El sagrado mantel de Coria

Pocos extremeños conocen que el mantel sobre el que se celebró la Última Cena de Jesucristo podría hallarse en la Catedral de Coria, o sea, esta reliquia ha pasado siempre desapercibida en Extremadura.
El Sagrado Mantel es un auténtico tesoro de museo, una de las grandes reliquias de la cristiandad, única en todo el mundo, es una pieza muy preciada de la que la tradición cuenta que fue el mantel usado en la Última Cena de Jesucristo con los Doce Apóstoles.
Se trata, de una pieza de lino puro de 4,42 metros de largo y 92 centímetros de ancho, blanca por un lado y con sencillos adornos en azul por el otro, actualmente presenta algunas roturas y desgarros.
Se descubrió, entre los años 1370 y 1403, en un arca hallada bajo el suelo del presbiterio de la Catedral de Coria durante unas obras de remodelación en el templo.
Se sabe que el mantel se encuentra en la Catedral desde, al menos, el siglo XV pues una bula papal firmada por Benedicto XIII y fechada en 1404 ya habla de que la reliquia apareció escondida en un arca en la Catedral de Coria.
Entre los misterios que envuelven esta pieza se encuentra su vinculación con Coria. ¿Cómo llegó hasta aquí?
No se conoce con certeza si pudo haber llegado a Coria antes de la conquista musulmana o después de la reconquista cristiana en 1142, sobre su procedencia existen varias teorías:
· Una asegura que llegó a Coria tras la conquista de la ciudad por Alfonso VII, podría haberlo traído desde Francia el obispo Iñigo Navarrón, que asistió al Concilio de Reims en 1148 o su sucesor, Don Asuero, que vivió en Roma junto al Papa Eugenio III.
· Según otros, un obispo cauriense lo trajo desde Roma en el siglo VIII.
· Otra teoría asegura que el mantel, habría sido llevado a Roma en el siglo III por Santa Elena, madre del Emperador Constantino y desde allí habría pasado a manos de Carlomagno.
Lo que parece cierto es que acabó en manos de Los Templarios, que por entonces se hallaban asentados en el castillo de Alconétar y tras la disolución de la orden, el mantel pasó a manos de la Iglesia que lo escondió en la catedral de Coria.
En siglos pasados la tela gozó de gran devoción entre los caurienses, desde el año 1.495 hasta 1.791 y cada 3 de mayo se celebraba en Coria la fiesta de las tres reliquias: el Lignum Via, la Santa Espina y el Sagrado Mantel.
Ese día las reliquias eran expuestas en público y el mantel se colgaba de un balcón a modo de pendón, pasando por debajo los vecinos y peregrinos llegados desde todo el país, lo besaban y se frotaban con él confiando en los milagros que se le atribuían.
En 1791, el obispo cauriense Juan Álvarez Castro acabó suprimiendo su adoración y el Sagrado Mantel dejó de estar accesible y pasó a ser custodiado en la catedral.
Cuentan que de aquellos desgarros podrían proceder los otros dos fragmentos del mantel que se conservan en Viena (Austria) y en Bergisch Gladbach (Alemania), de donde saldría otro trocito que se venera en el Monasterio de las Clarisas de Monforte (Lugo).
Sobre su pasado milagroso, se cuenta de la reliquia, que mientras estuvo en manos de Los Templarios, todos los Jueves Santos se usaba como mantel en un acto solidario, usando la tela para hacer aparecer comida sobre la mesa.
También, entre los años en los que se mantuvo expuesta al público 1.491 y 1.792, la tradición oral nos habla de los numerosos milagros realizados por el Santo Mantel, la mayoría de ellos relacionados con fenómenos meteorológicos (sequías, lluvias…).
Aunque, hoy por hoy, no existe ningún documento técnico que certifique que la reliquia fue, realmente, la que vistió la mesa en la que Jesús cenó con los doce apóstoles, sí que hay pruebas científicas que acreditan su antigüedad:
El mantel fue examinado en 1960 en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid por los profesores especialistas Francisco Hernández Pacheco, Alfredo Carrato Ibáñez y por el arqueólogo e historiador del arte Manuel Gómez Moreno, especialista en tejidos.
El mantel fue sometido, entre otras, a la prueba del polen acumulado usando para ello el método del Carbono 14 en unos laboratorios holandeses, pero finalmente no se llevó a cabo debido a que en aquella época no estaba aún perfeccionada.
Su carácter antiguo y oriental fue confirmado en 1962, el examen certificó que el mantel era de lino puro y de fabricación arábiga, fechándolo en el siglo I de nuestra era.
Se determinó que el estilo del tejido era propio de la Palestina del tiempo de Jesucristo pues presentaba adornos de índigo, tinte que no se conoció en Europa hasta que lo importaron los holandeses a principios del siglo XVI.
Posteriormente se comenzó otra investigación sobre la tela, esta vez en noviembre de 2006, investigadores del «Turin Shroud Center» de Colorado (Estados Unidos), del Centro Español de Sindonología y miembros del Instituto del Patrimonio Histórico Español iniciaron un estudio científico del Mantel.
Usaron técnicas de fotográfias de última generación, bajo diferentes tipos de luz, tomaron gran cantidad de imágenes, cada una de ellas de 10 cm2, con el fin de poder completar un mosaico de todo el mantel a altísima resolución.
Además se realizó un trabajo minucioso con material microscopio tomando muestras de polen y otras partículas con cintas adhesivas, o sea, querían comparar las manchas existentes en el Santo Sudario de Turín con las que pudiera tener el mantel de Coria.
A pesar de todo, resulta muy difícil afirmar con rotundidad que Coria albergue el auténtico Mantel de la Sagrada Cena de Jesucristo, o sea, el misterio continuará encerrado en una urna de plata en el Museo de la Catedral de Coria.
Fuente: http://www.extremaduramisteriosa.com/el-sagrado-mantel-de-coria