La invención de la máquina de escribir

Una máquina de escribir es un aparato mecánico que consta de una serie de teclas ligadas directamente a los caracteres de escritura que al presionar una de estas teclas se activa el mecanismo que lleva a imprimir el carácter en el documento físico (generalmente papel).
La máquina de escribir vivió su momento más álgido durante los dos primeros tercios del siglo XX. Para los trabajos de oficina y aquellos íntimamente relacionados con la escritura, escribir a máquina se convirtió en un símbolo de avance, en un adelanto en las formas de compartir la información.
Puede considerarse a Pellegrino Turri una de las personas que se encuentran entre los primeros desarrolladores de la máquina de escribir. Aún así resulta difícil contestar a la pregunta “¿Quién inventó la máquina de escribir?” mencionando solo un nombre.
Pellegrino Turri (al que se le adjudica además la invención del papel de calco) buscaba idear un dispositivo capaz de facilitar la escritura a las personas ciegas. En ese objetivo también coincidió con algunos otros desarrolladores de la época.
Años después del invento de Turri aparecería el de William Austin Burt y la máquina que sería patentada con el nombre de tipógrafo fue durante mucho tiempo considerada como la primera, entre las máquinas de escribir.
Si se toma el invento de Turri como la verdadera primera máquina de escribir documentada suficientemente, entonces puede decirse que la invención de la máquina de escribir data del año 1808.
Otro ejemplo lo tenemos en el modelo creado por el inglés Henry Mill (1683-1771) en el 1.714, del que solo se conserva parte de la patente de la máquina de escribir y un escrito de la reina Ana de Inglaterra.

Pellegrino Turri, Henry Mill y William Austin Burt
Del mismo modo, después del invento de Turri, en el año 1.829 surgió el un invento del norteamericano William Austin Burt (1792-1858) que es considerado por muchos expertos la primera máquina de escribir moderna.
El origen de la máquina de escribir lo encontramos en el año 1.714, cuando el británico Henry Mill presenta una patente inglesa donde indica: «un método artificial de transcripción de letras o impresión, de manera progresiva o separada.
Pocos años después, varios inventores proponen procedimientos primitivos de escritura mecánica, tales como Friederich von Knaus (1753- 1760), Graf von Neipperg (1762), Pingeron (1780), Louis Jacquet (hacia 1780) y L’Hermina (1784). Sin embargo, los sistemas que desarrollan aún siguen ligados a la escritura manuscrita.
Por ejemplo, Von Neipperg presenta un sistema de guía de la mano que permite mantener una buena alineación de la caligrafía pues las primeras máquinas de escribir dignas de ese nombre datan de principios del siglo XIX, y son la obra de los italianos Pellegrino Turri (1808) y Pietro Conti (1823), aunque tampoco queda de ella prácticamente ningún vestigio.
Varias máquinas, como las de Pingeron, de Jacquet y de Turri, están concebidas para ciegos: la máquina de escribir tiene, en su origen, una función filantrópica.
Es el sello de sociedades en vías de burocratización y no es sorprendente que los primeros intentos daten del siglo XIX, en el que emergen los estados burocráticos de tipo moderno.
Parece, que la primera persona en utilizar una máquina de escribir fue la condesa italiana Carolina Fantoni en 1.808, o sea, era ciega y Pellegrino Turri le construyó una.
Poco después el barón Karl von Drais (1785-1851) inventó lo que él llamó el piano de escritura rápida: cuatro palancas que escribían dieciséis letras, suprimiendo las que él creía redundantes, unificando sonidos.
Otra máquina de escribir fue patentada por el norteamericano William Austin Burt en 1.829 con el nombre de tipógrafo: un artilugio inútil ya que había que pasar el papel a mano porque carecía de dispositivo para correr el papel tras escribir la letra.

