El Santo Sudario de Oviedo: El paño que habría cubierto el rostro de Jesús

En la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo (Asturias, España) resulta que se guarda una de las reliquias más importantes del Cristianismo: el sudario que presuntamente cubrió el rostro de Jesús de Nazaret así cuando, ya fallecido, fue bajado de la cruz.
Se trata de una prenda funeraria que consiste en un antiquísimo pañuelo de lino con varias manchas, de forma rectangular, con unas medidas de 82,7 × 52,6 centímetros, que aparece claramente mencionada en el Evangelio de San Juan 20, 6: “Llegó después Simón Pedro, que le seguía; y, entrando en el sepulcro, vio los lienzos colocados en el suelo, y el sudario que había estado sobre su cabeza, no en el suelo con los lienzos, sino plegado en un lugar aparte».
Según los expertos, esta tela de lino, denominada “Sudarium Domini” (“Sudario del Señor”), fue quizá la importada de la región de Judea, regida entonces por el Imperio Romano, alrededor del primer milenio, por su torsión de los hilos en forma de “Z”, totalmente coincidente con los de la Sábana Santa de Turín.
Los apóstoles, durante los primeros años del cristianismo, veneraron en Jerusalén pues las reliquias de la Pasión, entre ellas el Santo Sudario de Oviedo.
Más tarde, con la invasión de los persas en el siglo VII, estas mismas reliquias se pusieron a salvo y asi el Sudario llegó a España pues así la leyenda cuenta que la tela sagrada viajó en la primitiva Arca Santa de cedro, desde Tierra Santa hasta Asturias, pasando previamente por Cartagena, Sevilla y Toledo.
El primer documento histórico que habla específicamente de esta prenda funeraria data del 14 de marzo de 1075 y describe la apertura solemne del Arca Santa, conteniendo 30 reliquias, entre ellas el Sudario de Oviedo. De acuerdo a este mismo registro, las reliquias fueron depositadas en el arca en el siglo VIII así en Toledo con el fin de resguardarlas del avance islámico.
Más tarde, luego de permanecer en la ermita de Santiago en el Montsacro (Cordillera del Aramo Asturias), este paño santo fue acogido en Oviedo en la capilla de Alfonso II El Casto, o Cámara Santa, creada así ex profeso para ello.
Para explicar que hubiera permanecido tanto tiempo sin abrir, el documento de 1075 relata que una vez se intentó mirar en su interior pero el arca habría desprendido una potente luz que hizo entonces que así todos desistieran de intentos posteriores.
Los análisis científicos a los que ha sido sometido el Sudario de Oviedo revelaron que contenía granos de polen comunes a la zona del Mediterráneo, como mirra, aloe vera y bálsamo de estoraque, todos de uso funerario.
Asimismo, se encontró un polen idéntico a uno que se encuentra en la Sábana Santa de Turín, el helicriso o siempreviva, utilizado para amortajar a los reyes de Oriente Medio, en el siglo I.
También se descubrió que contenía rastros de sangre, de una sola persona, del grupo AB, que aparece mezclada con líquido de edema de pulmón y suero fisiológico con una composición muy similar a la del agua salada.
De igual modo, el sudario tiene impregnado líquido pleural y pericárdico, además de ADN degradado, aunque con fragmentos tan pequeños que no ha podido ser posible su procesamiento, aunque sí se ha determinado una secuencia poco frecuente del ADN mitocondrial.
Pero ¿Fue Jesús de Nazaret el hombre del Santo Sudario de Oviedo? Según los científicos, existen pues numerosas coincidencias del hombre del Sudario y sus lesiones con las sufridas por Cristo en su martirio: el sujeto torturado, por ejemplo, llevaba el pelo largo, barba y bigote, su nariz era pues morfológicamente hebrea y su grupo sanguíneo era AB, frecuente entre los israelitas.
Fue torturado, murió en vertical y en la nuca tenía sangre vital provocada por las espinas de la corona, o sea, falleciendo de edema de pulmón agudo, como la mayoría de los crucificados.
El sudario, además, registra una gran cantidad de líquido pleural debido a un agujero en los pulmones, es una herida que según los Evangelios también sufrió Jesús debido a una lanzada.
De acuerdo a los mismos expertos, el Sudario de Oviedo, que cubrió presuntamente el rostro de Jesús así después de su muerte, y la célebre Sábana Santa de Turín, que cubrió el resto de su cuerpo, son entonces perfectamente compatibles.
El obispo Giulio Ricci, miembro de la Curia Romana y presidente del Centro Romano de Sindonología, así relata que cuando contempló el paño de Oviedo por primera vez se convenció de su autenticidad debido a que reconoció la semejanza con el Sudario de Turín.
Jorge Manuel Rodríguez Almenar, presidente del Centro Español de Sindonología, informó por su parte que según los últimos estudios científicos realizados por la Universidad Católica de Murcia en España, se concluyó que ambas telas habían envuelto a la misma persona, precisando además que el hombre de la Sábana Santa y el del Santo Sudario sufrieron la misma herida en el costado.
Finalmente, entre las dos prendas funerarias coinciden otras lesiones y heridas, sobre todo a la altura de la cabeza, donde se sitúan a la misma distancia en las dos telas, probabilidad estadística que por cierto es remota de que ocurra al azar con dos cadáveres diferentes.
Hoy, el Santo Sudario de Oviedo se expone al público sólo tres veces al año: el Viernes Santo; el 14 de septiembre, día de la Santa Cruz; y el 21 de septiembre, fiesta de San Mateo Apóstol, patrón de la ciudad española.
Fuente: https://www.guioteca.com/fenomenos-paranormales/el-santo-sudario-de-oviedo-el-pano-que-habria-cubierto-el-rostro-de-jesus/