Fantasmas en la carretera de los yungas paceños
Fuente: http://reyquienlapaz.blogspot.com/
Fantasmas en la carretera de los yungas paceños
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La leyenda del Castillo de Santa Cecilia
Dicen los que se atreven a pisarlo, que es un verdadero tormento, en el momento justo de entrar, la pesadez se posa sobre sus hombros, la sensación de ser observados no se marcha jamás y cuando llega la noche el frio en las habitaciones anuncia que no se encuentran solos.
Historias de puertas que se abren y se cierran solas, cosas que se mueven de lugar, llaves que se accionan, ruidos extraños, son una constante, y los relatos más leves de los huéspedes, mientras otros afirman con horror escuchar voces y risas de ultratumba, haber sido tocados por presencias invisibles, ver seres traslucidos vagando por los rincones. También tenemos que mencionar a aquellos que han tenido la suerte de captar tales fenómenos con sus cámaras, aunque no haya sido esta la intensión principal.
Entre otras cosas, por el aspecto de sus instalaciones, estas han servido para varias producciones cinematográficas entre las que destaca la película de “Las Momias de Guanajuato” filmada en 1972 en la que aparecen Mil Máscaras, Santo y Blue Demon, se dice que durante su filmación se reportaron frecuentes apariciones de “La llorona”. Además entre el personal actual del hotel circula la leyenda de que en la habitación 403 supuestamente fue asesinada una mujer de la realeza que vivió en el castillo.
Fuente: http://leyendadeterror.com/
ANNIE MAE PATTERSON, LA BRUJA BLANCA DE ROSE HALL
Según cuentan las leyendas locales que han perdurado a través de los años, en esta casa habitaba el terrateniente John Palmer, el cual contaba con una gran fortuna debido a su prósperas plantaciones de azúcar en las que hacía trabajar a esclavos.
El señor Palmer comenzó un romance con Annie Mae Patterson, una chica procedente de Francia, con la que se casó en 1820. Lo que comenzó como un matrimonio feliz, terminó desembocando en un tortuoso final de terror que protagonizó la propia Annie Mae, a la que sólo le movía apoderarse de la fortuna y tierras de su esposo. Para ello, Annie no tuvo reparos en acuchillarlo en su propia cama hasta matarlo, con el fin de convertirse en la señora absoluta de la hacienda Rose Hall.
Retrato de Annie Mae Patterson
A su primer esposo le sucedieron otros dos maridos, que también corrieron su misma suerte, aunque el segundo murió envenenado y el tercero estrangulado. Con estos fallecimientos la fortuna de Annie aumentó, ya que heredó todos los bienes de sus infelices cónyuges. Para deshacerse de los cadáveres, Annie ordenó a sus esclavos que sacaran los cuerpos empleando los pasadizos subterráneos hasta llevarlos a las playas cercanas donde serían enterrados.
Para no levantar sospechas, Annie contaba que la fiebre amarilla se había llevado a sus maridos, cosa que no pareció extrañar a conocidos y lugareños de Bahía Montego (la ciudad más cercana). Quizás no sospecharon nada, o no quisieron preguntar para evitar inmiscuirse en terrenos escabrosos. De todas formas eran tiempos en los que ley brillaba por su ausencia, y no se realizaban investigaciones ante el fallecimiento de una persona.
Trampa colocada en los campos para disuadir a los fugitivos
Annie era una mujer envuelta en un halo de misterio a la que siempre había atraído el ocultismo y disfrutaba practicando magia negra y vudú. Se cuenta que realizaba sus perversos cultos en la hacienda y tenía sometidos a sus más de 3.000 esclavos a los que atemorizaba con su poder y trato despiadado. Posiblemente aprendió el arte del vudú de algunos de sus esclavos más experimentados, que para granjearse el favor de Annie y una vida más larga, la instruyeron en las técnicas de brujería. Esto le hizo ser conocida con el sobrenombre de “La Bruja Blanca de Jamaica“.
Túnel que lleva a la parte inferior de la casa, o sea, el túnel de la muerte
Por la mañana, Annie comenzaba su día asomándose al balcón y dictaba las órdenes del día a los esclavos que se reunían en este patio trasero de la casa. Sus ordenanzas incluían castigos e incluso ejecuciones. En la parte inferior de la mansión se encontraban los sótanos donde Annie torturaba impunemente a los esclavos indisciplinados. Y cuando sentía la llamada del deseo, bajaba a los barracones donde estaban sus esclavos y elegía a un compañero de alcoba. Cuando se hartaba de él, el pobre hombre era liquidado sin contemplaciones y se enterraba en una tumba sin marcar.
