El incendio del Palacio de Whitehall

El palacio de Whitehall fue la antigua residencia principal de los reyes ingleses en Londres desde 1530 hasta 1698 y fue creciendo de forma orgánica alrededor de la antigua residencia del cardenal Wolsey hasta convertirse en el palacio más grande de Europa, con más de 1500 habitaciones.
Además, el palacio de Whitehall no era, sin embargo, un único edificio, sino más bien era un complejo heterogéneo y caótico de distintos edificios de distintas épocas.
El 4 de enero de 1698, el inmenso y laberíntico palacio de Whitehall fue destruido por completo a causa de un incendio, o sea, se cree que se habría estallado en el dormitorio de una sirvienta holandesa ya que encendió un brasero para secar la ropa.
La propia estructura abigarrada y caótica del palacio, además del extenso uso de la madera en todas sus construcciones, muchas de ellas aún de época Tudor, facilitó la rápida extensión del fuego a lo que se sumó el caos desatado por los habitantes del palacio que querían salvar sus bienes, y la presencia de los saqueadores que aprovecharon la ocasión.
El fuego duró dos días, solo salvándose la Banqueting House por expreso deseo del rey, las puertas/torre de la calle Whitehall, y algunos edificios secundarios que se situaban más lejos.
Según los funcionarios de la corte, se salvó gran parte de la colección real, solo perdiédose pues «alguna cortina y taburete». No obstante, se sabe que el icónico mural de la Familia de Enrique VIII pintado por Hans Holbein el Joven fue destruido durante el incendio, así como el busto en mármol del rey Carlos I y realizado por Bernini, y muy probablemente también el Cupido durmiente de Miguel Ángel.
El incendio del inmenso palacio causó gran impacto en el continente, pero escasa pena, pues, en palabras del duque de Saint-Simon, había ardido «el palacio más grande y feo de Europa».
Aunque en un principio Guillermo III pensó en reconstruir el palacio, y Wren presentó dos proyectos, nada se hizo finalmente, o sea, los terrenos se vendieron a particulares que edificaron sus casas.
Finalmente, del palacio de Whitehall solo se conservaría la Banqueting House, puesto que la Holbein Gate y la King’s Gate fueron demolidas en 1759 y 1723, respectivamente, para ensanchar la calle. El palacio de Saint James se convertiría así, desde entonces y hasta 1837, en la residencia oficial del monarca inglés en Londres.
Durante la segunda mitad del siglo XIX se empezarían a edificar en la zona grandes edificios públicos y gubernamentales, de modo que el área de Whitehall se convertiría pues en el centro administrativo del gobierno.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_de_Whitehall