Los fantasmas de Roma

Entre otros podemos destacar los siguientes:
Olimpia
La pérfida Olimpia Pamphilij o Pimpaccia pertenecía a una familia muy pobre, pero así como era una niña muy hermosa y ambiciosa llegó a casarse primero con un noble de la ciudad y enviudando luego se casó con un hombre rico 30 años mayor que ella convirtiéndose en una noble rica y principal consejera de su cuñado, el Papa Inocencio X.
Como no era muy bien vista por el pueblo, a la muerte del papa se dio cuenta de que sin su apoyo su fin llegaría pronto, o sea, empacó sus maletas, llenó dos cajas con monedas de oro y huyó así en un carruaje desde su residencia en Plaza Navona cruzando el río Tíber por el puente Sisto y algunos dicen que al huir el carro por alguna razón prendió fuego y cayó al río.
En algunas noches de Roma, se ve un carro envuelto en fuego, tirado por caballos negros que suele hacer el trayecto de plaza Navona hasta el Puente Sisto.
Constanza
Constanza Conti de Cupis fue una joven noble que habitaba con su familia en el palacio de Via dell’Anima, a la derecha de la iglesia de Santa Inés.
La joven era de extraordinaria belleza y sus manos eran de una perfección asombrosa, hasta el punto de que un artesano le pidió hacer una replica en yeso para exponerla en su taller.
Muchos hablaban de la perfección de sus manos e interesados iban a observar la replica del artesano, así hasta que un día un monje la vio y dijo que manos así no podían existir y que la dueña correría el riesgo de verlas cortadas incluso por envidia.
Constanza, por temor a que algo le pudiera pasar, literalmente se encerró en su casa a bordar casi todo el día y un día mientras bordaba accidentalmente se hincó el dedo con una aguja herrumbrada, su mano se infectó y los médicos tuvieron que amputarla y poco después agravada su situación murió entonces por septicemia.
La leyenda dice que cuando la luna ilumina las ventanas del Edificio De Cupis, se puede ver una forma pálida con cinco dedos y que su cuerpo ronda por esas calles tratando de reencontrarse con su mano.
Entorno a la zona del Castel Sant´Angelo, son dos los fantasmas que andan por los alrededores uno es Giovanni Battista Bugatti más conocido como Mastro Titta quien fue el verdugo del papa y carga así con nada menos que la muerte de más de 500 condenados. Quizás sea por eso que su alma no se encuentra en paz y suele aparecerse en los alrededores, de uno de los lugares de las ejecuciones, muy cerca de su casa.
Beatriz
También por esos alrededores entre la noche del 10 y 11 de septiembre, suele aparecerse el fantasma de Beatriz Cenci con su cabeza en mano.
Beatriz Cenci fue la hija de Francesco Cenci, un noble de la época muy violento pues muchas veces abusó de su hermosa hija y de su segunda esposa, estas lo denunciaron varias veces, pero la benevolencia que era reservada para los nobles le había hecho evitar severas condenas y Cenci confinó a las dos mujeres en una propiedad a las afueras de Roma.
Cuando Francesco llegó al castillo para pasar un período de descanso, con la ayuda de dos vasallos, las mujeres mataron al hombre, haciéndose justicia por manos propias.
La ausencia del noble no pasó desapercibida y comenzó la investigación que llevó al descubrimiento del asesinato y los cuatro miembros de la familia Cenci incluyendo los hijos varones por claro encubrimiento fueron condenados a muerte.
Roma conocía los antecedentes del crimen y protestó ansiosamente para pedir perdón, sobre todo por Beatriz que desde niña sufrió la tortura del abuso del padre.
Las suplicas del pueblo no fueron escuchadas y el 11 de septiembre de 1599 al amanecer, pues los cuatro miembros de la familia fueron llevados a Castel Sant’Angelo para la ejecución.
Julio César
En la plaza de san Pedro en el Vaticano dicen que suele aparecerse el fantasma de Julio César, pues antes de que una cruz adornara la cima del obelisco que se encuentra en medio a la plaza, anteriormente había una gran esfera de bronce que contenía las cenizas del emperador.
En 1586, mientras se estaba construyendo la segunda basílica el papa Sixto V así pues bajo dirección del arquitecto Giovanni Fontana, se comprobó que no había cenizas dentro la esfera, ya que no tenía ninguna soldadura.
El papa decidió poner fin a esa “impura superstición” colocando una cruz en lugar de la esfera, y haciendo grabar en su base de mármol una antigua formula de exorcismo.
Humberto
También el Panteón tiene su fantasma, y es el mismo Humberto I de Saboya, cuya tumba se encuentra justo dentro de la estructura.
Dicen que la primera aparición del rey que fue muerto asesinado en Monza en el 1900, se remonta a una noche de primavera de los años 30, cuando este se materializó en un aterrorizado carabinero que vigilaba el Panteón.
El fantasma le susurró un mensaje a los oídos del testigo. ¿Qué fue lo que le dijo? Nunca se supo, porque el guardia siempre se negó a revelarlo.
Lo único que dijo es que el mensaje era de carácter político pues así a los más escépticos, como prueba, el carabinero mostró una tira de camisa quemada, quizá, por el contacto de la mano del monarca como un gesto de agradecimiento y despedida.
Giordano Bruno
Y por último dicen que en la popular trasnochadora plaza de Campo dei Fiori, se aparece el fantasma de Giordano Bruno que fue quemado vivo el 17 de febrero de 1600 en el mismo lugar, debido pues a que las autoridades civiles de Roma lo declararon culpable de herejía por sus teorías cosmológicas que afirmaba que el Sol era simplemente una estrella y que el universo debía contener un infinito número de mundos habitados por animales y seres inteligentes.
Fuente: https://es.aleteia.org/2019/10/31/los-fantasmas-de-roma/