Castro de Yecla de Yeltes

A lo largo de la historia, Salamanca ha sido objeto de ocupación de distintos pueblos, muchos de los cuales han dejado su huella a su paso pues una de esas maravillosas huellas se encuentra muy cerca de Vitigudino, en la localidad de Yecla de Yeltes pues se trata de uno de los mejores castros de nuestro país.
También conocida como «la muralla infranqueable», el Castro de Yecla de Yeltes se sitúa próxima a dicha localidad homónima y es un lugar que, debido al valor de sus restos arqueológicos además de singulares características, es actualmente uno de los poblados más importantes de la penillanura salmantina y una de las fortificaciones protohistóricas más espectaculares de la Península Ibérica.
Fue fundado por los vetones hacia el año 500 a. C., aunque no sería hasta el año 300 a. C. cuando resulta que empieza a tomar forma a través de la construcción de la mayor parte de los edificios y elementos de defensa que hoy podemos ver.
Posteriormente sería conquistado por los romanos, como demuestran las estelas funerarias del Museo del Castro de Yecla la Vieja pues de este periodo son las necrópolis halladas y en donde las estelas funerarias fueron usadas como elementos decorativos en muros y fachadas de Yecla de Yeltes.
En definitiva, sería habitado hasta el siglo XII, cuando fue abandonado definitivamente para fundar así el pueblo actual en la zona más llana.
El castro se localiza en la confluencia del río Huebra con el arroyo de Varlaña pues posee una posición estratégica en una elevada colina rodeada por arroyos, del mismo modo que ocurre en otros castros y su muralla es de 7 metros de grosor y 6 metros de altura que puede recorrerse en su totalidad.
El Castro de Yecla de Yeltes se encuentra situado en una plataforma cortada entre peáscales y rodeado por completo por una espesa muralla que encierra un área de 5 hectáreas y formado por un sillarejo de granito en seco muy bien encajado donde la muralla se erige sobre roca natural.
Aunque a lo largo de su historia ha sufrido numerosas destrucciones y alteraciones, la apariencia de la muralla no ha cambiado mucho en determinadas zonas, conservando en gran medida su aspecto original.
Eso sí, ninguno de los edificios del poblado se mantienen en pie, a excepción de la ermita de la Virgen del Castillo, que fue construida en la época de los Reyes Católicos, mucho después de que el castro fuera así abadonado, y en cuya construcción se aprovecharon numerosos elementos romanos.
Además, se conserva un importante conjunto más de un centenar de grabados, también conocidos como insculturas realizados tanto en rocas como en los propios sillares de la muralla donde la mayoría de ellos son de animales, especialmente figuras de caballos, aunque también podemos encontrar burros, jabalíes y toso.
En cambio, las figuras humanas son muy escasas pues solamente encontramos una escena de caza en la que unos jinetes armados con lanzas persiguen a unos jabalíes.
Por otro lado, al oeste del poblado, fuera de la muralla, existen varias áreas de piedras colocadas en clara disposición vertical que, posiblemente, sirvieron para proteger al pueblo de los ataques de caballería, ya que se trata del flanco más abierto del sentamiento
Fuente: https://blog.hotelregio.com/territorio-veton-el-castro-de-yecla-de-yeltes-salamanca/