Las reporteras que cubrieron la guerra de Vietnam

Tenían distintas procedencias y distintos estilos, pero un anhelo común: contar la guerra de Vietnam, o sea, que fue la guerra entre EE.UU. y el país asiático que permitió acreditarse a reporteras pues unas 230 mujeres estadounidenses se acreditaron para cubrir la guerra de Vietnam.
No todas eran periodistas ya que algunas empezaron siendo militares o enfermeras o mujeres de negocios que eran las encargadas de importar telas de Asia y viajaban con frecuencia a aquel mercado. Otras fueron “consortes” de los destacados corresponsales en la zona que decidieron salirse de su rol de “acompañante” para dar constancia de aquel momento único en la historia
La investigadora californiana Virginia Elwood-Akers lo explica en su libro Women War Correspondents in the Vietnam War, 1961-1975. Para ella estas mujeres tenían a primera vista poco en común: “Sus estilos personales van del estilo masculino de Dickey Chapelle, decidida a ser un marine más, al estilo elegante de Michelle Ray, que se adentraba en la selva envuelta en perfume Miss Dior. Sus ideas políticas cubrían el espectro desde el ferviente anticomunismo de Philippa Schuyler o el ferviente marxismo de Madeleine Riffaud. Algunas eran defensoras de un tipo de periodismo que no admite opiniones personales; otras escribían con un estilo dramático y emocional que rozaba la ficción. Sin embargo, de alguna manera, eran parecidas. (…) Todas compartían la experiencia de ser mujeres en un mundo de hombres”
Como ella, muchas otras se convirtieron en reporteras de la noche a la mañana así empujadas por la curiosidad o por las circunstancias, la mayoría de ellas realizó un gran trabajo y ese fue el caso de Michèle Ray.
Era una mujer francesa de 28 años que trabajó como modelo de Chanel y piloto de carreras y que acabó cubriendo las operaciones especiales para France Presse o Jurate Kazickas, que participó en un concurso de televisión para conseguir los 500 dólares que necesitaba para comprar un billete a Saigon y una vez allí registrarse como freelance.
A algunas le interesaba la acción; otras, como Georgie Annie Geyer o Elizabeth Pond querían explicar el lado político de la guerra mientras que otro grupo prefirió hablar de los estragos de la guerra sobre los civiles, como el caso Marina Warner, esposa de William Shawcross corresponsal del Sunday Times, que se dedicó a informar para el semanario The Spectator sobre los huérfanos que estaba dejando la guerra.
Un interés parecido tenía Linda Grant Martin que ejercía como periodista en Newsweek cuando llegó a Vietnam con su marido, Everett Martin, editor en Saigon de la misma revista que optó por en las mujeres de uno y otro bando, o sea, enfermeras, líderes de comunidades vietnamitas y aldeanas que encontraba en sus viajes protagonizaron sus diferente reportajes, que ganaron premios como el Mary Hemingway.
Martha Gellhorn o Frances FitzGerald tampoco se interesaron por día a día en las trincheras; sino por destapar auqellos aspectos negativos de la implicación americana en Vietnam.
El lago en llamas, libro firmado por Fitzgerald tuvo un enorme éxito y alternando reportajes y crónicas sobre el terreno, informa de la corrupción de los políticos vietnamitas y de la ignorancia del Gobierno estadounidense sobre el país que estaba atacando, así como sobre sus intenciones imperialistas.
El libro ganó un Pulitzer y un National Book Award y es uno de los trabajos que hacen preguntarse a algunos si fue la prensa la que terminó propiciando la derrota de EEUU.
Fawcett, como tantas otras de sus colegas, lo tiene meridianamente claro, o sea, que para ella: “Lo que hizo que EE UU perdiera la guerra de Vietnam no fue la prensa; fue la verdad”.
Fuente: https://focusonwomen.es/las-reporteras-cubrieron-la-guerra-vietnam/