El modelo de Peter Mitterhofer del año 1860
Poco después, en el año 1.833, el francés de Marsella Xavier Progin creó un artilugio que llamó machine criptographique o pluma critográfica del que decía: “Escribe tan rápido como una persona con su pluma”. Estaba dotada de 66 palancas articuladas dispuestas de manera circular, que percuten sobre una hoja de papel.
El italiano Giuseppe Ravizza perfecciona este dispositivo en su máquina de 1.837, el Cembelo scrivatto, que comienza a difundirse hacia 1.855 y se caracteriza por ser rápida, práctica, y utiliza por primera vez una cinta entintado.
De 1.838 a 1.870, numerosas innovaciones se suceden, tales como la alimentación de hojas mediante un rodillo o el sistema de escape para permitir el espaciamiento entre las letras,

El modelo de máquina de escribir de Pellegrino Turri
Fueron los estadounidenses Cristóbal N. Sholes y su ayudante Carlos Glidden de Wisconsin, los que idearon un modelo de máquina de escribir aceptable.
El artilugio se le ocurrió a Glidden por casualidad, o sea, al principio buscaban un modo mecánico de numerar las páginas de libros, una paginadora, y cuando lo lograron Glidden pensó que por qué no escribir también letras y así nació el primer modelo.
La máquina de Sholes era un armatoste de madera al que llamaron el piano literario. Solo tenía letras mayúsculas, y para cambiar a minúsculas fue necesario añadir más tarde una tecla de conmutación; también se pensó —y llegó a realizarse— en una solución bizarra: una máquina para mayúsculas y otra para minúsculas.
Cuando el artefacto fue presentado en la Exposición del primer centenario de la Independencia de Estados Unidos en 1876, no llamó la atención; pasó inadvertida porque tuvo la desgracia de tener al lado otro invento notable: el teléfono de Graham Bell.
La patente fue vendida por Sholes y Glidden por 12.000 dólares a James Densmore y George W. Newton Yost, que contactaron con la Remington Fire Arms Company.
En 1.873, la compañía se comprometió a fabricar máquinas de escribir para alquilar y tras ello La Remington creó más de 300 modelos, hasta dar con uno cuyo teclado era parecido al actual donde lo único que ha variado entre aquellos modelos y los de hoy es la disposición de las letras.
Para evitar atascos de dedos en el teclado se había diseminado de forma ilógica el alfabeto, de modo que las letras que suelen ir juntas en la escritura estaban distanciadas en el teclado.
Una innovación importante tuvo lugar en 1.889: la máquina de escribir portátil, llamada por su inventor norteamericano la Blick, abreviatura de George Blickensderfer.

La Remington Standard 10
La máquina de escribir eléctrica, fue la que revolucionaría aquel mundo en 1.871 pues Thomas Alva Edison, con su Edison Electric, intentó aprovechar la electricidad en una máquina de escribir que resolviera el problema de la dureza del teclado, pero no tuvo éxito.
Tampoco lo tuvo el danés Malling Hansen por aquellas fechas, aunque su máquina de escribir eléctrica a diferencia de la de Edison es que fue la primera en ser comercializada.
Por cierto, debes saber que la disposición de las teclas no siempre ha sido como la actual. El que utilizamos ahora se llama teclado QWERTY.
La primera máquina de escribir eléctrica útil, data de 1.901: la creó el médico norteamericano Thomas Cahill, pero la sociedad formada para su fabricación y venta quebró tras haber fabricado cuarenta unidades.
Un año después la firma norteamericana George Blickensderfer, creó su máquina eléctrica, aunque sin constituir una solución definitiva pero en 1.933 retomó y mejoró la idea R.G. Thomson.
En 1.965 la IBM lanzaría la primera máquina de escribir electrónica con memoria y banda magnética, la 72BM, hoy pieza de museo.
A estas innovaciones siguieron la implantación en 1.978 de la margarita por Olivetti y Casio, máquinas dotadas de memoria y en 1.984 la japonesa Matsushita irrumpió en el mercado con una novedad revolucionaria:
La máquina que sustituía el teclado por una hoja táctil: se escribe a mano sobre una pantalla. Pero de pocas cosas creadas por la ciencia y la inventiva puede decirse frase tan amarga como ésta: «No tiene futuro».
Su fin llegó fue fulminante ya que cuando parecía que ya no era posible llegar más lejos, en ese justo momento surgió la invención del ordenador o computadora.
Fuente: https://curiosfera-historia.com/historia-la-maquina-escribir/