Aun así, pocos incautos intentaban escapar de la hacienda, ya que Annie había ordenado sembrar cepos escondidos por todo el perímetro de la plantación y eso era suficiente para disuadir a posibles prófugos. Los que no cumplían el toque de queda, eran perseguidos por la propia Annie, quien se lanzaba de cacería humana a lomos de su caballo acechando a los desertores. Luego las “presas” se encadenaban y eran marcadas con fuego para ser devueltas al barracón.
La maldad de Annie no distinguía ni tenía límites, y en su finca de Rose Hall utilizaba su poder de forma cruel y sangrienta, llegando a matar niños si era preciso para emplear sus huesos en ceremonias demoníacas. Cuando se trataba de aplicar el mal, no existía ningún sacerdote vudú que igualase las energías mágicas de Annie.
La mansión Rose Hall antes de su reconstrucción
La revolución también alcanzó la hacienda de Rose Hall. Finalmente la cólera fue más fuerte que el temor, y un grupo de insurgentes se adentró en la finca, ascendió por las grandes escalinatas y asaltó los aposentos de Annie. Entonces liquidaron a la que ellos llamaban “La Bruja Blanca”, y desfiguraron sus restos para luego lanzar los despojos por la ventana.
Un vecino sepultó a Annie en un túmulo sin identificar y se dispusieron tres cruces en tres de los lados de su tumba para encerrar el poder de la bruja blanca, dejando un lado libre sin cercar para que el espíritu de Annie pudiese salir y deambular cuando así lo desease.
Otra versión sobre la historia de su muerte nos cuenta que Annie tenía contratado un capataz que era un poderoso bokor (hechicero especializado en vudú, también llamado houngan si es hombre o mambo si es mujer), un hecho que él le ocultaba aún a riesgo de su propia vida. El capataz tenía una joven hija a la que había concertado un matrimonio con un atractivo joven de la plantación. Desafortunadamente, la lujuria de Annie se fijó en este joven, y pronto se le llamó para complacer a la señora de la casa. Como el capataz sabía el destino que deparaba al joven, comenzó los preparativos para proteger al chico de los procedimientos de usar y tirar que empleaba Annie con sus amantes.
Pero Annie no siguió su patrón habitual, y ebria de sensación de poder, mató al joven esa misma noche, en vez de jugar con él durante una semana hasta cansarse como solía hacer. Quizás el chico se opuso a sus atenciones y declaró quién era su verdadero amor. Sea cual fuese la razón, el joven fue asesinado, su novia quedó consternada y el capataz entró en cólera, decidiendo acabar con La Bruja Blanca a toda costa.
Construyó una tumba en un bosque cercano, a la vista de la mansión, empleando rituales y señales de vudú. El capataz entonces entró en la casa, enfrentándose a Annie, y se enzarzaron en una lucha psíquica y física. El capataz pudo matar a Annie, sacrificando su propia vida en el proceso. Los esclavos, que conocían los planes del capataz, enterraron el cuerpo de La Bruja Blanca en una tumba especialmente preparada, diseñada para evitar que pudiese levantarse de ella para vagar por la plantación. Pero no realizaron el ritual correctamente, permitiendo que Annie pudiera escapar del hechizo. Se dice que ahora su fantasma deambula por la mansión a su antojo.
De esta manera finalizó el cruel recorrido de Annie Mae Patterson, de la que incluso se duda de su existencia. Según otras fuentes, Annie nació en 1802 y no era francesa, sino de madre inglesa y padre irlandés. Cuando Annie tenía 10 años, sus padres y ella se trasladaron a Haití para vivir, pero un año más tarde sus progenitores contrajeron la fiebre amarilla y murieron. La niñera adoptó a Annie y fue esta mujer quien le enseñó brujería. Cuando Annie tenía 18 años, la niñera murió, y como no podía volver a Inglaterra al no poseer allí familiares, buscó un marido acaudalado en Jamaica. Fue así como conoció a John Rose Palmer y se convirtió en la segunda señora de la mansión Rose Hall.
Tumba actual de Annie Mae Patterson
Aunque no se conozca a ciencia cierta quién fue Annie, este personaje ha trascendido al tiempo y actualmente se considera una leyenda más de Jamaica. En 1931 el periodista Herbert George de Lisser publicó una novela sobre la historia con el nombre de “La Bruja Blanca de Rose Hall“, que más tarde inspiraría al grupo de rock ocultista Coven para crear una canción del mismo título.
La mansión de Rose Hall es actualmente propiedad de una pareja estadounidense y el fallecido John Rollins de Wilmington, Delaware. Compraron la casa en 1965 y la renovaron entre los años 1966 y 1971, gastándose un total de dos millones y medio de dólares.
