesto.
Ambos dispararon un solo tiro, y prácticamente al mismo tiempo, de modo que algunos testigos presentes en el lugar declararon que sólo se había producido un disparo.
El de Tutt falló, pero el de Hickok acertó a su oponente en el lado izquierdo del pecho, entre la 5ª y la 7ª costilla y Tutt aún tuvo fuerzas de decir: “Chicos, estoy muerto.”, y dio algunos pasos hacia el porche del juzgado de la calle contigua, donde se desplomó y murió.
Al día siguiente, se expidió una orden de arresto contra Hickok. Fue detenido dos días después, y se le denegó la fianza como era común a los casos de asesinato de la época. Hickok eventualmente pagó una fianza de 2.000 dólares, admitida después de que el análisis de los hechos del juez redujese la acusación a homicidio. Hickok fue arrestado bajo el nombre de William Haycocke, acusado de homicidio sobre David Tutt. Durante el proceso, los nombres mencionados fueron J. B. Hickok y Davis Tutt/”Little” Tutt, sobrenombre equivalente a junior, que indicaba que tenía el mismo nombre que su padre.
El juicio de Hickok por homicidio se inició el 3 de agosto de 1865 y duró tres días donde un total de 22 testigos presenciales del hecho testificaron durante el proceso.
El abogado de Hickok fue el prestigioso coronel John S. Phelps, antiguo gobernador de Arkansas y la fiscalía estaba al cargo del mayor Robert W. Fyan, y el juez era Sempronius Boyd.
No se han conservado las actas del juicio, pero los informes de prensa señalan que, Hickok alegaba que actuó en legítima defensa aunque el motivo del juicio era saber quién había disparado primero.
Sólo cuatro de los testigos habían visto realmente el duelo, y dos de ellos afirmaban que habían disparado a la vez de modo que no podrían decir quién desenfundó primero.
Uno más dijo que estaba justo detrás de Hickok, de modo que no podía ver a Tutt, mientras que el último afirmó que Tutt no había disparado, aunque admitiendo que en su recámara había un cartucho vacío.
El juicio terminó con la absolución de Hickok, el 6 de agosto de 1865, después de que el jurado deliberase “un par de horas” antes de alcanzar el veredicto de no culpabilidad.
Este veredicto resultaba previsible en tanto que mantenía la tendencia legal de la época; tal como describió un historiador contemporáneo, “nada describe mejor aquellos tiempos que el hecho de que tomar un reloj como garantía de una deuda de póker fuese considerada una provocación suficiente como para provocar un duelo armado”.
Debido a su extraordinaria fama, el duelo ha sido objeto de intensas investigaciones, que han llegado en ocasiones a afirmar que Hickok mató a Tutt sin motivo, harto de su humillación.
Muchos han argumentado que aunque Hickok se podía sentir humillado por el hecho de que Tutt llevase su reloj, éste también podía sentirse humillado por el hecho de no poder llevar el reloj como satisfacción a sus deudas, sometiéndose a la prohibición de Hickok.
Algunas semanas después del duelo, el 13 de septiembre de 1865, el coronel George Ward Nichols, redactor para el Harper’s, localizó a Hickok y obtuvo algunas entrevistas que, con su publicación, convertirían a Hickok en una de las leyendas del Viejo Oeste.
David Tutt, por su parte, fue enterrado en el cementerio de la ciudad de Springfield y su tumba se resituó posteriormente en el Maple Park Cemetery.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Duelo_entre_%22Wild_Bill%22_Hickok_y_Davis_Tutt