Significado de las cadenas de la Catedral de Sevilla

Sevilla se situó en la primera línea del comercio mundial con el descubrimiento de América, o sea, que así por aquel entonces la urbe era un foco de atracción para los mercaderes pues de esta forma resulta que los aledaños de la Catedral seguramente eran de las zonas más concurridas del mundo entero.
El lugar utilizado por los comerciantes para llevar a cabo sus actividades mercantiles eran las gradas de la Catedral y su punto central era la denominada fuente del Hierro, enclavada en el lugar que actualmente ocupa la Iglesia del Sagrario.
Cuando las inclemencias temporales lo requerían cerraban los tratos dentro del templo, y concretamente en el Patio de los Naranjos pues debido a ello, esto era denunciado por el Clero, y en el siglo XVI resulta que contrataron alguaciles que impedían transitar por aquí con animales de carga.
Las cadenas de la Catedral proporcionaban un límite al albedrio de aquella situación y consecuentemente los mercaderes también extendían sus quejas ante la incomodidad que experimentaban una y otra vez.
El monarca Felipe II, no desoyendo las peticiones de los afectados, facilitó la construcción de la Casa de la Lonja de los mercaderes, y hacia la segunda mitad de siglo estas instalaciones ya estaban claramente en funcionamiento y de alguna manera se puede afirmar que las Cadenas contribuyeron al levantamiento de lo que hoy es el Archivo de Indias.
Alrededor de la Catedral hay 157 columnas encadenadas 157 que rodean totalmente al Templo de la Giralda y se sabe que las más antiguas fueron traídas de Itálica, pero de las demás se desconoce pues su procedencia y cabe destacar que 100 de ellas son pareadas, mientras que las restantes son individuales, o también llamadas ‘solitarias’.
En cuanto a los materiales, las hay de granito, de mármol y de piedra, dependiendo de la época en la que fueron apostadas. Las cadenas también son heterogéneas, puesto que algunas también poseen eslabones redondeados, y otras, cuadrados.
En la Casa Lonja se dispusieron columnas y cadenas de forma semejante a las de la Catedral, se trataba de recordar que aquello estaba bajo la jurisdicción mercantil, sin embargo esta barrera no suponía tanto un punto fronterizo como lo eran las cadenas de la Catedral, ya que la superación de estas implicaba pues el poderse acoger a Sagrado, y aunque se tuviera alguna cuenta pendiente con la Justicia, mientras que se permaneciera dentro de estos límites la jurisdicción arzobispal era la única competente.
Esta era la verdadera razón que implicaban las Cadenas catedralicias, es decir el cambio de la jurisdicción competente, suponían la frontera, al traspasar estas se entraba en suelo sagrado y aquí solo mandaba la Iglesia.
Fuente: http://curiosasevilla.blogspot.com/2018/02/las-cadenas-de-la-catedral.html