Se dice que mientras estaban realizando las tareas de restauración en la mansión, comenzaron a manifestarse ciertos fenómenos paranormales, apareciendo manchas de sangre en las paredes de un aposento, precisamente en el que Annie asesinó a su primer marido. Otras personas que han visitado la mansión de La Bruja Blanca, dicen que han escuchado sonidos muy extraños, como risas diabólicas o gemidos lastimeros.
Fuente: http://www.blogodisea.com/
Fenómenos extraños en el Palacio de Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.
El Palacio de Justicia se ubica en las Palmas de Gran Canarias y data de 1965. La Real Audiencia de Canarias fue creada en el año 1526 como Tribunal de Apelación y durante siglos tuvo como sede el antiguo edificio de las casas consistoriales en la plaza de Santa Ana. Más tarde ocupó el edificio del convento de San Agustín fundado en este lugar en 1664 hasta que los agustinos dejaron el convento forzados por la Ley de la desamortización de 1836.
Según cuentan diversos testimonios, tanto de empleados del interior como de personas que esporádicamente han frecuentado el lugar, en su interior suceden una serie de manifestaciones de índole paranormal, que como relatan dichas personas van desde el movimiento de pesados muebles, al encendido y apagado de las luces del edificio, pasando por ruidos, voces y cánticos de procedencia desconocida.
Estos fenómenos llevan aconteciendo durante más de 20 años en el Palacio de Justicia, y a lo largo de los años son diversos los comentarios que han visto la luz en la prensa local, de labios de los funcionarios que trabajan en su interior, como “escuchar pasos, risas, luces que se encienden solas al paso de las personas, o incluso cánticos, a lo que el personal de vigilancia acude para comprobar posteriormente que no hay nadie en dicho lugar. Muchos de los funcionarios que ahí trabajan, han podido escuchar cómo se rodaban muebles o máquinas; y, en ocasiones en ciertas habitaciones, han sentido como una energía que les observa, aunque nunca han visto nada mas allá de sombras en las paredes, que si bien son algo que les sobresalta, nunca han llegado a ver una silueta determinante o extraña como para afirmar que es algo explícitamente paranormal”.
El cuerpo de seguridad del lugar también ha podido escuchar escuchar voces, ruidos y sonidos extraños, aunque se muestran algo más reticentes y tachan dichos acontecimientos con total seguridad a que pueden ser ruidos normales, bien por animales en el patio interior, o bien por el crujir de la madera del lugar. Éste último dato es bastante curioso, ya que como se puede comprobar in situ en el palacio y varias personas lo han afirmado así, el edificio carece de cualquier estructura de madera, por lo que el origen de los crujidos de dicho material a partir de su estructura son meramente imposibles.
Y es en el origen de este lugar donde muchos orientan la explicación a los misterios que esconden sus frías paredes en un silencio sepulcral, ya que el Palacio de Justicia fue construido sobre los cimientos de un antiguo convento agustino, lo que daría cierta explicación a los fenómenos de cánticos y diversos sonidos que algunos testigos coinciden que sucede en su interior, siendo las almas en pena de los agustinos muertos en dicho convento los protagonistas de esas fúnebres manifestaciones.
A pesar de que, en la actualidad, no se conoce a ciencia cierta el porqué de dichos fenómenos, lo que sí es cierto es que, bajo el techo del Palacio de Justicia se esconde un secreto que espera ser descubierto algún día.
Fuente: http://www.maestroviejo.wordpress.com/
Letta el muñeco gitana ecantado
En 1972 el Sr Walton regresaba a su país de origen para poder despedirse por última vez de su recién fallecida abuela, a la que más nunca podría llegar a ver ni a volver a escuchar su voz desgastada por el tiempo, algo que sin duda para el Sr Walton era agradable.
Walton hizo de tripas corazón al regresar a la antigua casa de su abuela, desde que era muy pequeño, no le gustaba estar en dicha casa, no por su abuela, si no porque en esa casa había algo que a Walton no le gustaba. Aunque esta vez, el viaje merecía la pena y en un acto valiente llegó a esa casa antigua y abandonada ya por el tiempo.
Cuando llegó a esta casa, se encontró con un mar de botellas tiradas en el suelo polvoriento que dibujaban extrañas figuras en sobra cuando este pasaba el pequeño candil para poder ver bien que había bajo sus pies. Walton, nada más ver todas esas botellas tiradas en el suelo se apresuró a buscar alguna tan antigua que mereciera la pena cogerla para ponerla junto a su gran colección de botellas antiguas.
Cuando este hombre en busca de una botella extraña y bonita pasaba este candil vio una misteriosa sombra que no reflejaba la luz como las demás botellas. Acercándose a mirar bien de que se trataba, este de un salto, se calló y quedó sentado del enorme susto que este extraño objeto le causó.
