El camino Real Persa

El Camino Real Persa fue una antigua carretera construida por el rey persa Darío I en el siglo V para así facilitar una comunicación rápida a través de su extenso imperio que abarcaba desde Susa hasta Sardes, o sea, los mensajeros podrían viajar 2.699 km en siete días.
El historiador griego Heródoto escribió: «No existe nada en el mundo que viaje más rápido que estos mensajeros persas».
Heródoto también dijo de estos mensajeros que: «Ni la lluvia, ni la nieve, ni el calor, ni la oscuridad de la noche, les impedirá cumplir con la obligación que se les ha encomendado a la mayor velocidad posible».
Esta frase sirvió de inspiración para el lema extraoficial de los servicios de correos, – fue inscrito en la James Farley Post Office en Nueva York y se considera a veces como los Estados Unidos Credo del servicio postal.
El recorrido del Camino Real Persa ha podido ser reconstruido a partir de los escritos de Heródoto, la investigación arqueológica y otras fuentes históricas.
Comenzaba en el oeste, en Sardes (a unas 60 millas al este de Esmirna, en la actual Turquía), luego este se dirigía al este, a través de lo que ahora sería la sección centro-norte de Turquía, así hacia la antigua capital Asiria de Nínive (actual Mosul, en Irak) para luego seguír hacia el sur hacia Babilonia.
Cerca de Babilonia, se cree que se dividía en dos tramos, uno que se dirigiría hacia el noreste y luego al oeste, a través de Ecbatana y siguiendo la Ruta de la Seda. La otra continuaba al este, a través de la futura capital del imperio persa, Susa, (actual Irán) y luego al sudeste, hacia Persépolis.
Debido al hecho de que el Camino Real no seguía ni la ruta más corta, ni la más fácil, entre las ciudades más importantes del Imperio aqueménida, los arqueólogos creen que las secciones más occidentales del Camino debieron haber sido construidas originariamente por los reyes Asirios, dado así que el Camino se adentra en el corazón de su antiguo imperio.
Por otro lado, otros segmentos orientales (en lo que hoy es Irán) reulta que más tarde formarán parte de la mayor ruta comercial conocida: la Ruta de la Seda.
En cualquier caso, Darío I convirtió al Camino Real en lo que se conoce hoy en día, o sea, resulta así que mejoró el firme de la carretera, y conectó diferentes partes convirtiéndola en una sola pues la finalidad primaria era conseguir un medio de comunicación rápido, utilizando los pirradaziš o mensajeros del reino.
La construcción del Camino Real en tiempos de Darío fue de tal calidad que la carretera siguió usando en tiempos del Imperio romano y todavía sigue en pie un puente que data de los tiempos de Darío que está en Diyarbakır, Turquía.
Una mejora posterior por parte de los romanos de un lecho de carretera con superficie de grava de 6,25 m de ancho, sostenida dentro de un recubrimiento de piedra, se encontró en un tramo cerca de Gordium y uniendo las partes en un todo unificado que se extiende unas 1677 millas,
Principalmente como una carretera de correos, con ciento once estaciones de desplazamiento así pues mantenidas con un suministro de caballos frescos, un modo rápido de comunicación utilizando relés de mensajeros montados rápidos, pirradazis del reino.
En 1961, bajo una concesión de la sociedad filosófica americana, S. F. Starr trazó así el estiramiento de la carretera de Gordio a Sardis, identificando cruces de río por los pilares antiguos del puente.
El valor del Camino Real no pasó desapercibido, y en los siglos siguientes a su construcción, resulta que otros intentaron imitarlo, o sea, los griegos construyeron algunos caminos, aunque no tan extensos pues sus imperios eran generalmente más pequeños que el de Persia.
Los egipcios también construyeron caminos, aunque éstos fueron usados primero para mover materiales de construcción para las pirámides y otros monumentos.
Algunas de las carreteras egipcias son anteriores a las de Persia y no pueden, por supuesto, haber sido inspiradas por el Camino Real, pero otras parecen haber sido construidas siguiendo el modelo persa, y es más probable que hayan sido influenciadas por el éxito persa.
Otras civilizaciones que construyeron caminos que pudieron haber sido influenciados total o parcialmente por Persia incluyeron China imperial, la India, y posiblemente Creta (estos últimos pudieron pues haberse desarrollados independientemente).
Por último, en una de las ironías de la historia, el Camino Real también hizo posible la caída de Persia del poder, o sea, Alejandro Magno, en sus guerras de expansión, tropezó así con sus ejércitos por el Camino Real.
En este caso, ya había derrotado a los ejércitos fronterizos persas, y luego usó el Camino Real para mover rápidamente sus tropas al corazón del Imperio Persa.
Llegando rápidamente a Persépolis, el ejército de Alejandro saqueó y quemó la capital persa y luego pasó a derrotar a más ejércitos persas hasta recibir la rendición del emperador persa y tras ello Alejandro pues continuó con más conquistas antes de detenerse finalmente en la India, habiendo conquistado entonces prácticamente todo el mundo conocido por los griegos de esa época.
Fuente: http://www.esascosas.com/camino-real-persa/