El origen de Johnnie Walker

Johnnie Walker es una marca de whisky escocés que se originó en la ciudad escocesa de Kilmarnock, East Ayrshire y fue entonces establecida por primera vez por el tendero John Walker.
La historia de la marca se remonta a 1805, año de nacimiento del fundador de la marca, John Walker, quien tras vender la granja de su padre compró una pequeña tienda de comestibles en Kilmarnock, al oeste de Escocia, región donde el joven de 20 años se dio a conocer vendiendo sus propios whiskies.
Su hijo, Alexander Walker, continuó con el negocio familiar a partir de 1857 y en 1860 la casa adoptó entonces el diseño cuadrado de la botella para sus productos.
En 1879 la marca obtuvo su primera medalla en una exhibición de bebidas internacionales celebrada en Sídney (Australia) y a éste le siguieron otros galardones otorgados en París y Melbourne. En Sudáfrica, tras ser adquiridos los derechos de representación por una compañía local, el whisky Johnnie Walker alcanzó una notable popularidad.
La siguiente etapa dentro de la historia de Johnnie Walker se caracteriza por la continuación con el negocio por parte de los hijos de Alexander Walker y la presencia en el mercado de tres variaciones del whisky Johnnie Walker: Old Highland Whisky, Special Old Highland y Extra Special Old Highland, con la ya característica etiqueta inclinada, de diferente color según el whisky y con ello registrada en el año 1877.
La casa Walker creó un nuevo “blend” al que llamó inicialmente “Old Highland Whisky”, que después pasó a llamarse así Johnnie Walker Black Label, gracias a la intención de la familia de crear el whisky de mayor calidad del mundo.
Johnnie Walker continuó con su particular evolución mediante la inclusión de El Caminante en 1908 y el claro rebautizado de sus whiskies como Johnnie Walker Red Label y Johnnie Walker Black Label, en 1909.
A partir de ese año, la calidad, innovación y exclusividad fueron una constante en el espíritu creador de la marca, dando entonces lugar al nacimiento del portafolio Premium de la misma.
En 1920, como recompensa a sus directores, Alexander II creó una mezcla de whiskies añejos que finalmente salió al mercado: el Johnnie Walker Gold Label, el cual no tuvo ese nombre hasta 1995, cuando lograron el sabor y esencia del Gold Label de nuestros días.
Doce años después (1932), surgió el Johnnie Walker Swing, whisky de tono oro viejo y dulzura perfumada, obtenido a partir de la mezcla de 35 whiskies de malta y grano.
Por otro lado, la icónica botella cuadrada pasó a ser la utilizada en todas las mezclas y se convirtió en un símbolo único y también indiscutible de Johnnie Walker junto a sus etiquetas y el dibujo de El Caminante.
En 1966 la marca obtuvo reconocimiento real con el Queen’s Award for Export Achievement que era el premio de mayor prestigio otorgado en Reino Unido a las empresas por sus exportaciones.
En 1970 celebró su 150º aniversario y desde la década de 1990 en adelante ha venido lanzando al mercado nuevos whiskies como el Johnnie Walker Blue Label (1992) y ha asentado sus whiskies como destilados de calidad en un mercado donde cada vez es más competido.
Desde 2009, tiene un nuevo eslogan, “Keep Walking” (Sigue caminando), que nació con la intención de inspirar a los hombres a progresar. El eslogan proviene de una campaña que costó más de 100.000 libras a la compañía, pero que ya se ha convertido en otro icono de la marca.
Conocido como “El Caminante”, el popular logo de la marca que hace honor al apellido de la dinastía, surgió en 1908 durante un almuerzo entre George, Alexander II y el famoso caricaturista Tom Browne, cuando este último dibujó un boceto en el reverso de una tarjeta del menú.
Luego de las guerras mundiales, esta figura estuvo a cargo del caricaturista, Leo Cheney, quien le dio al símbolo la imagen de un caminante patriota, sociable y dinámico.
En 1999, el diseñador Michael Peters crea la versión para el nuevo milenio, cambiándole a «El Caminante» su orientación de tal manera que caminara de izquierda a derecha.
Si bien los whiskies de los Johnnie Walker eran diferentes y característicos en sabor, Alexander perfeccionó pequeños detalles para darle un sello distintivo al producto a partir de la imagen.
Diseñó la famosa botella cuadrada, tal y como se conoce hoy en día, para conseguir pues que se quebraran menos envases durante los viajes en barco y poder llevar mayor cantidad de los mismos por embarque.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Johnnie_Walker