Letta el muñeco real
Al incorporarse y iluminar bien este objeto, se percató de que parecía un niño muerto sentado apoyado en la misma pared de esta casa. Una vez se percató de que no se trataba de un niño, este lo cogió con sus manos y se dio cuenta de que era un muñeco tan lleno de polvo que este con la tenue luz del candil parecía una luvia gris. Lo que Walton no se podía explicar era como podía haber sobrevivido este muñeco en tan buen estado, después de las innumerables inundaciones que sufrió esta casa.
El Sr Walton decide llevarse este muñeco consigo, para ver si lo podía restaurar y quedárselo como recuerdo. Al poco tiempo de haberse llevado este muñeco, Walton se enteró de que repentinamente la casa se había derrumbado aparentemente sola.
“Me pareció tan extraño que la casa hubiera aguantado en pie cientos de años y que después de que yo retirase este muñeco misterioso, la misma casa se hubiera derrumbado sola. Esto me pareció bastante raro. Fue como si el mismo muñeco me llevase a esa casa para que me lo llevara de ahí.”, explicaba el Sr Walton.
Una de las cosas más extrañas que Walton pudo ver en este muñeco, fue su misteriosa cara. No era una cara normal de muñeco tradicional, poseída un color muy parecido a un periódico mojado, según afirmaba el Sr Walton. Poco tiempo después del primer encuentro con este misterioso muñeco el y su hermano viajaban con él a donde fuera.
En uno de esos viajes, él y su hermano iban por carretera como siempre, charlando y viendo el paisaje de sus alrededores, nada extraño hasta entonces. Llegado a un tramo de la carretera, el hermano que iba conduciendo se detuvo, fue cuando Walton muy extrañado le decía a su hermano:
“Creo que el muñeco esta haciendo ruidos dentro del saco, ¿No lo oyes”. Al llegar la noche los hermanos tuvieron que parar para descansar, fue cuando el hermano de Walton, le despertó alterado diciendo que acababa de escuchar unos susurros provenientes del saco donde estaba este muñeco. Debido a la gran agitación del hermano, Walton tuvo que ponerse a conducir, pese a que él también estaba muy nervioso por los ruidos que estaban escuchando y que venían del interior de este muñeco.
El siguiente fenómeno fue cuando ya Walton se encontraba en casa con su familia. Una noche su hija pequeña que normalmente era muy tranquila, aparece gritando y corriendo en busca del calor de su padre. El padre le pregunta que por qué grita, esta le dice:
“Papá, el muñeco se acaba de mover solo no me gusta, por favor quítalo de mi habitación” Walton como era normal se pensó que la niña había visto cosas que no eran, y no le prestó mucha atención. Pero al pasar de los días,ya los hijos de Waltonno jugaban con este muñeco, solo lo hacían por el día, ya que por la noche aseguraban que este se movía y les decía cosas malvadas.
A ninguno de sus familiares les gustaba este muñeco, decían que su mirada parecía humana y que cada vez que lo veían, creían ver que un brazo, una pierna o incluso un parpado, se movía.
Cinco años de intensos fenómenos extraños habían sido ya suficientes para la familia de Walton y este por fin decide llevarse fuera de casa al muñeco. No sabía donde dejar a este misterioso muñeco, quién en su sano juicio podría querer a un muñeco al que aterroriza a los niños. De inmediato se le ocurre llevarlo al museo de Sidney.
El muñeco Letta en un programa de Televisión
Una vez allí, los expertos en antigüedades del propio museo de una manera casi eufórica comenzaron a examinar a Letta. Estos, le confirmaron a Walton que se trataba de un muñeco de unos 170 o 250 años de antigüedad que fue hecho por una mujer gitana.
Los gitanos creían que se podía encerrar a un espíritu maligno dentro de un muñeco, por eso era costumbre hacer este tipo de muñecos para poder encerrar el mal y que jamás lograr salir. Después de enterarse de esta historia, los ojos de Walton se iluminaron creyendo que le darían una buena suma por él. Al final decide irse del museo e ir a venderlo. Cuando llegó a su destino, e intentó salir de la furgoneta, se percató que no podía moverse del asiento de su furgoneta, algo le impedía moverse.
Con el paso del tiempo psíquicos, clarividentes y muchos expertos aseguraron que este muñeco podía moverse solo. Cada vez que alguien estaba solo con él, se podía escuchar pasos de fondo, susurros inexplicables, sombras por los pasillos,risas misteriosas. Nadie quería quedarse ya a solas con Letta el muñeco gitano. Los psíquicos que aseguraron ver a este muñeco, pudieron afirmar que había en su interior multitud de espíritus dentro de este muñeco.
La mujer de Walton aseguró en una ocasión que este muñeco era capaz de alterar su forma y cambiar. Incluso podía llegar a tener movimientos faciales, llenando más de misterio a este pequeño muñeco gitano.
Fuente: http://www.tenerifeparanormal.es/