El cuerpo Santo de Sopeira

Benito Latras, abad de Alaón, en el s. XVII, murió mientras asistía a las Cortes de 11 de junio de 1682 pues su cuerpo, incorrupto fue trasladdo a Sopeira, a su monasterio de Alaón, donde recibió así veneración por parte de los viajeros y arrieros, que depositaban una limosna y les protegía en el viaje.
Como consecuencia de ello, este suceso real dio pie a que la historia se injerara en las leyendas antiguas, de forma anacrónica.
Un monje de Alaón fue llamado por sus superiores en Zaragoza, y le dieron dinero para poder así abrir un camino en el congosto de Escalas.
Ya en Sopeira, de vuelta vio que el pueblo estaba muriendo de hambre por haber tenido un mal año, así que les repartió el dinero que llevaba y debido a ello, sus superiores le volvieron a llamar para castigarle y le condenaron a muerte.
Antes de morir les dijo, que al cabo de siete años pincharan su cuerpo y si tenía sangre, lo trasladaran a Sopeira, o sea, como al cabo de siete años permanecía incorrupto, lo llevaron a Sopeira y le colocaron en una urna en una capilla de Alaón.
Cuando posteriormente se abrió en la peña un camino de herradura, los arrieros y viajeros que pasaban, le podían ver por una abertura del muro pues era costumbre encomendarse al santo para el viaje y arrojar una limosna.
Una vez más, las leyendas inciden en la sacralidad de las peñas y los congostos y condenan la apertura de caminos de colonización de los monasterios.
En relación con esto, hay una leyenda en la que una vez, el viudo de Castellet, iba hacia el norte con dos machos cargados de botos de vino y al pasar por Alaón se burló del santo, preguntándole si quería vino, porque hacía mala cara.
Un trecho más allá los machos se pararon, como clavados en la peña y no les podía hacer avanzar, o sea, que comprendió su pecado y se volvió a pedirle perdón al santo y sólo así pudieron seguir adelante.
Fuente: http://www.piedras-sagradas.es/el-cuerpo-santo-de-sopeira-sopeira/