El rey visigodo Wamba

Por desgracia no se sabe nada de los antecedentes familiares de Wamba y no hay indicio alguno que permita vincularlo con el linaje de su predecesor Recesvinto (649-672), que muy probablemente venía rigiendo el Reino de Toledo desde el 636.
Pese a rechazar inicialmente el nombramiento debido a su avanzada edad, Wamba resulta que en el 655 ocupaba un destacadísimo puesto en el llamado “oficio palatino”, del que formaban parte los máximos representantes del grupo nobiliario hegemónico”) y fue forzado por la nobleza a aceptar el trono el 1 de septiembre del año 672 en la localidad de Gertici donde había muerto su antecesor Recesvinto.
Por iniciativa propia, a fin de que su elección no fuera considerada una usurpación, exigió ser coronado en Toledo, donde fue ungido el 20 de septiembre por el obispo Quirico en la iglesia pretoriense de San Pedro y San Pablo.
Fue el último rey que dio esplendor a los visigodos, o sea, su reinado no fue fácil, pues resulta así que lo pasó casi enteramente sofocando las luchas internas de la nobleza contra la monarquía, los nobles entre sí, los católicos contra los arrianos y la población hispanorromana contra los visigodos.
Además tuvo que sofocar sucesivas rebeliones de astures y vascones y en el 672 hubo de enfrentarse a un nuevo y desconocido peligro: la invasión de norteafricanos o de árabes, que intentaron entonces pasar a la Península por Algeciras, intento que fue rechazado por visigodos e hispanorromanos.
En la región de Septimania en la Galia (al sureste de la actual Francia) en el año 673 tuvo lugar también una revuelta de algunos nobles visigodos encabezada por Ilderico que se había proclamado rey.
Wamba envió al duque Paulo para sofocarla, pero este inició su propia rebelión en Narbona, o sea, Paulo reemplazó a Ilderico y se proclamó a su vez rey en Gerona.
Ante la situación, Wamba, que se encontraba combatiendo a los vascones que invadían Cantabria, realiza entonces una operación relámpago y los derrota.
Acto seguido acudió al lugar de los hechos y tomó por las armas Tarragona, Barcelona y Narbona, o sea, que finalmente acaba con la sublevación y captura a Paulo, que tuvo que desfilar por las calles de Toledo con una raspa de pescado en la cabeza.
Estos sucesos dieron lugar a que Wamba reorganizara su ejército proclamando una ley que obligaba a los nobles y eclesiásticos (bajo pena de muerte, confiscación de bienes y exilio) a acudir con las tropas pues en caso de invasión o rebelión y fue la llamada Ley militar, que suavizaría bastante su sucesor Ervigio.
Según la tradición, el rey Wamba, después de derrotar la rebelión de Narbona, trajo desde allí las reliquias del mártir san Antolín, príncipe visigodo ejecutado en Toulouse a fines del siglo V y se depositaron en lo que después fue la cripta de San Antolín de la catedral de Palencia.
Wamba convocó asimismo el XI Concilio de Toledo del año 675, en el cual se dictaron medidas para así corregir los abusos y vicios eclesiásticos.
Se cree que el metropolitano de Toledo, Julián II, intervino en la conjura que acabó con el poder del rey Wamba, o sea, el rey fue engañado y narcotizado y una vez en ese estado, le tonsuraron, le vistieron con hábito de monje y le obligaron a renunciar a la corona.
El rey Wamba se retiró al monasterio de Monjes Negros de San Vicente en Pampliega (Burgos) en donde murió en el año 688 y su cadáver recibió así sepultura ante la puerta de la iglesia del monasterio de San Vicente, y allí permaneció sepultado hasta que, en el siglo XIII, Alfonso X el Sabio ordenó que sus restos mortales fueran trasladados a la iglesia de Santa Leocadia (alcázar de Toledo), donde también habían sido trasladados los restos de su antecesor Recesvinto.
Durante la Guerra de la Independencia Española, los sepulcrs donde descansaban los restos de ambos monarcas fueron profanados por las tropas francesas.
En 1845, los restos de ambos monarcas, introducidos en una arqueta de madera forrada de un terciopelo carmesí, fueron trasladados a la catedral de Toledo por orden de Isabel II, donde fueron depositados en el salón principal de la sacristía de la catedral, lugar en el que permanecen actualmente.
En 2014 el ayuntamiento de Pampliega solicitó pues la devolución de los restos del rey Wamba al cabildo catedralicio de la Catedral toledana, templo donde se encuentran en la actualidad.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Wamba_(rey)