La historia de los chocolates Valor

La historia de Chocolates Valor arranca en 1881, con Valeriano López Lloret como fundador y protagonista de una bella aventura pues ése fue el año de su constitución, aunque los antecedentes familiares como chocolateros se remontan varias décadas atrás, o sea, cuando la saga de la familia López ejercía de chocolatera en la zona de la Ermita.
A finales del siglo XIX, el hijo de Don Valeriano López Lloret toma las riendas de la empresa, el molino mecánico sustituye a la piedra de moler y el mulo deja paso al carro, o sea, gracias a este avance tecnológico, la producción se incrementa y las rutas ya incluyen a Madrid dado que sus mejores clientes pasaban allí las Navidades.
Vicente dispensaba un trato proverbial a sus clientes y en los meses de verano el recorrido se efectuaba por la noche para evitar el calor y, en invierno, durante el día para evitar las bajas temperaturas y cinco libras de chocolate era el encargo más habitual, cuyo coste ascendía a cinco pesetas.
La “pedra” de moler es sustituida por el molino de “malacate”, movido en primer lugar por una caballería en plan de noria y años más tarde por un motor diesel.
Se extiende la venta a otros pueblos y provincias, o sea, ya no se realiza directamente a las familias consumidoras, sino que ahora comienza a canalizarse a través del comercio donde Chocolates Valor adquiere el primer vehículo a motor, pues era una camioneta Chevrolet, que cargaba unos 1.500 kilos y que reemplaza al carro tradicional tirado por caballería.
Se alquila una fábrica en Torrellano para cumplir con el crecimiento de mercado al tiempo que se construye también una fábrica de nueva planta en Villajoyosa, trasladando en 1964 toda la maquinaria de la Ermita lo que le permite no sólo aumentar la producción sino también la calidad y completar la gama de chocolates.,
Se lanzan chocolates muy novedosos, como el rombo o la línea “Soy diferente”, todavía registrada y que marca de forma de todo clara el espíritu diferenciador de Valor.
Valor adopta la estrategia de la calidad y lanza al mercado el Chocolate Puro, producto que se ha convertido en un emblema de la marca y se instala el primer equipo de moldeo y desmolde automático (“automolda”).

Valeriano López Lloret
La fábrica sigue modernizándose y aumentando su capacidad de producción y en 1973, Valor se transforma en sociedad anónima, continuando con su dimensión humana poco común, una extraordinaria capacidad de trabajo, una plena dedicación a la empresa y una especial preocupación por la calidad.
Se amplía el equipo directivo y se establece una red de representantes en toda España, apostando por la Gran Distribución que empezaba a transformar el panorama alimentario español.
En 1981 se celebra el centenario de la Empresa en el hotel Montíboli de Villajoyosa con emotivos homenajes a Don Pedro López Mayor y el gerente Don Antonio Galiana.
Año tras año, se venían haciendo continuas ampliaciones de la fábrica de tal forma que su expansión comercial es enorme y así la marca Valor inicia también la comercialización de bombones y empieza a exportar a algunos países sudamericanos y asiáticos, como Argentina, Venezuela o Japón.
En 1995 se inaugura la nueva ampliación de 22.000 metros cuadrados, que incluye las naves de tratamiento de cacao en el que se procesa el grano en lugar de comprar la pasta ya hecha.
Valor inicia una histórica evolución en su línea comunicacional, apostando por un concepto del “placer” donde se moderniza con ello el logotipo y los envoltorios.
En 2002 se celebra el 500 aniversario del Descubrimiento del Cacao y en colaboración con la ruta Quetzal BBVA, se realizaron una serie de eventos para conmemorar el acontecimiento y Valor inicia una ilusionante aventura con la puesta en marcha de la filial comercial Valor Usa inc.
Tras 3 años de investigación, se lanza el chocolate Sin Azúcar, con un “bouquet” idéntico al de las fórmulas tradicionales, que así tiene una gran acogida y se amplía su producción.
Se celebra el 125 Aniversario de Chocolates Valor y las instalaciones de Villajoyosa recibieron la visita SS.AA. los Príncipes de Asturias y se inauguró la galería de arte en chocolate.
La comunicación de Valor sigue centrada en el concepto del “placer”, pero evoluciona hacia un público más urbano y sofisticado pues en 2011 Chocolates Valor recibe el “2011 European Candy Kettle Award”, uno de los premios más prestigiosos del sector.
Chocolates valor sigue expandiéndose y cada año se aumentan las ventas en el extranjero, consiguiendo presencia en más de 45 países de todo el mundo.
El 15 de julio de 2013 la empresa Mondelēz International, anuncia que vende su factoría de Ateca (Zaragoza), antigua Chocolates Hueso, junto con las marcas «Huesitos» y «Tokke», a la empresa española Chocolates Valor, que asume la producción de las famosas barritas de chocolate en la fábrica de Ateca a partir del verano de 2013.
En abril de 2016 fallece el presidente y consejero delegado Pedro López Mayor, dejando paso a su hijo Pedro López López en la dirección de la empresa.
Fuente: https://www.valor.es/historia-de-chocolates-valor/